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La evolución de las perífrasis verbales en español. Una aproximación desde la gramática de construcciones diacrónica y la gramaticalización

by Mar Garachana (Volume editor)
©2020 Edited Collection 350 Pages
Series: Studia Romanica et Linguistica, Volume 62

Summary

Este volumen constituye una de las primeras monografías en las que se aplica la metodología de la gramática de construcciones diacrónica al estudio de la gramática histórica del español. Especialistas de diferentes universidades europeas y americanas analizan la evolución de una serie de perífrasis modales y aspectuales desde sus orígenes latinos hasta la actualidad a partir de rigurosas metodologías estadísticas.
Del análisis se desprenden conclusiones relevantes para el conocimiento del cambio gramatical, en general, y de las perífrasis verbales, en particular. Asimismo, los estudios incluidos en esta obra confirman la existencia de dos períodos cruciales para la conformación del sistema perifrástico del español, a saber, finales de la Edad Media y el siglo xıx. Además, se puede observar la existencia de una diferenciación dialectal entre el español peninsular y el español de América relativa al uso de las perífrasis.

Table Of Contents

  • Cobertura
  • Título
  • Copyright
  • Sobre el Autor
  • Sobre el libro
  • Este eBook pode ser citado
  • Contenido
  • Lista de contribuyentes
  • Las perífrasis verbales, hoy
  • ¿Es necesaria una gramática de construcciones diacrónica?
  • Construcciones verbales modales volitivas en las lenguas de signos. Qué aportan a la caracterización del concepto perífrasis verbal. Aproximación desde la gramática de construcciones
  • ¿Acostumbraron los antiguos dezirlo así? Perfectividad y aspecto habitual en latín: el caso de solitus sum
  • La perífrasis estar por + infinitivo
  • La red construccional de perífrasis causativas. Definición, comparación sincrónica y evolución diacrónica
  • ¿Desde cuándo venir + gerundio viene siendo una perífrasis? De construcciones vicarias y estructuras renacidas
  • El papel de las unidades convencionalizadas en los procesos de gramaticalización. El caso de la perífrasis andar buscando
  • Un estudio diacrónico de tornar a + infinitivo en español
  • Llegar no es igual a coger. Dos momentos en la gramaticalización de las construcciones multiverbales en español
  • La diacronía de alcanzar a + INF en español. Construccionalización y diferenciación dialectal en la conformación del sistema perifrástico del español
  • Obras publicadas en la colección

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Lista de contribuyentes

Samia Aderdouch Derdouch

Universidad de Barcelona

Esther Artigas Álvarez

Universidad de Barcelona

Laura Cabré Lunas

Universidad de Barcelona

Marie Comer

Universidad de Gante

Magdalena Covarrubias

Pontificia Universidad Católica de Chile

Daniel Cuní Díez

Universidad de Barcelona

Renata Enghels

Universidad de Gante

Mar Garachana

Universidad de Barcelona

Claudio Garrido

Universidad Católica del Maule

Carlos González Vergara

Pontificia Universidad Católica de Chile

Silvana Guerrero

Universidad de Chile

Felipe Hasler

Universidad de Chile

Axel Hernández Díaz

Universidad Nacional Autónoma de México

Matías Jaque

Universidad de Chile

Maria Josep Jarque

Universidad de Barcelona

Dorien Nieuwenhuijsen

Universidad de Utrecht

Álvaro S. Octavio de Toledo y Huerta

Universidad Autónoma de Madrid

Verónica Orqueda

Pontificia Universidad Católica de Chile

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Mar Garachana

Las perífrasis verbales, hoy

Resumen: Este capítulo introductorio contiene una breve relación de las principales aportaciones relacionadas con el estudio de las perífrasis verbales que se han realizado hasta la actualidad. Asimismo, recoge una pequeña reflexión sobre los límites difusos de la categoría de las perífrasis y una breve relación de los trabajos que integran esta monografía.

Palabras clave: perífrasis verbales, verbo auxiliar, gramática histórica, gramaticalización, gramática de construcciones diacrónica.

1. Breve recorrido por los estudios sobre perífrasis verbales

Hace casi tres años que el grupo GRADIA publicó los primeros resultados de la investigación que estaba realizando en el terreno de la diacronía de las perífrasis verbales Garachana Camarero (2017a)1. Desde entonces hasta la fecha, los estudios sobre las perífrasis se han visto notablemente incrementados, siguiendo la tónica del nuevo milenio, que ha roto con una tradición en la que el interés por ellas había sido reducido. Durante décadas, los trabajos sincrónicos sobre las perífrasis se habían limitado a referencias en las gramáticas y a unos cuantos manuales, que, pese a su indudable interés, no agotaban la explicación del funcionamiento y de las características de estas construcciones2. El estudio histórico había recibido también escasos, aunque meritorios, tratamientos en Yllera (1980), Keniston (1937) y Spaulding (1926).

El final del siglo XX trajo consigo la revitalización de los estudios sobre perífrasis, con monografías y artículos sobre estas construcciones pluriverbales3. La eclosión de la investigación, sin embargo, llega con el siglo XXI, muchas veces de ←11 | 12→la mano de proyectos de investigación como los dirigidos por los doctores José Luis Blas Arroyo (Variación y cambio lingüístico a través de textos de inmediatez comunicativa: un proyecto de sociolingüística histórica) y Luis García Fernández (Cadenas de Verbos Auxiliares en Español) o el liderado por el proyecto GRADIA (Diccionario histórico de las perífrasis verbales del español).

No es el objetivo de una introducción de estas características hacer una relación exhaustiva de las investigaciones existentes sobre perífrasis, pero tampoco es posible ignorar los avances que se han producido en su estudio desde el año 2000. Es, pues, de rigor hacer una breve relación de algunos de los trabajos más relevantes existentes en este ámbito.

En el plano sincrónico, hay que señalar que el nuevo milenio nos brindó el primer Diccionario de perífrasis verbales del español (García Fernández et al. 2006) y hasta alguna monografía escolar (García Fernández 2012) o contrastiva (García Fernández y Krivochen 2019b). El tema ha merecido, incluso, entradas en enciclopedias lingüísticas (Bravo Martín y García Fernández 2016). Los verbos auxiliares y los valores modales que expresan las perífrasis han sido objeto de estudios monográficos de diversa índole (Bermúdez 2005; Bravo Martín 2008a, 2015a, 2015b; Cornillie 2007; Jarque 2017; Meisnitzer 2012). El interés se ha expandido a las cadenas de perífrasis, que han empezado a recibir un tratamiento singular por parte de los investigadores4. Asimismo, se ha empezado a discutir en profundidad acerca de los límites entre construcciones pluriverbales, ampliando el horizonte de la discusión5, así como acerca de las relaciones entre estructuras perifrásticas como llegar a ser médico y su correspondiente forma sin infinitivo (llegar a médico) (Gómez Rubio 2019). Se ha tratado acerca de la relación entre eventos negativos y perífrasis verbales (González Rodríguez 2011), entre estados, estatividad y perífrasis (Cuartero y Otal y Horno Chéliz 2011) y entre las nociones de habitualidad y posibilidad en el ámbito perifrástico (Giammatteo et al. 2011). Se han discutido aspectos vinculados a la noción de auxiliaridad (García Fernández 2008). También se han dedicado estudios diversos a perífrasis verbales concretas. Así, se han analizado sincrónicamente las perífrasis aspectuales (Bravo Martín 2011, Fogsgaard 2002), las formadas a partir de verbos locativos (Sarrazin 2011), soler + INF (Vatrican 2015, Camus Bergareche 2011) y llegar a + INF (Carrasco Gutiérrez 2006, 2008a), entre otras. Igualmente, ←12 | 13→se ha suscitado una interesante discusión sobre las diferencias que puede acarrear el empleo de una misma estructura en contextos sintácticos diferentes y en combinaciones concretas. Por ejemplo, Ana Bravo ha dedicado varios trabajos a los diferentes valores de ir a + INF (Bravo Martín 2008a, 2008c, 2013, 2014, 2017). Los tiempos compuestos, al margen de las indicaciones contenidas en las gramáticas, han sido objeto de estudios monográficos (Carrasco Gutiérrez 2008c), pese a que su consideración como perífrasis verbales no está exenta de discusión (RAE-ASALE 2009: 2132–2140; García Fernández y Krivochen 2019b).

Todo este arsenal teórico y empírico ha impulsado los estudios diacrónicos, que, a su vez, han enriquecido también la discusión teórica. El acopio de trabajos históricos existentes ha permitido trazar con bastante precisión las pautas que acostumbran a regir la conformación de las perífrasis verbales, a saber, (i) procesos de gramaticalización y de construccionalización, (ii) cambios condicionados por la presión ejercida por la analogía y (iii) gramaticalizaciones inducidas por el contacto de lenguas (Garachana Camarero 2017b).

En lo relacionado con la diacronía de las perífrasis concretas, se ha avanzado notoriamente en el estudio de los tiempos compuestos6. Asimismo, hay importantes contribuciones sobre la diacronía de las perífrasis modales7, temporales y aspectuales8, que a menudo señalan unos límites lábiles a la hora de adscribir ←13 | 14→determinadas construcciones pluriverbales a uno de esos grupos, ya que con frecuencia los valores temporales y aspectuales se tiñen de sentidos modales. Es también relevante señalar ciertos trabajos que ponen de relieve la relación entre la incoatividad y la causatividad (Comer 2018, Comer y Enghels 2017, Comer Enghels y Vanderschueren 2015, Cuní Díez 2018). Además, los estudios sobre cadenas de perífrasis en el terreno sincrónico han suscitado la curiosidad de los historiadores de la lengua sobre el tema9.

En el ámbito del contacto, se está ampliando la nómina de los trabajos que tratan acerca de la influencia de la convivencia de lenguas en la innovación o en la expansión de ciertas construcciones10 o, por el contrario, en la inhibición de procesos de cambio11. En un primer momento, estos trabajos se centraban sobre todo en el español de América, pero cada vez más se está generalizando el estudio también en el ámbito peninsular. En el terreno del contacto de lenguas, se ha subrayado también la importancia del latín medieval en la evolución del sistema perifrástico del español (Cornillie y Drinka 2019; Cornillie y Octavio de Toledo 2015; Drinka 2013, 2016, 2017; Garachana Camarero 2016a, 2017c). Los temas que se han tratado sobre la diacronía de las perífrasis verbales han sido, pues, diversos y de un modo u otro están contribuyendo a avanzar significativamente en el conocimiento del cambio gramatical en general.

2. La definición del concepto perífrasis verbal y la nómina de las perífrasis

Algunos de los estudios reseñados en el apartado anterior, que, insistimos, constituyen solo una síntesis sucinta de los trabajos sobre perífrasis verbales, han puesto de manifiesto la insuficiencia de la definición de las perífrasis como construcciones pluriverbales que combinan una forma personal con otra no personal (infinitivo, gerundio, participio). Cada vez más, parece extenderse la concepción ←14 | 15→de las perífrasis verbales como combinaciones de dos o más formas verbales que expresan un significado único, más allá de los condicionantes formales mencionados. En Garachana Camarero (2017b: 64) se considera que puede hablarse de perífrasis verbal cuando una combinación de formas verbales constituye una unidad monopredicativa que (i) expresa un significado procedimental unitario, (ii) subcategoriza de manera unitaria los argumentos de la predicación y (iii) conforma una unidad sintáctica que no permite que los formantes de la construcción puedan conmutarse.

Las perífrasis verbales han sido descritas como una categoría híbrida, cuya característica esencial parece ser la heterogeneidad de sus integrantes (Garachana Camarero 2017b). Esto ha determinado que la nómina de las perífrasis resulte distinta según los estudios sigan de manera más o menos estrecha los criterios tradicionalmente considerados definitorios de las perífrasis verbales (vid. algunos de los trabajos citados en el apartado anterior, de manera particular la nota 5). En otros trabajos, nos hemos ocupado de cuestiones relacionadas con estructuras que presentan una forma alejada de la que tradicionalmente se considera definitoria de las perífrasis, a saber, aux + (nexo) + INF/GER/PP. Aquí, en cambio, vamos a detenernos un momento en estructuras que, pese a presentar una forma prototípica, han recibido descripciones gramaticales variadas. Concretamente, vamos a tratar acerca de los tiempos compuestos de la conjugación y de las formas de futuro perifrástico.

Ana Bravo en un trabajo de 2008 sostenía que su propuesta de incluir el futuro perifrástico dentro de la categoría de los tiempos compuestos de la conjugación era novedosa:

es la primera vez, por lo que a nosotros alcanza y a excepción de los trabajos de Cartagena (1999) y García Fernández (1995, 2000a), que aparece <ir a + infinitivo> en un trabajo dedicado a los tiempos compuestos. (Bravo Martín 2008b: 406)

No nos interesa aquí detenernos en esta cuestión, pues ya ha sido tratada de manera pormenorizada por Bravo (2008b, 2017), pero sí que queremos resaltar el hecho de que dos estructuras perifrásticas han acabado entrando en categorías diferenciadas: haber + PP forma parte de los tiempos compuestos y no siempre se considera perífrasis verbal, mientras que ir a + INF se excluye de la conjugación y se resalta su carácter perifrástico (vid. RAE-ASALE 2009: 21–32).

Ciertamente, ir a + INF, aparte de sus sentidos prospectivos, reúne otros que quedan fuera de la expresión de la temporalidad que define a la conjugación del español. Pero otro tanto sucede con los tiempos compuestos, sin que ello impida incluirlos en dicha conjugación. Y ello es así incluso si los valores temporales están prácticamente ausentes del empleo de los tiempos compuestos en ←15 | 16→el español de América. El hecho de que el verbo haber no tenga más usos como verbo léxico que los existenciales, muy desprovistos de contenido semántico, mientras que el verbo ir en sus empleos como verbo pleno exprese un sentido de dirección muy presente en el español ha podido determinar la diferente consideración de unas formas y otras. A esto hay que añadir el peso de las tradiciones gramaticales y la propia evolución del idioma.

Si consideramos que el punto de partida de los estudios gramaticales modernos se sitúa en el siglo XIX con los trabajos de autores como Bello (1847[1988]) constataremos que sus estudios coinciden con un momento en el que los tiempos compuestos estaban bien establecidos en la lengua, mientras que ir a + INF justo comenzaba su consolidación como forma gramatical para la expresión del tiempo futuro. No podemos ignorar el hecho de que, por más que se haya señalado que el siglo XIX es el momento de la expansión de esta perífrasis de prospección futura, a finales de este siglo su empleo quedaba todavía por detrás del futuro morfológico12. En lo relativo a los tiempos compuestos, las diferencias entre América y España datan del siglo XIX. Como han señalado Octavio de Toledo y López Serena (2015, vid. también Octavio de Toledo y Pons 2017) con anterioridad a esta fecha no parecen existir discrepancias relevantes en los textos, significativas de una diferenciación dialectal. A partir del momento en que el español se expande por toda América, abarcando todos los grupos sociales, como consecuencia de los movimientos de emancipación política de ←16 | 17→la metrópoli, empieza a detectarse una tendencia a simplificar la expresión del pasado, fundamentada en la utilización de las formas simples a expensas de las compuestas. El resultado de todo este proceso de cambio es que en la Gramática de Bello los tiempos compuestos se incluyen en la descripción de la conjugación (aunque el propio Bello acota en nota pie de página que “propiamente no pertenecen a la conjugación material”), mientras que ir a + INF no merece ni siquiera una mención (de las perífrasis formadas a partir de ir, solo se trata acerca de la construcción ir + GER, Bello 1988[1847]: §1129).

Se puede entender, entonces, que la tradición gramatical haya dejado ir a + INF en el terreno de las perífrasis y fuera de la conjugación. Este modo de proceder se ha mantenido invariable en la RAE-ASALE hasta el momento presente, cuando el empleo de los tiempos compuestos es muy minoritario en Hispanoamérica y, por lo tanto, no forma parte de la gramática activa de los hablantes americanos, quienes suelen emplear las formas compuestas para expresar valores evidenciales o para marcar diferencias aspectuales y semánticas de diversa índole. En contrapartida, ir a + INF no se incluye en la conjugación, pese a tratarse prácticamente de la única forma de tiempo futuro en tierras americanas y estar bien consolidada en el español peninsular (Enrique-Arias y Méndez Guerrero 2020). Las razones para excluir ir a + INF de la conjugación que se aducen en la Gramática de la RAE-ASALE se fundamentan sobre todo en aspectos formales concretos que ignoran aspectos clave, como por ejemplo que no puede compararse una perífrasis de participio con una de infinitivo o que el grado de fusión de los formantes de las estructuras perifrásticas puede haber alcanzado diferentes niveles sin que ello sea motivo para considerar que ocupan categorías diferentes.

Como se puede ver, el tratamiento de construcciones con un funcionamiento parejo puede ser diametralmente opuesto en la gramática contemporánea13. El problema radica no solo en las cuestiones que hemos señalado, sino sobre todo en que a menudo se intenta realizar descripciones unitarias de las estructuras que conforman la lengua, ignorando la existencia de construcciones diferentes (microconstrucciones) subyacentes a un mismo esquema. Como hemos ido apuntando, tanto los tiempos compuestos como la forma ir a + INF, además de expresar sentidos temporales, se utilizan con valores diferentes, que escapan a toda descripción temporal. Y aquí tenemos una interesante conclusión a la que se llega con la lectura de las aportaciones que componen esta monografía: las ←17 | 18→perífrasis verbales suelen conformar categorías radiales, en el sentido de Lakoff (1987), de manera que pueden englobar subesquemas que expresan diferentes matices de significado, normalmente unidos a diferencias formales. No es este el momento de ahondar en esta cuestión, sin embargo, sí que conviene recordar que ir a + INF no solo es una perífrasis de tiempo prospectivo, sino que a menudo se tiñe de sentidos intencionales (No voy a discutir contigo) y que también se emplea para significar el final de una serie de eventos previos (Tanto nadar para ir a morir a la orilla ‘acabar muriendo en la orilla’), para expresar la focalización del evento expresado por el infinitivo (Fue a llover el día de mi boda) o para indicar un rechazo argumentativo (¡Qué va a ser malo mi niño!) (Bravo Martín 2014, Garachana Camarero 2019). Del mismo modo, haber + PP puede emplearse no solo para expresar pasado, sino también valores experienciales (¿Cuántas veces has estado confinado?), continuativos (Siempre he sido muy aficionado a leer) o resultativos (A las ocho ya se habían ido todos). Y no hemos de olvidar los usos evidenciales de haber + PP señalados para el español de América o la distinción aspectual que se expresa con la oposición formas simples vs. formas compuestas en el español de México (Aleza 2010, Bermúdez 2005). Pese a ello, la variedad de construcciones que se agrupan bajo la forma ir a + INF es el argumento decisivo esgrimido por la Real Academia y la Asociación de Academias de la lengua española para marginarla de los tiempos compuestos (RAE-ASALE 2009: 2116). Paradójicamente, la pluralidad de valores del pretérito perfecto no es óbice para excluirlo de la conjugación. En este punto, conviene recordar la propuesta más abarcadora de Bello en su Gramática. Este autor incluye en la conjugación algunas estructuras que hoy en día son consideradas exclusivamente como perífrasis; así, estar + GER, haber de + INF, tener de + INF, tener + PP (Bello 1988[1847]: §617 y 704–715).

Al considerarse que los tiempos compuestos son formas de la conjugación, parece negárseles el estatus perifrástico que, cuando menos formalmente, presentan, dado que son la combinación de una forma verbal (haber) con un participio. En este sentido, no hay que perder de vista que semánticamente se encuentran también muy próximos a algunos usos de tener + PP, que sí se considera una perífrasis. Así, enunciados del tipo Te tengo dicho que no pongas los pies encima de la mesa o Tengo oído que estaremos confinados hasta el 10 de mayo solo se alejan ligeramente de las correspondientes versiones con haber + PP (Te he dicho que no pongas los pies encima de la mesa-He oído que estaremos confinados hasta el 10 de mayo). La diferencia la marca el matiz de iteración que aporta Te tengo dicho y el de menor grado de evidencialidad que añade Tengo oído, frente al carácter neutro de las correspondientes versiones con haber.

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Así las cosas, parece que, pese a que los estudios sobre perífrasis verbales se han incrementado con el nuevo milenio, las disensiones acerca del tratamiento de las combinaciones pluriverbales siguen sobre la mesa. Será trabajo de los próximos años establecer de manera más precisa los límites entre construcciones. En este punto, tratamientos como los propuestos en este monográfico por Orqueda et al., el cotejo con las lenguas signadas como el que propone en este volumen Jarque o planteamientos radiales como el que diseña Garachana, también en este volumen, que remiten a las propuestas de la gramática de construcciones, pueden solucionar algunos de los escollos que plantea la propia definición de la categoría de las perífrasis verbales.

3. Esta monografía

El objetivo de este monográfico es ahondar en el conocimiento de la diacronía y, por ende, del funcionamiento sincrónico de varias construcciones perifrásticas. El planteamiento que se sigue está abierto a la inclusión de estructuras no consideradas de manera habitual por la gramática como perífrasis. Lo que realmente interesa es que se trate de construcciones pluriverbales monopredicativas que expresen un significado procedimental unitario. Los trabajos contenidos en esta monografía también reflejan la diferenciación dialectal que atañe a las perífrasis verbales del español. Ello afecta a cuestiones de frecuencia de uso como la señalada en esta monografía en los trabajos de Nieuwenhuijsen y Garachana, donde se apunta a un empleo más destacado de las perífrasis andar + GER y alcanzar a + INF, respectivamente, en el español de América. Pero también tiene que ver con la existencia de construcciones exclusivas de tierras americanas. No se incluye en esta obra ningún trabajo en este sentido, pero se puede poner el ejemplo de la perífrasis cursiva vivir + GER (Garachana s.f.a).

Los capítulos que integran este monográfico siguen las directrices teóricas de la gramaticalización y de la gramática de construcciones diacrónica. Dado que el estudio de la gramaticalización tiene una larga tradición en la bibliografía sobre el cambio sintáctico, en este trabajo no se hace ninguna presentación de la teoría. En cambio, sí que se dedica el primer capítulo de la monografía a discutir acerca de la pertinencia teórica de plantear la gramática de construcciones como un modelo para el estudio de la evolución gramatical. De este modo, el monográfico se abre con un capítulo titulado “¿Es necesaria una gramática de construcciones diacrónica?” (Mar Garachana), en el que se trata de demostrar que aunar este modelo teórico con los avances logrados en el terreno de la gramaticalización permite dar cumplida cuenta de algunos cambios gramaticales acaecidos en el transcurso del tiempo. El resto de trabajos son aplicaciones concretas de estos dos modelos teóricos a la evolución de perífrasis verbales concretas. Estos ←19 | 20→trabajos se organizan en torno a tres bloques temáticos. El primero se centra en la lengua de signos. El segundo bloque se ocupa de perífrasis nacidas a partir de verbos estativos o que expresan aprehensión o algún tipo de actividad general. El último bloque lo conforman estudios sobre construcciones pluriverbales surgidas a partir de verbos de movimiento.

Para entender la pertinencia de las lenguas de signos en el estudio de la diacronía de las perífrasis verbales, no basta con aludir a la proximidad de los procesos cognitivos que se dan en las lenguas signadas y en las lenguas orales en la gramaticalización de las perífrasis. Estudios recientes muestran que la fijación de nuevas estructuras gramaticales como son las perífrasis puede llevar aparejada la rutinización de ciertos gestos, que pasan a conformar una parte esencial del significado de la nueva construcción. Esta fijación de una gestualidad a la producción de una perífrasis llega en ocasiones al extremo de que resulta de difícil comprensión la utilización de una perífrasis con un gesto que no le resulte afín (Rosková 2019). En esta línea de estudios, es clave contar con la contribución de Maria Josep Jarque, quien, en su trabajo titulado “Construcciones verbales modales volitivas en las lenguas de signos. Qué aportan a la caracterización del concepto perífrasis verbal. Aproximación desde la gramática de construcciones”, centra su interés en la emergencia de construcciones verbales volitivas en las lenguas de signos, prestando especial atención a la catalana. Los objetivos del trabajo son tres. En primer lugar, se debate acerca de la adecuación de aplicar el concepto de perífrasis verbal a las construcciones formadas por la suma de dos verbos en la lengua de signos catalana (LSC). En segundo lugar, se analiza la construccionalización de varias estructuras perifrásticas volitivas. En tercer y último lugar, se presentan evidencias de interferencia con el español.

Las estructuras en las que Jarque basa su estudio son microconstrucciones volitivas que siguen el esquema VERBO + VERBO y que están encabezadas por verbos volitivos (GUSTAR, QUERER, APETECER, ESPERAR) y cognitivos (PENSAR). Además, hay una construcción más, encabezada por OJALÁ. Dejando a un lado la construcción con OJALÁ, las restantes surgen como resultado de procesos de construccionalización, por los que estructuras VERBO + VERBO ven modificadas sus propiedades sintácticas, semánticas y prosódicas. A su vez, la creación de la estructura encabezada por OJALÁ, que parte de una pieza (OJALÁ) que puede justificarse como un préstamo del español, parece ser el resultado de la presión analógica ejercida por las otras construcciones. Las estructuras VERBO + VERBO cuya primera forma es un verbo volitivo habrían diseñado un patrón gramatical en el que la combinación de un elemento léxico que expresa volición con un verbo puede reutilizarse para indicar modalidad volitiva, independientemente de las propiedades gramaticales del primer formante. Se trascendería en la ←20 | 21→lengua signada el requisito de que el primer elemento de la construcción sea un verbo (igual que en las lenguas orales se supera en ocasiones la exigencia de que el segundo elemento sea un verbo en forma no personal → vid. en este volumen Orqueda et al. para construcciones del tipo de llegar y + verbo finito e ir y + verbo finito; Garachana 2020a también para ir y + verbo finito y Cifuentes 2009 para estar que + verbo finito). La estructura creada partir de OJALÁ pone sobre la mesa la cuestión de qué construcciones quedan dentro de la categoría perifrástica. La respuesta, una vez más, dependerá de si los criterios definitorios de las perífrasis se toman en sentido estricto o amplio. También será crucial considerar si el tipo de construcción gramatical originado por las estructuras de VERBO + VERBO que permite la emergencia de estructuras que siguen su modelo significativo, pero no categorial (el caso de OJALÁ), no es la prueba de que, una vez gramaticalizadas, las estructuras pluriverbales se independizan de las categorías preestablecidas en la lengua y pasan a funcionar como polos de atracción de otro tipo de estructuras que no siguen exactamente su patrón de construcción. De ser así, podríamos explicar por presión analógica funcional la existencia de llegar y + verbo finito, estar que + verbo finito y otras construcciones afines en español.

Las siguientes tres contribuciones del monográfico se basan en el estudio de construcciones cuyo verbo auxiliar es un verbo estativo o que significa algún tipo de aprehensión o actividad genérica. La primera de ellas corresponde al capítulo firmado por Esther Artigas y Laura Cabré, “¿Acostumbraron los antiguos dezirlo así? Perfectividad y aspecto habitual en latín: el caso de solitus sum”. Estas autoras replantean la caracterización aspectual de soler + INF partiendo de sus orígenes latinos. Artigas y Cabré se basan en la etimología de soleo y en las características latinas de la construcción para probar que soleo + INF no es una perífrasis habitual, sino empleada para la caracterización o para indicar lo que es esencial a una situación o a una persona. El verbo soleo es definido, siguiendo a Cabré (2020), como un verbo estativo ‘ser de uno, ser normal, ser costumbre’. Si a esto se le añade que soleo acostumbra a combinarse con infinitivos correspondientes a verbos estativos, que denotan eventos no iterables, y con predicados actitudinales, resulta difícil considerar que estemos ante una perífrasis aspectual que exprese la habitualidad con la que se produce un evento. Más aún, soleo + INF no exige sujetos [+ agentivos]. Así las cosas, la conclusión a la que llegan las autoras es que esta perífrasis se encuentra próxima a la inglesa to be used to, estudiada por Bertineto (1997), y proponen definirla en términos de una perífrasis de aspecto continuo. Esto es, soleo + INF no expresa una acción que el sujeto de la perífrasis acostumbre a realizar de manera habitual, sino una acción que este está acostumbrado a realizar y que, por lo tanto, lo caracteriza. La relación con el sentido iterativo es fácil de establecer, puesto que el aspecto continuo queda en el ←21 | 22→ámbito de la imperfectividad. Además, como señalan las autoras, existen lenguas en las que no hay una expresión formal diferenciada para significar lo continuo y lo habitual. Esta caracterización es crucial para entender el significado de soler + INF en las primeras etapas del español. Artigas y Cabré demuestran que soler + INF mantiene como significado básico el de ‘tener una costumbre, un hábito’, ‘estar acostumbrado’. En consecuencia, este estudio obliga a replantear las caracterizaciones que se han realizado de la perífrasis soler + INF para el español a fin de establecer si sus empleos se sitúan en el terreno del aspecto continuo o del aspecto habitual.

El segundo trabajo de este bloque de la monografía, “La perífrasis estar por + infinitivo”, lo firma Axel Hernández, quien centra su estudio en la gramaticalización de esta perífrasis. Hernández prueba que estar por + INF se refiere a aquello que el sujeto tiene en mente hacer, esto es, expresa valores modales vinculados al propósito del sujeto agente y no tanto eventos a punto de realizarse. La perífrasis también se refiere con un marcado sentido pasivo a aquello que todavía no se ha realizado, si bien probablemente tendrá lugar. En la formación de esta perífrasis, Hernández señala el papel decisivo que jugó el significado estativo de estar, así como también el valor latino de pro en su acepción locativa de ‘frente a’, puesto que lo que está delante, puede reinterpretarse metafóricamente como lo que está por venir, esto es, lo que está delante en el tiempo. Así pues, todos los elementos de la construcción intervienen en la conformación de un nuevo patrón perifrástico. El verbo estar daría el valor locativo, situacional, y por situaría dicho estado en un momento posterior. Significativamente, los primeros empleos de estar por + INF se dan con el verbo venir, en su acepción metafórica de ‘suceder’, como auxiliado. De hecho, la fijación de esta perífrasis se da en los siglos XVI-XVII, coincidiendo con la consolidación de estar por venir como locución verbal. Si la perífrasis va acompañada de sujetos animados y agentivos se actualizan sentidos aspectuales incoativos, pero con sujetos inanimados y verbos estativos se ponen de manifiesto los sentidos pasivos de la construcción, que expresa una acción todavía no realizada, dejando en suspenso si esta llegará a producirse o no (Aun eso está por averiguar ‘está por ser averiguado’). Estos últimos valores se han visto incrementados en el transcurso del tiempo y, de acuerdo con Hernández, son los que singularizan a la perífrasis, asegurándole un espacio en el conjunto perifrástico del español, pese a su baja frecuencia de empleo.

La tercera contribución de esta sección del monográfico corresponde al trabajo de Renata Enghels y Marie Comer, “La red construccional de perífrasis causativas. Definición, comparación sincrónica y evolución diacrónica”. Estas autoras tratan acerca de las perífrasis causativas o factitivas hacer + INF, poner + INF y meter + INF. Su objetivo es doble. Por una parte, aspiran a caracterizar poner ←22 | 23→+ INF y meter + INF como construcciones causativas. Por otra parte, llevan a cabo un estudio diacrónico de la evolución de las tres construcciones, poniendo el énfasis en las diferencias que acarrea la diferente semántica de los verbos poner y meter en sus usos léxicos. Este aspecto vuelve a poner sobre la mesa el tema de la importancia decisiva que tienen los significados etimológicos de los verbos seleccionados como futuros auxiliares en la evolución de la construcción verbal.

La comparación de los subesquemas hacer + INF, poner a + INF, meter a + INF se fundamenta en tres parámetros formales y funcionales, a saber, (i) la posibilidad de intercalar material léxico, concretamente el participante causado (SN2), entre el verbo auxiliar y el auxiliado, (ii) el grado de causación directa o indirecta expresado y (iii) el perfil semántico del evento denotado por la estructura causativa, que se define a partir de las características semánticas del participante causante (SN1), del participante causado (SN2) y del infinitivo.

La construcción con hacer se aviene bien a la estructura más gramaticalizada con incorporación del infinitivo (SN1 + V + INF + SN2). Las otras dos construcciones, en cambio, se decantan más por la descomposición sintáctica (SN1 + V + SN2 + INF), de manera particular meter a + INF, que a lo largo de su trayectoria histórica opta por la anteposición del participante causado. En contrapartida, poner a + INF desde finales de la Edad Media muestra una especial afinidad por la estructura con incorporación. Formalmente, pues, poner a + INF está más próxima al subesquema con hacer. En el terreno funcional se confirma este comportamiento. Así, se observa que, mientras que la estructura factitiva con hacer tiene una distribución equitativa en la expresión de la causación directa e indirecta, las estructuras formadas con poner y meter se muestran proclives a la causación directa, con participantes causados inanimados y participantes causantes animados. En el caso de meter esta afinidad es absoluta. En cuanto a poner, a partir del siglo XIX, se dan unos pocos casos de causación indirecta, que aproximan este subesquema al de hacer. Finalmente, las autoras prueban que se ha producido una especialización semántica entre las construcciones factitivas que permite diferenciarlas entre sí y sostener que la expresión de la factitividad en español se ajusta a esquemas diferenciados. Entre ellos, hacer + INF es la forma prototípica y poner + INF se acerca a ese centro prototípico en su devenir histórico. En cambio, meter + INF parece estar alejándose de él.

Como se ha indicado, el último bloque del monográfico centra la atención en perífrasis forjadas a partir de verbos de movimiento. Comienza esta sección Octavio de Toledo, quien, en su capítulo titulado “¿Desde cuándo venir + gerundio viene siendo una perífrasis? De construcciones vicarias y estructuras renacidas”, analiza la perífrasis venir + GER, una construcción a la que se han dedicado escasos estudios en español, tanto en la vertiente diacrónica como sincrónica. El ←23 | 24→trabajo de Octavio de Toledo sitúa la creación de esta perífrasis en la segunda mitad del XVI y su consolidación en el XIX. El origen de venir + GER puede explicarse a partir de construcciones en las que venir coincidía con un gerundio que funcionaba como predicativo del sujeto. En algunas de estas construcciones se infería un sentido progresivo que vinculaba venir + GER con una perífrasis bien asentada en la lengua, ir + GER. En este punto, venir + GER empieza a competir con ir + GER como perífrasis progresiva y precisamente esta competencia será la que le dará un patrón analógico que facilitará su expansión. Entre 1525 y 1550 venir + GER empieza a combinarse con gerundios que expresan eventos graduales y esto permitirá la emergencia de sentidos continuativos, de acuerdo con un proceso de gramaticalización secundaria que permitirá deslindar los empleos de ir + GER y los de venir + GER. En la segunda mitad del siglo XVI se consolidan los valores progresivos y continuativos de la perífrasis, que, asimismo, se documenta con empleos metadiscursivos. Sin embargo, la segunda mitad del XVII supone una notable reducción del empleo de la perífrasis que se mantiene hasta 1820. A partir de este momento, es la estructura continuativa la que se impone en la lengua, arrastrando consigo a la metadiscursiva. La expansión de los significados continuativos, que antes del siglo XIX no habían sido muy característicos de la perífrasis, seguramente tiene que ver con el empleo del verbo venir en otra construcción perifrástica, venir a + INF, que sirvió como una nueva construcción soporte para la expansión de venir + GER. Este juego de presiones analógicas no es ajeno a la proximidad que los hablantes encuentran entre ambas construcciones. Pero lo realmente relevante es que la consolidación de venir + GER resulta de su capacidad para mimetizarse a otras construcciones y crecer bajo su amparo.

Dorien Nieuwenhuijsen, en el capítulo “El papel de las unidades convencionalizadas en los procesos de gramaticalización. El caso de la perífrasis andar buscando”, aborda el estudio del papel de las construcciones convencionalizadas en los procesos de gramaticalización. Así, se centra en una estructura perifrástica que ha sido considerada no enteramente gramaticalizada en la bibliografía lingüística, a saber, andar + GER. La autora parte de una explicación global del proceso evolutivo de andar + GER y, basando sus conclusiones en un fino análisis estadístico, prueba que la época de mayor impacto de esta perífrasis en el español peninsular fueron los siglos XVI y XVII. El hecho que desde el comienzo de la andadura de esta perífrasis en español buscar fuese la forma que más a menudo aparecía en la posición del infinitivo lleva a Nieuwenhuijsen a plantear la hipótesis de que la construcción andar buscando fue clave en la expansión de andar + GER. Significativamente, en otras perífrasis cursivas la presencia del verbo buscar en la posición de gerundio es claramente inferior, lo que probaría la existencia de una afinidad esencial entre andar y buscar, que habría permitido ←24 | 25→que la construcción perifrástica se tiñese de un matiz de persistencia y de determinación por parte del sujeto, dado que la noción de búsqueda implica la agentividad de un sujeto humano determinado a localizar algo. Así, andar + GER añade a su sentido cursivo discontinuo un valor de empeño o determinación gracias a la importancia que tiene en la conformación de esta perífrasis su patrón de combinaciones. La conformación semántica de esta perífrasis fue acompañada de otros cambios parejos en lo sintáctico que prueban su fijación como unidad monopredicativa: la adyacencia y la fijación de una posición fija de los formantes, el ascenso de clíticos y la extensión a todo tipo de sujetos.

Daniel Cuní y Samia Aderdouch firman el capítulo “Un estudio diacrónico de tornar a + infinitivo en español”. En esta colaboración, los autores hacen un seguimiento histórico de la evolución de tornar a + INF, en su doble acepción como perífrasis reiterativa (Otra vez llaman a la puerta, espero que no vuelva a ser tu amigo) y restitutiva (Por fin, vuelve a ser él). Los autores documentan la perífrasis a lo largo de la Edad Media y certifican la caída de su frecuencia de uso en el siglo XVI, cuando probablemente cedió terreno ante el avance de volver a + INF. Después de ese momento, solo se mantiene en la lengua como artificio retórico. Esta investigación constituye una rigurosa aplicación de los principios de la gramática de construcciones diacrónica al cambio gramatical y señala la importancia de los registros en la evolución de la lengua y en la creación de nichos gramaticales donde ciertas formas verbales pueden mantenerse a lo largo del tiempo.

El trabajo de Verónica Orqueda, Carlos González, Silvana Guerrero, Felipe Hasler, Matías Jaque, Claudio Garrido y Magdalena Covarrubias, “Llegar no es igual a coger. Dos momentos en la gramaticalización de las construcciones multiverbales en español”, centra su atención en un patrón construccional que la gramática tradicional solo había introducido en los estudios por la puerta de atrás. Concretamente, estos autores se ocupan de las construcciones en las que un verbo de movimiento o de aprehensión se une con otro verbo en forma flexiva, mediante la presencia de y, para desempeñar un funcionamiento gramatical monopredicativo. Esto es, estos autores se ocupan de estructuras gramaticales que vinculan la forma ([V1 movimiento/aprehensión y + V2 verbo finito]) a un significado admirativo o interruptivo. Los autores, siguiendo la propuesta de Aikhenvald (2011), denominan a estas estructuras construcciones multiverbales. Dentro de las construcciones multiverbales, distinguen las que presentan uno de los verbos en forma no finita (las construcciones multiverbales de verbo infinito o CMVI) de las que presentan ambos verbos en forma finita (las construcciones multiverbales de verbo finito o CMVF). Las primeras corresponden a las perífrasis verbales de la tradición gramatical, y las segundas, a estructuras que se escapan a la forma ←25 | 26→básica de las perífrasis. La nomenclatura que emplean estos autores permite captar la afinidad esencial que existe entre las estructuras que estudian y las perífrasis verbales y así soslayar la polémica generada a propósito de su categorización gramatical.

Los autores señalan para las construcciones pluriverbales que les ocupan un origen etimológico común. Así, las CMVF proceden o bien de estructuras formadas a partir de verbos de movimiento (ir, venir, llegar, saltar), o bien a partir de verbos de aprehensión (tomar, coger, agarrar, pillar). La hipótesis de los autores es que el valor básico de las CMVF es el aspectual interruptivo, si bien señalan, además, un nuevo punto de gramaticalización que supone la evolución hacia sentidos admirativos, que solo afecta a las CMVF formadas a partir de verbos de movimiento, que habrían experimentado un mayor grado de gramaticalización. Este mayor índice de gramaticalización se traduce en una también mayor fijación formal que las situaría en una posición de modificadores invariables de la cláusula que encabezan.

El trabajo de Mar Garachana, “La diacronía de alcanzar a + INF en español. Construccionalización y diferenciación dialectal en la conformación del sistema perifrástico del español”, tiene como centro de interés la historia de la perífrasis alcanzar a + INF en español. Alcanzar a + INF es una perífrasis con una baja frecuencia de empleo en la lengua, que nunca ha despertado un interés particular entre los investigadores. En este trabajo, se considera que alcanzar a + INF conforma una categoría radial que da cabida a cuatro microconstrucciones, que asocian matices de significado particulares a una combinatoria sintáctica también específica. Así, los valores de capacidad se asocian con construcciones en las que alcanzar a + INF se construye con sujetos animados, volitivos o no, y con el auxiliar conjugado en un tiempo imperfectivo (¿Alcanzas a ver el reloj? ‘¿puedes ver el reloj?’). Las lecturas de logro se vinculan a sujetos animados, volitivos y a auxiliares perfectivos (Al final, alcancé a ponerme en pie ‘logré ponerme en pie’). Los contextos en que la perífrasis tiene un significado focalizador, destinado a resaltar el significado del verbo auxiliado, contienen sujetos inanimados y auxiliares conjugados en tiempos perfectivos o imperfectivos (Nada alcanza a desencadenar el sudor en estos enfermos). Por último, alcanzar a + INF puede vehicular un valor de posibilidad en estructuras con sujetos genéricos y auxiliares conjugados en tiempos imperfectivos (Solo se alcanzaba a leer unas pocas palabras ‘solo era posible leer unas pocas palabras’).

La historia de alcanzar a + INF se inicia en el siglo XV. Su nacimiento muy posiblemente esté relacionado con la decadencia de una perífrasis sinónima uviar ‘llegar’ a + INF y con la presión analógica que pudo ejercer llegar a + INF. La hipótesis de la presión de una construcción soporte se vería ratificada por ←26 | 27→el hecho de que los sentidos de capacidad, logro y focalización se documentan desde las primeras ocurrencias de la perífrasis, mientras que los signos de evolución son pocos. Los cambios que experimenta la perífrasis tienen que ver con el desarrollo en el siglo XVI del significado de posibilidad, a partir de los valores de capacidad. Un siglo después, la perífrasis tiende a utilizarse preferentemente en contextos negativos, con lo que se convierte en un instrumento para la expresión de la incapacidad, de la frustatividad y de la imposibilidad. Una vez consolidado su empleo en español, se detecta desde fechas muy tempranas (siglo XVII) la predilección de la perífrasis por tierras americanas, que se consuma en el siglo (XIX). El estudio de esta perífrasis permite obtener conclusiones teóricas de interés. Por un lado, permite justificar razonadamente por qué los verbos de movimiento se convierten con tanta frecuencia en formas auxiliares. Por otro lado, el estudio de la evolución de alcanzar a + INF da cuenta de la afinidad que parece mantenerse entre el verbo auxiliar y el verbo léxico del que procede después de su gramaticalización.

Todas las contribuciones que integran esta monografía están enriqueciendo la base que conducirá a la redacción del Diccionario histórico de perífrasis verbales del español en línea, del que empiezan a publicarse ya algunas de sus entradas (https://gradiadiacronia.wixsite.com/gradia/diccionario-historico-de-perifrasis).

Sant Iscle de Vallalta
18 de abril de 2020

Bibliografía

Aaron, Jessi. 2006a. «Me voy a tener que ir yendo: A Corpus-Based Study of the Grammaticization of the ir a + INF Construction in Spanish», en N. Sagarra y J. Toribio (eds.), Selected Proceedings of the 9th Hispanic Linguistics Symposium. Somerville, MA: Cascadilla Proceedings Project, 263–272.

Aaron, Jessi. 2006b. «Variation and change in Spanish future temporal expression: rates, constraints, and grammaticization». University of New Mexico.

Aaron, Jessi. 2007. «El futuro epistémico y la variación: gramaticalización y expresión de la futuridad desde 1600», Moenia 13, 253–273.

Alarcos Llorach, Emilio. 1994. Gramática de la lengua española. Madrid: Espasa-Calpe.

Aleza, Milagros. 2010. «Capítulo 3. Morfología y sintaxis. Observaciones gramaticales de interés en el español de América», M. Aleza y J. Enguita (eds.), En La lengua española en América: normas y usos actuales. Valencia: Unviersidad de Valencia, 95–223.

←27 | 28→

Aikhenvald, Alexandra Y. 2011. «Multi-verb constructions: setting the scene». en Multi-verb constructions. A view from the Americas. Leiden: Brill, 1–26

Details

Pages
350
Year
2020
ISBN (PDF)
9783631834046
ISBN (ePUB)
9783631834053
ISBN (MOBI)
9783631834060
ISBN (Hardcover)
9783631827840
DOI
10.3726/b17520
Language
Spanish; Castilian
Publication date
2021 (March)
Published
Berlin, Bern, Bruxelles, New York, Oxford, Warszawa, Wien, 2020. 350 p., 24 il. blanco/negro, 53 tablas.

Biographical notes

Mar Garachana (Volume editor)

Mar Garachana es Catedrática de Lengua Española en la Universidad de Barcelona. Sus principales líneas de investigación son la gramaticalización, la construccionalización, la lingüística de corpus y el cambio gramatical activado por contacto. Ha publicado diversos trabajos sobre estos temas.

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Title: La evolución de las perífrasis verbales en español. Una aproximación desde la gramática de construcciones diacrónica y la gramaticalización
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