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Camilo José Cela y su novelística: de «Pascual Duarte» a «Madera de boj»

Catorce pasos hacia la modernización de la novela

by Ángel Díaz Arenas (Author)
©2017 Monographs 648 Pages

Summary

Este libro trata del proceso escritural y evolutivo de la obra narrativa de Camilo José Cela desde la «Familia de Pascual Duarte» hasta su último libro novelístico: «Madera de boj». El autor muestra como Cela en sus catorce obras, clasificadas como «novela», logra realizar un proceso creativo que abarca desde las técnicas y recursos tradicionales, pasando por la mimética, realista y retrato para llegar a la obra desprovista de anécdota.
«[El] proyecto de revisión global de la obra de CJC me parece sólido y bien articulado. No hay nada equivalente en este momento, y es muy oportuno fijar las pautas críticas para la interpretación de una novelística ya cerrada como es la de nuestro Premio Nobel».
Prof. Darío Villanueva (Real Academia Española)

Table Of Contents

  • Cubierta
  • Título
  • Copyright
  • Sobre el autor
  • Sobre el libro
  • Esta edición en formato eBook puede ser citada
  • Índice
  • Prólogo
  • 1. Nuestro texto
  • 2. Tres fases «novelísticas» hacia la emancipación de la novela
  • 3. Adiós a Camilo José Cela y su «novelística»
  • 0. “Camilo José Cela en el recuerdo”
  • 1. «Señas de identidad»: Vida, galardones, centenario, obra y crítica
  • 1.1 Vida
  • 1.2 Galardones
  • 1.2.1 Miembro de la Real Academia de la Lengua
  • 1.2.2 Premio Nobel de Literatura 1989
  • 1.2.3 Otros galardones
  • 1.2.4 Personaje de sus propias y otras obras
  • 1.2.5 Pisando la dudosa luz del día
  • 1.3 Centenario: 1916–2016
  • 1.4 Obra y crítica
  • 1.4.1 Obra
  • 1.4.1.1 «La insólita y gloriosa hazaña del cipote de Archidona»
  • 1.4.2 Crítica
  • 1.5 Final
  • 1. Fines y premisas metodológicas
  • 1.1 “La trama total” (Textos textuados)
  • 1. La Familia de Pascual Duarte (1942)
  • 1.0 Correrías del manuscrito
  • 1.1 Texto
  • 1.2 Dinámica
  • 1.2.1 Comicidad pescadora
  • 1.3 La Virgen de Guadalupe
  • 1.4 Final
  • 2. Nuevas andanzas y desventuras de Lazarillo de Tormes (1944)
  • 2.1 Texto
  • 2.1.1 Composición física
  • 2.2 Dinámica
  • 2.3 Final
  • 3. La catira (1955)
  • 3.1 Texto
  • 3.1.1 Literatura y anécdota
  • 3.1.2 La catira: parte y arte
  • 3.1.2.1 La catira: parte
  • 3.1.2.2 La catira: arte
  • 3.2 Prosa, lenguaje y humor
  • 3.3 Final
  • 4. La cruz de San Andrés (1994)
  • 4.1 Texto
  • 4.1.1 Cruz de San Andrés
  • 4.2 Polifonía narrativa
  • 4.3 Narración
  • 4.4 Temporalidad
  • 4.4.1 Señales temporales: 29
  • 4.4.2 Año referencial: 1969
  • 4.5 Historia e historias
  • 4.5.1 El suicidio de Matty
  • 4.6 “La marcha de Matilde”
  • 4.7 Final
  • 5. Conclusiones generales
  • 1.2 “La trama de cabos sueltos” (Textos fragmentados)
  • 1. La Colmena (1951)
  • 1.1 Texto
  • 1.1.1 La Colmena y la censura: «informe demoledor»
  • 1.1.1.1 La Colmena censurada
  • 1.1.1.2 La Colmena descensurada
  • 1.2 Politización
  • 1.3 Instantánea de Madrid
  • 1.3.1 Cámara cinematográfica e ironía crítica
  • 1.4 Final
  • 2. Tobogán de hambrientos (1962)
  • 2.1 Texto
  • 2.2 Chispazos fotográficos
  • 2.3 Final
  • 3. San Camilo, 1936 (1969)
  • 3.1 Texto
  • 3.1.1 Trilogía de la Guerra Civil: 1942 → 1951 → 1969
  • 3.2 Estructura textual
  • 3.2.1 Ejemplos documentales e históricos
  • 3.2.2 Humor (-negro)
  • 3.3 Final
  • 4. Conclusiones generales
  • 1.3 “El patrón como sustituto de la trama” (Textos reiterados)
  • 1. Pabellón de Reposo (1943)
  • 1.1 Texto
  • 1.1.1 Texto: distribución física y material
  • 1.2 Personajes y Madrid
  • 1.3 Temporalidad y personajes
  • 1.4 La palabra
  • 1.4.1 Generación de la palabra
  • 1.4.2 “Nouveau roman avant la lettre”
  • 1.5 Final
  • 2. Mrs. Caldwell habla con su hijo (1953)
  • 2.1 Texto
  • 2.1.1 Literatura fragmentada
  • 2.1.2 Amor incestuoso
  • 2.2 El color amarillo, “El iceberg”, “Ciclamen” y “Zenón”
  • 2.2.1 El color amarillo
  • 2.2.2 “El iceberg”
  • 2.2.3 “Ciclamen”
  • 2.2.4 “Zenón”
  • 2.3 Pabellón de Reposo y Mrs. Caldwell habla con su hijo
  • 2.4 Final
  • 3. Mazurca para dos muertos (1983)
  • 3.0 Presentación contextual de Mazurca
  • 3.1 Texto
  • 3.2 La Guerra Civil
  • 3.2.1 Temática
  • 3.2.2 Voces corales y polifonía
  • 3.2.3 Temporalidad y Guerra Civil
  • 3.3 Fechas encuadradoras
  • 3.3.1 Mazurca
  • 3.4 Temas
  • 3.5 Final
  • 4. Cristo versus Arizona (1988)
  • 4.0 Cumpleaño/s
  • 4.1 Texto
  • 4.1.1 Título
  • 4.1.2 Bloques textuales
  • 4.2 Discurso letánico
  • 4.2.1 Ampliación discursiva
  • 4.2.1.1 Humor
  • 4.2.1.2 Canciones
  • 4.3 Recepción
  • 4.4 Final
  • 5. El asesinato del perdedor (1994)
  • 5.1 Texto
  • 5.1.1 Fragmentos reiterados
  • 5.2 Personajes
  • 5.3 Voces narradoras y polifonía
  • 5.4 Aventuras y desventuras
  • 5.5 Eje central
  • 5.5.1 Agudeza e ingenio
  • 5.6 Final
  • 6. Madera de boj (1999)
  • 6.1 Texto
  • 6.2 Creación, recepción y teoría
  • 6.2.1 Creación y recepción
  • 6.2.2 Teoría
  • 6.3 Título
  • 6.3.1 Lema poético
  • 6.4 Presencia del autor
  • 6.5 Bloques textuales, elementos monádicos y minihistorias
  • 6.5.1 Celso y Telmo Tembura
  • 6.5.2 James E. Allen
  • 6.5.3 Annelie y Vincent
  • 6.5.4 Alfonso González Puentes
  • 6.6 Atando cabos sueltos
  • 6.6.1 El arte de llamarse Francisco con F
  • 6.7 Final
  • 7. Oficio de Tinieblas 5 (1973)
  • 7.0 Fuentes, redacción y presentación oficial
  • 7.1 Texto
  • 7.1.1 Estructura textual
  • 7.1.2 Dedicatoria
  • 7.2 ‘Mónadas’
  • 7.2.1 Presencia y clasificación de las ‘mónadas’
  • 7.2.2.1 Categorías monádicas
  • 7.2.2.2 Grupos monádicos
  • 7.2.2.3 Núcleos monádicos
  • 7.3 Producción y recepción
  • 7.3.1 Título y ‘mónadas’
  • 7.4 Final
  • 8. Conclusiones generales
  • 1.4 Modernización «novelística» y «desfabulación»
  • Conclusión
  • Bibliografía

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Prólogo

Este texto nace más bien como despedida a y balance del estudio de la «novelística» de Camilo José Cela y de un proceso creador que abarca desde la «Familia de Pascual Duarte» (1942) hasta su último libro: «Madera de boj» (1999); un trecho de camino que recorre nada más y nada menos que 57 años, lo que razona su subtítulo entre paréntesis: (Catorce pasos hacia la modernización de la novela). Implicando esos “Catorce pasos” las catorce (14) novelas y seudonovelas que el Premio Nobel de Literatura de 1989 escribió a lo largo de un gran trecho de su vida: 1942 → 1999. Lo que razona que lo vedaderamente esencial de nuestro escrito son los análisis textuales de los catorce (14) textos que vamos a presentar y tratar, mientras que el resto del libro es sólo un complemento enmarcador, encuadrador y sobre todo contextuador.

Es normal y evidente que en nuestro texto hayamos dedicado pocas páginas a aquellos libros reconocidos y cantados -en general- por la crítica común de todos los tiempos, La Familia de Pascual Duarte, Nuevas andanzas y desventuras de Lazarillo de Tormes (1944), La Colmena (1951), La catira (1955), Tobogán de hambrientos (1962) y San Camilo, 1936 (1969), y en nuestra actualización hayamos presenteizado datos de alguno de nuestros escritos pretéritos1, ya que -como dice el refrán- “nunca es tarde…” Sin embargo, sí hemos dedicado bastantes más páginas a aquellas publicaciones mucho más ambiguas y complejas para el análisis y estudio y, como consecuencia, con mucho menos eco crítico: Pabellón de Reposo (1943), Mrs. Caldwell habla con su hijo (1953), Oficio de Tinieblas 5 (1973), Mazurca para dos muertos (1983), Cristo versus Arizona (1988), El asesinato del perdedor (1994), La cruz de San Andrés (1994) y Madera de boj. Pero la base de este escrito-libro no es decir nuevo y novedoso (no «épater le bourgeois»), sino unir los diversos trabajos redactados a lo largo de muchos años y con todos ellos unidos hacer uno único y final. Sin jactancia y vanidad miremos multimedia, bases de datos digitales (fuentes que no es pernicioso y negativo consultar siempre ← 13 | 14 → que se controlen sus datos) y numerosos documentos que hablen de Cela y su «novelística» aparecidos en el 2016 y veremos que no existe ninguno. Y eso que es el año de su centenario: 1916–2016. Uno de los pocos títulos que se encuentran es el muy cantado e incluso premiado de Gustavo Guerrero: Historia de un encargo: «La catira» de Camilo José Cela. Literatura, ideología y diplomacia en tiempos de la Hispanidad.2 Libro sobre el que escribe Ramón Chao en «La catira. Camilo José Cela»3:

Gustavo Guerrero pone las cosas en su punto, y extiende su reflexión a temas como la representación del otro latinoamericano en la España de Franco, el sentido de la Hispanidad como meta relato cultural y político, la justificación del caudillismo en el arte y el discurso oficial de la dictadura perezjimenista. Lo más notable es la distancia que consigue Guerrero para narrar este oscuro episodio y analizar unos hechos que se podían prestar a excesos y sensacionalismo. Sin afirmar nada que no esté sostenido en una documentación y una bibliografía secundaria, con una prosa que maneja la ironía con destreza, Guerrero huye de generalizaciones y abusos de lenguaje para desvelar la otra cara de una realidad disimulada.

1.   Nuestro texto

El texto terminado son las páginas que siguen. En éstas se observará que hemos realizado un escrito previo e introductorio que se titula “Camilo José Cela en el recuerdo” en el que hablamos de dicho autor, algo de su biografía y algunas anécdotas (tema sobre el que volveremos y que es bueno conocer para saber algo de quién era, ya que un estudioso de su vida y obra afirma «que Cela fue siempre un gran farsante», lo que aclararemos más tarde) y pasado revista a la bibliografía más relevante (tanto pasada como actual: 2017) sobre su «novelística.»4 Y como anunciado, en este escrito analizamos la «novelística» completa y total de Camilo ← 14 | 15 → José Cela, pero toda ella envuelta en una teoría que justifica y razona su desarrollo y evolución. Veamos lo que opinan Julia Saez Angulo y Dolores Gallardo al hablar de «Francisco García Marquina5, autor de la biografía “CELA. Retrato de un Nobel”6, publicada por Aache Ediciones»7: «Y fue, además, un escritor en permanente evolución, que siguió arriesgando desde su primer libro, sin quedar anclado en un estilo o en un registro predeterminado. Un autor que supo evolucionar, innovar, buscar nuevas voces y nuevos estilos y no vivir de las rentas de sus primeros -y muy aplaudidos- éxitos, cuando podría perfectamente haberlo hecho. Como dijo de él otro premio Nóbel, el portugués José Saramago8: “[A Cela] se le ha juzgado como persona antes que como escritor. Dentro de veinte, treinta, cuarenta o cincuenta años, las rencillas estarán olvidadas y sólo quedará su obra. La obra de un gran, irrepetible escritor.”»9 Diciendo la presentación ← 15 | 16 → editorial de éste: «Los muchos años de cercanía y entendimiento entre Camilo José Cela y el poeta Francisco García Marquina lograron que Camilo le considerase “mi buen amigo y albacea testamentario que sabe bien a qué y a quién se refiere todo cuanto digo”. Avalado por estas palabras, el biógrafo ha hecho una obra rigurosa y objetiva sobre la persona y la obra del Premio Nobel, en la que aparecen sin paliativos las luces y sombras de su vida y obra». Léase también lo que sobre este libro biográfico escribe y opina Fernando González Corugedo, en su curioso «Retrato del artista enjabonado»10: «Este Retrato de Camilo José Cela de Francisco García Marquina es un libro, en verdad, bastante extraño y también, ciertamente, notable. Notable porque hace un recorrido concienzudo y meticuloso, bastante completo, por toda la vida del escritor y sus circunstancias, por los temas que inspiran la obra publicada y por la obra misma. Extraño porque, al mismo tiempo, no consigue separarse de la persona que pretende retratar –aunque a veces parezca querer estudiarla o, quizá solamente, describirla– y nos da un retrato personal que está entre la exculpación y el ditirambo, y que resulta más ambiguo de lo que pretende y menos de lo que se cree». Estudioso que cierre su escrito con las siguientes palabras (equivocándose también él mismo): «Como especialista en CJC, Francisco García Marquina tiene todavía mucho campo por explorar o certificar. Puede corregir errores, menudos pero de bulto, que abundan más de lo conveniente, como, digamos, citar por Wilder a Diane Wilder Cornwell o ponerle a Rafael Alberti11 ochenta años en 1963 [es evidente que éste, nacido en 1902, en 1963 tenía 61 años de edad]. Y puesto que no ha de ← 16 | 17 → ser éste –demasiado lastrado por filias, fobias y exculpaciones morales– el libro definitivo sobre Cela y su obra, el retratista puede animarse a publicar un tercero y explicarnos con más matices por qué no le gusta la obra última del retratado. Oportunidades no han de faltarle.»12

Evidente es que al leer las 14 novelas de Camilo José Cela se observa que este autor, en su constante obrar -quehacer, innovar y crecer- (ya hemos leído más arriba, «Y fue, además, un escritor en permanente evolución»), reemplaza, las formas tradicionales de novelar por otras nuevas, modernas y vanguardistas: él ha dado Catorce pasos hacia la modernización de la novela. De modo que podemos hacerle justicia diciendo que la Evolución de estructuras «novelísticas» en Cela, podría hablarse también perfectamente “estructuras «narrativas»”, es una constante y una realidad. Su producción desde La Familia de Pascual Duarte (1942) hasta Madera de boj (1999) le ha conducido y llevado (según la acertada terminología de David William Foster13), a través de dos grandes fases, “La trama total” (textos textuados) y “La trama de cabos sueltos” (textos fragmentados), a una tercera última y final: “El patrón como sustituto de la trama” (textos o fragmentos reiterados14). Obrando de esta manera él no sólo ha sido un máximo innovador, sino al mismo tiempo uno de los más grandes modernizadores y emancipadores de la novela hispana e internacional de todos los tiempos. Leamos lo que escribe al respecto Eduardo Ruiz Tosaus (aunque el título pueda equivocar) en «La condición femenina en Cristo versus Arizona de Camilo José Cela»15:

Si existía en toda la producción novelesca de Camilo José Cela una constante sobresaliente, quizá siempre debamos señalar su manifiesta insumisión a las reglas y su obsesión renovadora. Y casi se puede afirmar que cada novela suya era un nuevo intento o ensayo de técnicas y estructuras narrativas distintas. Temáticamente, Cela se movía en unas coordenadas más o menos fijas pero lo que varía de continuo son sus recursos literarios, el afán de experimentar nuevos caminos: el tremendismo (La familia de Pascual Duarte, ← 17 | 18 → 1942), la picaresca (Nuevas andanzas y desventuras de Lazarillo de Tormes, 1944), la narración entrecruzada y calidoscópica (Pabellón de reposo, 1943), el objetivismo (La colmena, 1951), el monólogo interior (Mrs. Caldwell habla con su hijo, 1953), la novela caótica (Mazurca para dos muertos, 1983, Cristo versus Arizona, 1988).

Conviene señalar y tal vez repetir e insistir que el único mérito de este libro, si tiene alguno, es hacer una revisión total de la «novelística» de Camilo José Cela; veremos que los estudiosos y libros que se dedicaron a esta tarea (hablaremos de algunos de ellos) fueron pocos y bastante lejanos en el pasado. Y sobre todo que Oficio de Tinieblas 5 sigue siendo un casi desconocido después de llevar muchos años corriendo por el suelo patrio y otros parajes del mundo; sin embargo, parece ser que La familia de Pascual Duarte todo el mundo la ha leído.

2.   Tres fases «novelísticas» hacia la emancipación de la novela

Las tres fases hacia la modernización y emancipación de la «novela» que realiza Camilo José Cela son, a nuestro modo de ver, las tres siguientes como iremos exponiendo y mostrando a lo largo de nuestros análisis: 1) La trama total (Textos textuados: 4): 1) La Familia de Pascual Duarte (1942), 2) Nuevas andanzas y desventuras de Lazarillo de Tormes (1944), 3) La catira (1955) y 4) La cruz de San Andrés (1994); 2) “La trama de cabos sueltos” (Textos fragmentados: 3): 5) La Colmena (1951), 6) Tobogán de hambrientos (1962) y 7) San Camilo, 1936 (1969); y 3) “El patrón como sustituto de la trama” (Textos reiterados: 7): 8) Pabellón de Reposo (1943), 9) Mrs. Caldwell habla con su hijo (1953), 10) Mazurca para dos muertos (1983), 11) Cristo versus Arizona (1988), 12) El asesinato del perdedor (1994), 13) Madera de boj (1999) y 14) Oficio de Tinieblas 5 (1973). Tres (III) fases (I: 4 + II: 3 + III: 7: 14) hacia la modernización y emancipación de la novela que no sólo han sustituido la “trama” por el “patrón”, sino que sobre todo han conducido la producción «novelística» de Camilo José Cela a la «desfabulación»16; ya que ésta no representa más “la escritura de una aventura” (historia), sino mucho ← 18 | 19 → más “la aventura de una escritura”17 (discurso) que se cuenta a sí misma. Este proceso significa que su lector ha pasado de “la lectura de una aventura” a “la aventura de una lectura”. Su quehacer lectorial ya no es simplemente leer y convivir (gustar, degustar, convivir), sino mucho más reconstruir el texto, vivirlo y encontrarle un sentido (reescribirlo): hacerse coautor-cómplice.

Recordemos que en las primeras líneas de este escrito hemos precisado que el término «desfabulación»18 se lo debemos (mejor dicho se lo hemos prestado) a Alfredo Carballo Picazo, quien lo utiliza para designar la dimensión e importancia que adquiere el ensayo sobre todo en las letras hispanas de fines del siglo XIX y comienzos del XX; pero únicamente el término, ya que la teoría que exponemos nos pertenece en su completa extensión e integridad. Obramos así porque partimos del criterio que el autor de imaginación y fantasía (el novelista, narrador o contador de ficciones) no necesita explayar (puede hacerlo: veamos su «instancia»19) sus sentimientos íntimos para narrar aspectos literarios reales o bien cargados de ficción (fantasía); todo lo contrario le ocurre al escritor-ensayista que sólo y únicamente encuentra materia literaria (artística) en su experiencia, mundo cultural y sensibilidad interior, porque “El ensayo nace bajo el signo de lo personal, de lo íntimo”, según escribe Carballo Picazo en la página 148 de su artículo. El ensayista se explayará sobre cuestiones morales, artísticas, filosóficas, éticas, estéticas, etc., siendo, en todos estos casos, su opinión, visión subjetiva, personal e íntima del mundo y las artes la que dominará en su obra. Es evidente, entonces, que exista una estrecha relación entre la materia presentada -la «desfabulación»- y la lírica, porque como escribe este estudioso en la página 153 de su texto: “[…]. El ensayo es como la novela del ensayista. Mejor que autobiografía, afán personalizador, un referir todas las circunstancias al propio yo. Esa actitud esencial unifica lo disperso y vario del ensayo, reflejo de cultura asimilada ← 19 | 20 → y experiencia vivida”. Ideas que ya en el año 1925 había expuesto José Ortega y Gasset20 al escribir que “renunciando a emular la realidad” y “el mundo exterior”,

[…] damos plasticidad, objetivamos, mundificamos los esquemas, lo interno y subjetivo.21

Añadiendo algunas líneas después en la misma página 376: “[…]. De pintar las cosas se ha pasado a pintar las ideas: el artista se ha cegado para el mundo exterior y ha vuelto la pupila hacia los paisajes internos y subjetivos”. En suma, que el artista da expresión a su “yo íntimo”.

Veamos lo que sobre la modernización y actualización de las artes escribe uno de sus máximos representantes y teóricos del siglo XX y esto desde el mismo título de uno de sus libros, De lo espiritual en el arte22, quien da cabida en su obra al lector, situándole en gran medida en la formula pragmática de los ← 20 | 21 → expresionistas y, a la vez, muestra, por primera vez, la tendencia a la unificación sistemática de una teoría artística. No es casual que en lugar de una simbiosis de las artes o de su aglomeración con miras a una eficacia, se vea intervenir el concepto de la reciprocidad técnica entre ellas. De lo espiritual en el arte es la respuesta personal de un pintor ante las dificultades particulares de su oficio y a la necesidad de trazarse un esquema teórico en el cual apoyarse para esclarecerse a sí mismo vital y artísticamente en el progresar y modernizarse: adecuarse a la modernidad, siendo en un par de frases del capítulo «II. El cambio de rumbo espiritual (págs. 21–36)» donde Kandinsky resume y expone algo de sus ideas y premisas: «El espíritu que conduce al reino del futuro sólo puede reconocerse a través de la intuición (producto del talento del artista). La teoría es la luz que ilumina las leyes que han regido todo lo precedente» (pág. 24), conduciendo al creador al futuro artístico donde las formas y contenidos se van supliendo por lo informal e inconcreto que razona lo «espiritual en el arte». Palabras y frases a las que conviene añadirse lo que expone en la página 33: «En la pintura, tras la época idealista surge la tendencia impresionista que alcanzará su forma más dogmática con objetivos puramente naturalistas en la teoría del neoimpresionismo, que -a su vez- entra ya en la abstracción: su teoría (en cuanto método universal) no consiste en fijar o plasmar una parte casual de la naturaleza en el lienzo, sino en reflejarla en toda su riqueza (inconcreta) y todo su color (esencia espiritual).»23 Añadiendo (para cerrar el capítulo) en las páginas 35–36: «Siguiendo ← 21 | 22 → siempre los imperativos de la autoexpresión, y a veces arrastrado por ellos violentamente, Picasso24 se mueve de un medio externo a otro, y aunque entre éstos medie un abismo, lo saltará sin dificultad para situarse del otro lado, ante el horror del numeroso grupo de sus seguidores, que casi habían logrado darle alcance y ahora vuelven a verse distanciados. Así surge el cubismo, último Movimiento francés, (…). El intento de Picasso consiste en llegar a lo constructivo a través de proporciones numéricas. Y en sus últimas obras (1911) llega por una ← 22 | 23 → vía lógica a la destrucción de lo material; no por disolución, sino por medio de la fragmentación en distintas partes y su diseminación sobre la tela. Lo curioso es que en este proceso parece querer conservar la apariencia de la materia. Picasso no retrocede ante nada; si el color le estorba para resolver el problema de la forma puramente pictórica, lo echa por la borda y pinta únicamente con marrón y blanco. Éstos problemas son en el fondo su fuerte. Son dos grandes vías hacia un gran objetivo,…» Más y mejor no puede decirse para explicar y mostrar el camino que conduce a la modernidad y emancipación de las las artes, lo que conduce a que el ya difunto Umberto Eco25 exprese ya en el título de tres de sus libros claves (entre otros muchos) todo este proceso de lo «espiritual», de la «desfabulación» y de «la humanización»; éstos son: Le forme del contenuto (Las formas del contenido), La estructura ausente y el Lector en fábula26, lo que quiere decir que «las formas del contenido» forman el discurso («plano de la expresión») que plasma y plastifica «la fábula» («plano del contenido»27), que «la ← 23 | 24 → estructura ausente/subyacente»28 implica la ausencia del «plano del contenido” («fábula»), mientras que «el lector en fábula» -al haber ausencia de ésta- es el «lector real, auténtico y actualizado» que se comunica (a través de la «Instancia») con el «autor real» (aunque la obra pueda ser anónima), debido a que en ésta quedan y permanecen las características que denuncian «la autoría de su autor real implícito». Tema sobre el que conviene leerse a Jonathan Culler en su libro Sobre la deconstrucción29, escrito que de algún modo, -lo mismo que su posterior Breve introducción a la teoría literaria30-, “pasa revista a los grandes asuntos que han interesado históricamente a la teoría literaria (la pregunta «¿qué es literatura?», el carácter de la ficción, el lenguaje literario y las figuras retóricas, la poesía y la narrativa…), a la vez que se hace eco de la evolución de la disciplina hacia unos horizontes que superan lo meramente literario y la sitúan en un intenso debate sobre cuestiones tan trascendentales como el poder, el género sexual o la raza (…). Es una revisión y exposición sobre las principales corrientes críticas del siglo XX (desde el formalismo ruso al nuevo historicismo o los estudios culturales)…”

Quehacer expositivo y aclaratorio en el que hemos hecho uso, además, de un par de teorías literarias ajenas y nuestras propias, de manera que los análisis han sido concebidos, contextuados y realizados de una forma que consideramos lógica y razonada (aunque pueda haber disquisiciones); en ellos se ve el crecer y evolucionar del arte de novelar y desnovelar de Camilo José Cela y al mismo ← 24 | 25 → tiempo la adecuación de nuestra herramienta hermenéutica utilizada.31 Consideramos que el “Índice” del libro muestra ya este proceder y ese cierre que habla anunciadora y provocadoramente de “Modernización novelística y «desfabulación»”, dando cabida a la «autoría explícita e implícita del autor»32 como hemos indicado más arriba.33

Proceder teórico aplicado y pragmático nuestro que puede presentarse simplificadamente en tres (III) fases y grupos del siguiente modo, diciendo que los cuatro (4) siguientes textos (I) -1) La Familia de Pascual Duarte, 2) Nuevas andanzas y desventuras de Lazarillo de Tormes, 3) La catira y 4) La cruz de San Andrés- son «Obras Fabuladas», es decir, de “La trama total” (Textos textuados); proceso analítico al que sigue una fase textual segunda (II), sucesora e intermedia que designamos de «Obras Interfábula» y a la que pertenecen los tres (3) libros de “La trama de cabos sueltos” (Textos fragmentados), cuyos representantes celianos son los siguientes: 1) La Colmena, 2) Tobogán de hambrientos (éste en menos dimensión) y 3) San Camilo, 1936, escritos que vienen muy tratados (sobre todo el primero de ellos: observemos el relance actual habido de La Colmena en el 2016), pero sin llegar a análisis homogéneos, coherentes y unificadores; fase analítica que oscila entre la primera y la tercera (III) y final que representa el grupo de los textos de “El patrón como sustituto de la trama” (Textos reiterados), grupo al que consideramos que pertenecen (a diversos grados progresivos) los siete (7) siguientes: 1) Pabellón de Reposo, 2) Mrs. Caldwell habla con su hijo, ← 25 | 26 → 3) Mazurca para dos muertos, 4) Cristo versus Arizona, 5) El asesinato del perdedor, 6) Madera de boj y 7) Oficio de Tinieblas 5 que son obras poco estudiadas y algunas de ellas casi olvidadas y miradas con cierto distanciamiento. Denunciando ya esta posición y comportamiento críticos que algunos de los catorce (14) textos que vienen etiquetados como “novelas” y que analizamos, pertenecen a diversas formas textuales, lo que nos ha invitado desde hace muchos años a hablar de obras «Fabuladas», es decir, de “La trama total” (Textos textuados), con una fase textual sucesora e intermedia de «Obras Interfábula», a saber, de “La trama de cabos sueltos” (Textos fragmentados) que oscila entre la primera y la tercera y a la que sigue una tercera, final y última que implica las obras «Desfabuladas» de “El patrón como sustituto de la trama” (Textos reiterados). Este es nuestro proyecto de estudio e investigación que realizaremos en las páginas siguientes.34

3.   Adiós a Camilo José Cela y su «novelística»

Sólo nos queda por añadir que a los catorce textos (novelas o seudonovelas) presentados y analizados no podrá añadírseles otros de la misma índole y género, porque su autor dejó de existir exactamente el jueves 17 de enero de 2002. Este punto final del autor (él que se mostró tan tacaño en el uso de puntos en algunos de sus últimas publicaciones) muestra también su punto y nuestro punto final. De modo que las líneas que siguen representan un adiós a Camilo José Cela y a su «novelística» desde nuestra posición personal.35 Es decir que éste es un libro ← 26 | 27 → de despedida a un autor muerto y a una obra ya definitivamente cerrada, pero constantemente viva y reviviendo constantemente como le corresponde a la de un Premio Nobel de Literatura.36 Véase, como ejemplo y muestra de su vivencialidad y cierta relativa actualidad, el texto crítico del año 2006 que se titula La obra del literato y sus alrededores: Estudios críticos en torno a Camilo José Cela37, título que recuerda y hace balance de la creación de dicho autor.38 ← 27 | 28 →

Señalamos que acaba casi de aparecer un escrito de Jorge Bustos que recuerda al Cela nacido en 1916 y su viaje a La Alcarria39 (1948), cuyo título dice «Cela, 1916–2016: la gana de ir a La Alcarria»40, que aparece bajo la etiqueta: “Centenario de Camilo José Cela: Tercer viaje a la Alcarria”, de modo que “EL MUNDO, de la mano de Jorge Bustos, recorre La Alcarria, de Torija a Pastrana pasando por Brihuega, 70 años después de la hazaña literaria de Cela. La belleza de esta tierra rivaliza con la vigencia de la prosa que la inmortalizó”, siendo las primeras frases de este escrito las que dicen: «Al viajero le ha dado la gana de ir a la Alcarria porque es un hermoso país, lo primero, y porque hace 70 años que Camilo José Cela lo recorrió durante nueve días, y en 15 lo puso en su prosa hecha de obviedad y fatalismo, esa prosa donde las cosas son sencillamente lo que parecen porque no pueden ser de otra manera, lo cual es terrible, si se mira bien. Nosotros nos ← 28 | 29 → bajamos de la calle de Alcalá y (no) tomamos un tren de madrugada en Atocha, sino que conducimos nuestro Volkswagen Polo y vamos anotando mentalmente las mutaciones que el progreso ha obrado en el paisaje según se sale de Madrid por la autovía de Zaragoza» Cerrándose su escrito lacónicamente con las siguientes palabras: «Ya era bonita la Alcarria cuando la poblaron. Lo fue más cuando un gran escritor la literaturizó. Ahora ha ganado bienestar, pero conserva la pausa de sus mesoneras y el silencio de sus alboradas. Y todavía habrá gente a la que no le dé la gana de ir», palabras introductorias y de bienvenida que cerramos41 con el conocido, sabido y clásico «instruire et plaire» («instruir y gustar») de Nicolas Boileau.42 ← 29 | 30 →


1 Véanse, por ejemplo: Der Abbau der Fabel («Desfabulación») im zeitgenössischen spanischen Roman am Beispiel von Camilo José Cela (Wien, 1984), VWGÖ, Dissertationen des Universität Salzburg, 20, Teoría y Práctica Semiótica: II: Aproximación pragmática a la obra de Camilo José Cela (Kassel, 1990), Edition Reichenberger, «Cela desde la teoría del relato», en: Insula, Nº 518–519 (Madrid, febrero-marzo de 1990), págs. 17–19 y «De “Pascual Duarte” a “Madera de boj”. Catorce pasos hacia la modernización de la novela (I)», en: Anuario de Estudios Celianos 2008–2009 (Madrid, 2010), págs. 7–107, Universidad Camilo José Cela.

2 Gustavo Guerrero: Historia de un encargo: «La catira» de Camilo José Cela. Literatura, ideología y diplomacia en tiempos de la Hispanidad (Barcelona, 2008), Anagrama. Libro que fue merecedor del Premio Anagrama (como informa su solapa): “El día 29 de abril de 2008, el jurado compuesto por Salvador Clotas, Román Gubern, Xavier Rubert de Ventós, Fernando Savater, Vicente Verdú y el editor Jorge Herralde, concedió, por mayoría, el XXXVI Premio Anagrama de Ensayo a Historia de un encargo: «La catira» de Camilo José Cela, de Gustavo Guerrero”. Volveremos sobre este delicado tema.

3 Ramón Chao: «La catira. Camilo José Cela», en: Bienvenido al blog de Ramón Chao (Madrid, 23 de marzo de 2011), escrito al que volveremos.

4 Señalamos que en algunos puntos de este escrito integramos la bibliografía en el texto general con la intención formal de realzar su valía ya que sin ésta muchas obras de autores famosos no habrían llegado a serlo y subsistido al paso del tiempo, razón que justifica que los estudiosos y sus escritos también son dignos y meritorios. También indicamos que este término unas veces lo indicamos con comillas, para realzarlo, «novelística», y otras simplemente sin ellas: novelística.

5 Francisco García Marquina (Madrid, *1937) es un escritor, biólogo y periodista español, quien cursó sus estudios en esa capital y a partir de 1974 se marchó a vivir a Guadalajara. Hasta 1993 vivió en el Molino de Caspueñas, a orillas del río Ungría, y desde 1993 a la actualidad en la Finca El Cañal, en la vega del río Henares, es decir, fue un vecino y amigo íntimo del Premio Nobel, razón que justifica que escribiera antes del 2016 tres libros precedentes: Cela: masculino singular (Barcelona 1991), Editorial Plaza & Janés, Guía del “Viaje a la Alcarria” (Guadalajara, 1993), Editorial Aache y Retrato de Camilo José Cela (Colorado, 2005), Edition Society of Spanish and Spanish-American Studies, University of Colorado at Boulder (USA).

6 Francisco García Marquina: Retrato de un Nobel (Guadalajara, 2016), Aache Ediciones (cuarto libro) de 640 páginas, con fotografías, notas, e índices.

7 Julia Saez Angulo y Dolores Gallardo: «Francisco García Marquina, autor de la biografía “CELA. Retrato de un Nobel”, publicada por Aache Ediciones», en: La mirada actual (Madrid, viernes 22 de julio de 2016).

8 José de Sousa Saramago (Azinhaga, Santarém, Portugal, 16 de noviembre de 1922-Tías, Lanzarote, España, 18 de junio de 2010) fue un escritor, novelista, poeta, periodista y dramaturgo portugués. En 1998 se le otorgó el Premio Nobel de Literatura. La Academia Sueca destacó su capacidad para «volver comprensible una realidad huidiza, con parábolas sostenidas por la imaginación, la compasión y la ironía». Entre otros véase a Pedro Shimose Kawamura (Riberalta, Provincia Vaca Díez del departamento del Beni, 30 de marzo de *1940): Diccionario de Autores Iberoamericanos (Madrid, 1982), pág. 392, Ministerio de Asuntos Exteriores. Veamos sobre éste y algo de su obra nuestros libros: Agustín Espinosa: El primer Surrealista Español (Vida, destino y obra) (Vigo, 2015), Editorial Academia del Hispanismo y Gabriel García Márquez: Cien años de eternidad (Humo, papel y ceniza) (Madrid, 2016), Editorial Verbum.

9 Léase sobre el tema a Alfonso González-Calero [«Elogio de un resistente. “Cela, retrato de un Nobel”, una biografía escrita por Francisco García Marquina», en: ABC Toledo. Cultura (Toledo, 17/05/2016)], escrito cuya frase inicial dice y denuncia: «Camilo José Cela, personaje tan admirado como odiado, cumpliría en esta misma semana cien años, de seguir con vida».

10 Fernando González Corugedo: «Retrato del artista enjabonado», en: RDL. Revista de Libros. Segunda Época (Madrid, 01/10/2006).

11 Indicamos contextualmente que Rafael Alberti Merello (El Puerto de Santa María, Cádiz, 16 de diciembre de 1902–28 de octubre de 1999) fue un escritor español, especialmente reconocido como poeta, miembro de la «Generación del 27». Está considerado uno de los mayores literatos españoles de la llamada Edad de Plata de la literatura española. Cuenta en su haber con numerosos premios y reconocimientos. Miembro activo del Partido Comunista de España (PCE), se exilió tras la Guerra Civil Española. Vuelto a España tras la instauración de la monarquía, fue nombrado Hijo Predilecto de Andalucía en 1983 y Doctor Honoris Causa por la Universidad de Cádiz en 1985. Publicó sus memorias bajo el título de La arboleda perdida. Consúltese a Ángel Díaz Arenas: «Rafael Alberti», en: Fin de ‘El largo viaje’ de Jorge Semprún: Vida, obra, méritos, familia, Santander, exilio, textos, premios, lenguas y voces (Frankfurt am Main, 2016), págs. 283–293, Peter Lang Edition.

12 Es de pensar que el reseñador piensa en un quinto, ya que cuatro tiene publicados García Marquina.

13 David William Foster (*1962): “La estética de la «nueva novela». Acotaciones a Camilo José Cela”, en: Revista de Ideas Estéticas, Nº 27 (Madrid, 1969), págs. 325–334; su paginación individual es 43–52. Hablarems de él.

14 Hablamos de «textos o fragmentos reiterados», debido a que las obras designadas bajo esta clasificación y etiqueta constan mayoritariamente de “fragmentos” que se reiteran, pero que son los formantes del “texto” que los contiene y transporta. Por razones de sencillez y fácil comprensión hablaremos casi siempre de «textos reiterados».

15 Eduardo Ruiz Tosaus: «La condición femenina en Cristo versus Arizona de Camilo José Cela», en: Espéculo. Revista de Estudios Literarios de la Universidad Complutense, Nº 20 (Madrid, marzo-junio de 2002), Revista digital.

16 Léanse sobre el tema nuestros escritos: «Reflexiones sobre la Teoría de la <Decontrucción>», en: Hispanorama, Nº 45 (Nürnberg, marzo de 1987), pág. 43, <Contrucción> y <Decontrucción> en «El amor en los tiempos del cólera» de Gabriel García Márquez y otros Estudios de Literatura Hispana (Bonn, 1987), Romanistischer Verlag Jakob Hillen, «Desfabulación». Literatur- und Sprachwissenschaftliche Prämissen der textuellen Kommunikation: Hispanistik und Semiotik (Bonn, 1989), Romanistischer Verlag Jakob Hillen, “Reflexiones sobre la «Desfabulación» del Arte”, en: Fu Jen Studies, Nº 25 (Taipei, 1992), págs. 32–49, Fu Jen University, etc.

17 Jean Ricardou (París 17 junio 1932–23 julio 2016): «L’aventure d’une écriture», en: Les critiques de notre temps et le nouveau roman, (Éd.) Réal Ouellet, págs. 21–22 (Paris, 1972), pág. 22, Éditions Garnier. No se olviden sus libros: Problèmes du Nouveau Roman (Paris, 1967), Pour une théorie du Nouveau Roman (Paris, 1971), (ambos) Editions du Seuil, etc.

18 Alfredo Carballo Picazo (1925–1976): «El ensayo como género literario. Nota para su estudio en España» en: Revista de Literatura V, págs. 93–156 (Madrid, enero-junio de 1954), pág. 124. Sobre su devenir humano y académico véase «Alfredo Carballo Picazo», en: La Web de las Biografías.

19 Consultese sobre el tema nuestro libro: Introducción y Metodología de la Instancia del Autor/Lector y del Autor/Lector Abstracto-Implícito (Kassel, 1986), Edition Reichenberger.

20 Sobre este filósofo y ensayista español (Madrid, 9 de mayo de 1883–8 de octubre de 1955) exponente principal de la teoría del perspectivismo y de la razón vital —raciovitalismo— e histórica, situado en el movimiento del novecentismo puede consultarse nuestro «<Yo soy yo y mi circunstancia>: J. Brouwer, M. de Unamuno, J. Ortega y Gasset y F. Sánchez», en: «Que nos quiten la bailado». Textos, vivencias y experiencias en la obra de Jorge Semprún (Berlín, 2009), págs. 32–46, edition tranvía. Tema y libro sobre el que pueden leerse las reseñas de José Manuel López de Abiada (*1945): «Ángel Díaz Arenas “Que nos quiten lo bailado”. Textos, vivencias y experiencias en la obra de Jorge Semprún. Berlin: Tranvía 2009. 160 pp.», en: Hiberoamericana, X, N° 40 (Frankfurt, 2010), págs. 245–246, Vervuert Verlag y a Carlos Segoviano (1933–2010): «Ángel Díaz Arenas “Que nos quiten lo bailado”. Textos, vivencias y experiencias en la obra de Jorge Semprún. Berlin: Tranvía 2009. 160 pp.», en: Hispanorama, N° 128 (Nürnberg, mayo del 2010), pág. 88.

21 José Ortega y Gasset: «La deshumanización del arte» (1925), en: Obras Completas, Tomo 3, págs. 351–386 (Madrid, 61966), pág. 376, Revista de Occidente; teoría sobre la que pueden leerse (entre infinidad de otros escritos) los tres siguientes: Ignacio Gómez de Liaño: «La deshumanización del arte, 1925–1989», en: Revista de Occidente, Nº 96 (Madrid, mayo de 1989), págs. 57–79, José Luis Molinuevo: «La deshumanización del arte en clave de futuro pasado», en: Revista de Occidente, Nº 168 (Madrid, mayo de 1995), págs. 43–60 y Angel Díaz Arenas: “«Yo soy yo y mi circunstancia» en la obra de Jorge Semprún”, en: Hispanorama, N° 122 (Nürnberg, noviembre de 2008), pág. 67.

22 Wassily Kandinsky: De lo espiritual en el arte (Barcelona, 1982), Traducción de Elisabeth Palma, Editorial Seix Barral. El nombre de este artista dice en español Vasili Vasílievich Kandinski (Moscú, 4 de diciembre de 1866-Neuilly-sur-Seine, 13 de diciembre de 1944) y fue un pintor ruso, precursor de la abstracción en pintura, y teórico del arte. Se considera que con él comienza la abstracción lírica y el expresionismo, lo que razonan sus libros y su obra. Léanse nuestro artículos: “«Carlos III» de Mengs en el pincel del «Equipo Crónica» (Una introducción)”, en: Alenarte (Madrid, 2010), Revista Electrónica Alenarte y “Arroyo y Casas en el pincel del «Equipo Crónica» (Ejemplo ejemplar de un artificio: «el calco, el collage y el homenaje»)”, en: Alenarte (Madrid, 2010). Revista Electrónica Alenarte.

Details

Pages
648
Year
2017
ISBN (PDF)
9783631702086
ISBN (ePUB)
9783631702093
ISBN (MOBI)
9783631702109
ISBN (Hardcover)
9783631693278
DOI
10.3726/978-3-631-70208-6
Language
Spanish; Castilian
Publication date
2017 (May)
Keywords
Transcurso Literatura Costumbrismo Españolidad Regionalidad Picaresca
Published
Frankfurt am Main, Bern, Bruxelles, New York, Oxford, Warszawa, Wien, 2017. 648 S.

Biographical notes

Ángel Díaz Arenas (Author)

Ángel Díaz Arenas es doctor en Filología Románica y Filosofía por la Universidad de Salzburgo (Austria) y de Ciencia de la Crítica Literaria por la de Oviedo. Ha sido profesor de literaturas románicas e hispánicas en diversas universidades europeas y en la Fu Jen University de Taipei (Taiwan). Actualmente se dedica al estudio de las obras de García Márquez, García Lorca, Vázquez Montalbán, Jorge Semprún, Camilo José Cela y Jaime Siles, sobre los que ha publicado artículos y varios libros.

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Title: Camilo José Cela y su novelística: de «Pascual Duarte» a «Madera de boj»
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