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Juventud, espacio urbano e industria cultural

Un estudio del medio sonidero

by Eduardo González Castillo (Author)
©2015 Monographs VI, 121 Pages
Series: Latin America, Volume 30

Summary

En este libro Eduardo González Castillo presenta el estudio de una de las manifestaciones de la cultura popular urbana menos estudiadas en el México contemporáneo: el medio sonidero. Desarrollado por los habitantes pobres de ese país y por algunos de sus inmigrantes en los Estados Unidos, este medio de consumo cultural representa un caso ejemplar del modo cómo las culturas juveniles, las prácticas de economía popular y la industria cultural convergen en la definición de las prácticas subalternas dentro de la sociedad mexicana. Un marco teórico multitemático permite al autor tanto explicar los orígenes de este medio así como entender los significados que los jóvenes «sonideros» de la ciudad de Puebla asocian al mismo. Rico en consideraciones de tipo histórico y etnográfico, el estudio muestra por qué ahora más que nunca los estudios sobre cultura popular son necesarios para entender la evolución de la sociedad mexicana. La lectura de este libro será particularmente útil para los investigadores y profesores universitarios interesados en los estudios culturales y en la cuestión de lo popular en América latina.

Table Of Contents

  • Cubierta
  • Título
  • Copyright
  • Sobre el autor
  • Sobre el libro
  • Esta edición en formato eBook puede ser citada
  • Índice
  • Introducción
  • Primera parte: Pensar el consumo cultural juvenil en la ciudad contemporánea
  • Estudiar las culturas juveniles urbanas
  • Subculturas juveniles: Los primeros estudios culturales
  • Las “nuevas etnicidades”: Una aproximación crítica a los estudios culturales
  • “Tribus urbanas”: Una perspectiva posmoderna
  • “Club-­culturas”: Resituando las culturas juveniles
  • Culturas juveniles, poder y espacio urbano en la ciudad neoliberal
  • Consumo, cultura popular e industria cultural
  • Consumo cultural
  • Cultura popular
  • Industria cultural
  • Segunda parte: Puebla
  • Puebla, esbozo de una historia popular
  • Origen y desarrollo de la ciudad de Puebla: Los primeros años
  • Puebla y el México independiente
  • La masificación de la urbe
  • Tercera parte: Etnografía del medio sonidero
  • La difusión de la música tropical en México y el origen el medio sonidero
  • Contexto de origen y desarrollo del medio sonidero en la ciudad de Puebla
  • Medio sonidero y ciudad en la Puebla del nuevo milenio
  • El sonido del barrio poblano
  • De sonidos y sonideros
  • Organización gremial sonidera
  • Las relaciones con los medios
  • Los participantes en el medio sonidero
  • Los bailes
  • Los preparativos
  • El ambiente de los bailes
  • Cumbia sonidera
  • Para concluir este apartado
  • Conclusión
  • Anexo 1
  • Bibliografía
  • Obras publicadas en la colección

← vi | 1 → Introducción

En algunas ciudades del centro de la República Mexicana y entre algunas comunidades de inmigrantes mexicanos en los Estados Unidos se ha desarrollado a lo largo del siglo XX y del actual la modalidad sonidera del consumo de la música tropical (salsa, cumbia, bachata). Se le llama “sonidera” porque se basa, principalmente, en la existencia de equipos móviles de luces y sonido (los sonidos) que ofrecen sus servicios para la realización de bailes públicos o privados. Por sinécdoque, los sonidos han dado nombre no sólo a los bailes en que se presentan, sino a todo el medio cultural en que se desenvuelven. De ahí que se hable del medio sonidero, que incluye a los dueños de los sonidos, a los trabajadores de éstos, a los organizadores de los bailes, a los vendedores de publicidad y a los seguidores de los sonidos. Este libro estudia la manifestación de este fenómeno dentro de la ciudad mexicana de Puebla.

Aunque el medio sonidero poblano cuenta con la participación de distintos grupos de edad, la mayoría de la gente que se interesa en él en tanto que medio de diversión o como espacio de trabajo es marcadamente joven. En este sentido, es posible hablar de los sonidos como de un medio de consumo cultural esencialmente juvenil o, si se prefiere, como un tipo de cultura juvenil. El medio sonidero es, además, un medio propio a las clases más desfavorecidas del México contemporáneo: comerciantes ambulantes, trabajadores de oficio (albañiles, tahoneros, electricistas), empleados y obreros se encuentran entre sus más conspicuos ← 1 | 2 → consumidores. Se trata, en este sentido, de una práctica cultural que no es sólo juvenil, sino también popular. En concordancia, este libro inserta el estudio del medio sonidero en un marco teórico multitemático, que comprende los estudios sobre juventud, la reflexión sobre el espacio urbano, el estudio de la cultura popular y la discusión en torno al concepto de industria cultural. El objetivo general de la obra es responder a la siguiente pregunta: ¿Cuáles son las condiciones y las prácticas sociales que han posibilitado el desarrollo y la permanencia del medio sonidero en tanto que manifestación de la cultura juvenil urbana?

La perspectiva teórica general desde la que se intenta responder a esta interrogante es la de la economía política tal y como ha sido desarrollada en la antropología por autores como Eric Wolf (1990), William Roseberry (1989, 2002), Sidney Mintz (1985) y David Harvey (1989). En este sentido, un aspecto medular dentro de nuestra reflexión es el relativo a los vínculos de esta práctica cultural juvenil con los procesos socioeconómicos mayores que estructuran el espacio urbano poblano. En efecto, a diferencia de otros trabajos que se interesan también en los jóvenes, nuestro estudio pone mucha atención en el contexto socioeconómico de emergencia de sus prácticas. De este modo buscamos romper con la inercia que se ha instalado entre ciertos estudios más o menos postmodernos que, deliberadamente o no, disocian las prácticas culturales juveniles del contexto socioeconómico y político en el que se desarrollan. Es menester apuntar que aunque dichos estudios han aportado visiones comprensivas y esclarecedoras del modo cómo los jóvenes significan sus propias prácticas, también han tenido como consecuencia indeseable la “exotización” de las mismas y su disociación de la evolución del orden político y socioeconómico.

Nuestra aproximación al medio juvenil sonidero es realizada a partir de la cuestión del consumo cultural. Éste último es abordado mediante dos conceptos: el de hegemonía y el de industria cultural. Una dificultad a resolver, en este sentido, es la que se refiere a la aparente incompatibilidad que existe entre ambos términos, pues al aceptar la noción de hegemonía para caracterizar las relaciones de poder entre los diferentes grupos y clases sociales (noción que, como es sabido, se refiere al hecho de que las relaciones de poder entre las clases sociales no deben ser entendidas como de total dominación o de absoluta resistencia, sino como un proceso continuo de negociación política y cultural) de alguna manera se cierra las puertas al concepto de industria cultural, que en apariencia supone una idea contraria: esto es, que la dominación cultural existe, que existen instituciones sociales que, mediante el control de la cultura, contribuyen a la reproducción del orden social capitalista y, en consecuencia, a la de la dominación cultural. Ahora bien, dado que para esta investigación la utilidad de ambos conceptos es innegable, una pregunta se presenta como inevitable: ¿cómo conciliarlos sin desvirtuarlos? ¿Cómo utilizar ← 2 | 3 → esos dos conceptos en una misma investigación sin que ésta sea contradictoria? Percibiendo este problema, algunos autores han optado por despolitizar la noción de industria cultural (Hesmondhalgh, 2007, García Canlini 1990). García Canclini, por ejemplo, propone en su clásico Culturas híbridas utilizar el concepto de industria cultural únicamente para referirse al hecho de que existen bienes de consumo cultural que son producidos mediante procesos técnicos y relaciones de carácter industrial… y nada más, sin hacer alusión alguna a la dimensión política de dichos bienes culturales ni a los poderes económicos que los producen.

El presente libro ofrece una perspectiva teórica alternativa. Dicha perspectiva puede ser resumida, por lo pronto, del siguiente modo: los conceptos de industria cultural y de hegemonía son compatibles, y las industrias culturales participan realmente en la reproducción del capitalismo y de la desigualdad social que éste implica, pero ello no ocurre como Bourdieu (1979) lo suponía, porque sus ritmos de producción repitan, en el espacio doméstico, el ritmo de la fábrica, ni porque faciliten la reproducción de un poder cultural central y uniforme (como por momentos parecen sugerirlo los miembros de la Escuela de Francfort) sino porque expresan y reproducen un orden relacional más o menos idéntico al interior de prácticas culturales diversas. De esta manera, las industrias culturales no implican una cultura única ni pueden ser compactadas en una entidad mediática específica (la televisión, la industria del disco, la industria cinematográfica). Por el término hay que entender, más bien, cualquier uso de las tecnologías de comunicación que, gracias a su inserción dentro de las relaciones que animan la lógica económica capitalista, prospere en el ámbito del consumo cultural… y contribuya por ende a la reproducción de dicha lógica.

En las siguientes páginas estudiaremos cómo se vincula una práctica específica de la cultura popular juvenil—el medio y el baile sonideros—con las industrias culturales. Lo que me interesa resaltar es la relación que existe entre ambos elementos, cómo se interpenetran. Este hecho es de especial importancia, puesto que generalmente se acepta la idea de que en el contexto urbano la cultura de las clases populares está bajo el control de las industrias culturales (identificando a éstas con los grandes poderes mediáticos y del entretenimiento), sin precisar claramente de qué manera se da esa relación de dependencia. El ahora ausente Carlos Monsiváis, por ejemplo, presentaba bajo el término de sociedad de masas esta visión de las culturas populares urbanas:

Por sociedad de masas entiendo no sólo las imágenes convocables: multitudes en el metro y en la calle, embotellamientos y congestiones de tránsito, ‘diluvio poblacional’ y hacinamientos. Entiendo sobre todo un quebrantamiento sistemático de las realidades conocidas y una pulverización de las soluciones y los paliativos clásicos en favor de una cultura de la necesidad: no, como anteriormente, la búsqueda o el refrendo de cánones (← 3 | 4 → una cultura criolla y católica, una cultura liberal y mestiza, un saber de élite, la educación como milagro individual y social) sino la obtención de elementos que ordenen compensatoriamente la vida cotidiana. Intentaré explicarme: al perderse en el campo, con las emigraciones sistemáticas, las antiguas soluciones de continuidad, la experiencia nacional quedó en los medios de difusión (Monsiváis, 1977: 37).

Details

Pages
VI, 121
Publication Year
2015
ISBN (PDF)
9781453915486
ISBN (MOBI)
9781454191964
ISBN (ePUB)
9781454191971
ISBN (Softcover)
9781433129087
DOI
10.3726/978-1-4539-1548-6
Language
Spanish; Castilian
Publication date
2015 (May)
Keywords
mexicana sociedad mexicana urban popular culture medio sonidero
Published
New York, Bern, Berlin, Bruxelles, Frankfurt am Main, Oxford, Wien, 2015. VI, 121 p.

Biographical notes

Eduardo González Castillo (Author)

Eduardo González Castillo cuenta con un doctorado en antropología social por la Universidad Laval (2009). Su tesis doctoral abordó la acción política juvenil, el nacionalismo cultural y el espacio público en Puebla, México. En 2012 publicó Le militantisme culturel dans le Mexique contemporain. En la actualidad, el Dr. González Castillo colabora como investigador asociado en la CRÉVAJ/ÉNAP, en Canada, donde estudia temas como las culturas juveniles, la gobernanza urbana y el activismo radiofónico inmigrante en la ciudad de Montreal.

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