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Nacer desde el sueño

Fenomenología del onirismo en el pensamiento de María Zambrano

by Gabriel Astey (Author)
Monographs VI, 158 Pages
Series: Exiles and Transterrados, Volume 1

Summary

María Zambrano (1904–1991) creó una antropología filosófica labrando con paciencia artesanal y vitalicia un puñado de conceptos: la divinización de lo sagrado, la razón-poética, el sentir originario, la forma-sueño, el devenir-persona. El pensamiento subyacente a los conceptos de forma-sueño y devenir-persona propone que el tiempo y la vida humanos vienen del sueño y que, soñando, cada quién descubre y actualiza su vida personal singular.
Este libro estudia esas propuestas a la luz de la fenomenología y el psicoanálisis; en esa medida, elabora un diálogo entre la filósofa andaluza, Husserl y Freud a propósito de la naturaleza temporal y la función anímica de los sueños.
Pero la obra es también una reflexión sobre el nacimiento y la muerte de la criatura ejemplar de esa antropología: la persona, que vive porque sueña y que sueña para vivir cada vez más humanamente.

Table Of Contents

  • Cubierta
  • Título
  • Copyright
  • Sobre el autor
  • Sobre el libro
  • Esta edición en formato eBook puede ser citada
  • Índice
  • Prólogo
  • Capítulo 1: La forma de la temporalidad
  • Capítulo 2: Metapsicología de la forma-sueño
  • Capítulo 3: Narratología de la forma-sueño
  • Capítulo 4: La ipseidad del sujeto zambraniano
  • Capítulo 5: El alcance terapéutico del soñar
  • Bibliografía
  • Índice de nombres y materias
  • Obras publicadas en la colección

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Prólogo

En 1965 María Zambrano publica El sueño creador, “un aspecto de la investigación acerca de los sueños y el tiempo emprendida por quien esto escribe hace ya algunos años” (2010, 37). En 1992 aparece póstumamente Los sueños y el tiempo, en cuya nota preliminar Jesús Moreno afirma: “este que iba a ser el último libro de María Zambrano ha sido mientras se iba, largamente, escribiendo, el plano subyacente y silencioso o el invisible compás que trazaba el propio método de Zambrano en cada uno de sus otros libros” (Apud Zambrano 1992, 9). En efecto, como puede apreciarse en estas dos obras capitales, la experiencia de la temporalidad y la del onirismo vertebran la antropología filosófica zambraniana: soñar a lo largo del tiempo de la vida humana establece una pauta para “devenir persona”, proceso de autoconocimiento según el cual los sueños provocan un despertar existencial.

Desde los albores de la literatura especializada, los exégetas de Zambrano comparten esta opinión sobre el papel del onirismo. Por ejemplo, en un texto pionero, Fernando Muñoz escribe: “El sueño creador es ese sendero, ese camino-guía, que se le revela graciosa, gratuitamente al sujeto. Mas solamente cuando esté preparado, abierto. Cuando haya creado dentro de sí un vacío –lo lleno por definición no puede recibir nada– que acoja tanto sus ínferos, su ‘nudo de víboras’, su conflicto, sin engaños, como su anhelo más puro prefigurando en él su finalidad destino” (1983, 95). Más de dos décadas después, María Joao Neves propone:

La sustancia de la vida humana es, para Zambrano, el tiempo, hecho en virtud del cual saber circular por su tiempo constituye uno de los conocimientos más valiosos que el ser humano puede adquirir. Según Zambrano, los sueños pueden justamente constituirse en guía para que el hombre sepa recorrer sus múltiples tiempos, creándose así la posibilidad de alcanzar el conocimiento sobre sí mismo. (2004, 46)

Los estudiosos también destacan unánimemente el concepto de forma- sueño como la pieza maestra de esta región del pensamiento zambraniano (por ejemplo: Maillard 1992, Ortega 1994, Fenoy 2004, Neves 2004 y ← 1 | 2 → 2007, Lizaola 2008 y Moreno 2008). La andaluza estudia los sueños por su forma, no por su contenido: “el sueño, los sueños, no son la presentación de un cierto argumento ante todo, sino el medio, la forma; la forma sueño” (Zambrano 2010, 43); además, Zambrano concibe la forma del soñar en los términos de una fenomenología de la temporalidad tan paradójica que la enuncia como fenomenología de la atemporalidad, “del sujeto privado de tiempo, de lo que de él brota incoerciblemente ante el contacto nudo con eso, con ese absoluto con el que se las ve a solas, fuera de su medio. El medio del sujeto humano que es la temporalidad” (1992, 19). Así, la forma-sueño vincula los órdenes temáticos de los sueños y el tiempo.

Ahora bien, que los exégetas no concuerden a propósito de los componentes de la forma-sueño delata la problematicidad del concepto zambraniano de sujeto, estructurado en niveles y capaz de experimentar el tiempo en varias modalidades. Por mi parte, entenderé la forma-sueño como una instancia, orientada a la autognosis, que articula los componentes de la persona (la psique y la conciencia) con los modos de la temporalidad (la duración, la atemporalidad y la sucesión) según tres regímenes de actividad espiritual (dormir, soñar y velar).

El disenso de los especialistas acerca de la forma-sueño obedece también a estos otros factores: el predominio de la glosa impresionista sobre el comentario riguroso; la somera atención prestada a los detallados análisis de los modos temporales y de los mecanismos de interacción entre el sueño, la vigilia, la psique y la conciencia, que Zambrano realiza en Los sueños y el tiempo, desatención disculpable hasta 1992, cuando se publicó ese libro, pero no después; la frecuente negativa a interpretar el pensamiento zambraniano desde la fenomenología husserliana (salvo, por ejemplo, en López 2007 y 2013, y en Moreno 2008); por último, el rechazo a emprender una comparación de la teoría de los sueños de la andaluza con la de Freud (heredado de la enjundia con que la propia filósofa –muy idiosincrásicamente– se opuso al psicoanálisis).

El propósito del presente libro1 es interpretar la forma-sueño a la luz de Husserl y de Freud, así como destacar la narratividad en el horizonte del onirismo zambraniano, tarea a la que solamente se han dedicado algunos ← 2 | 3 → críticos (Maillard 1992, Morey 1998, Russo 2001, Moreno 2008). Esta interpretación implica tres pesquisas teóricas: la primera, fenomenológica, indaga la naturaleza de la temporalidad; la segunda, metapsicológica, describe la economía pulsional del “aparato psíquico” zambraniano; la tercera, narratológica, explora la contextura diegética de los sueños en el pensamiento de la andaluza. Estas pesquisas se complementan con dos reflexiones más: la primera aborda el concepto de identidad personal que la forma-sueño genera; la última evalúa el rendimiento constructivo del onirismo en el proceso de devenir persona.

En el primer capítulo, confronto la fenomenología zambraniana de la temporalidad con la de Husserl y con la teoría agustiniana del tiempo; emprendo también una digresión sobre el pitagorismo y su influencia en la noción de tiempo cosmológico en el pensamiento de la andaluza. El propósito del capítulo es fijar los límites con que Zambrano distingue el tiempo del mundo, del tiempo del organismo, y del tiempo del espíritu, pero también explicar cómo se ordena el vivir humano dentro del tercero de esos tiempos, el propiamente fenomenológico.

El segundo capítulo expone, en clave freudiana, las transacciones anímicas que le permiten al sujeto moverse por los niveles del tiempo del espíritu. Muestro ahí que la actividad onírica regula la economía pulsional de ese sujeto, y explico cómo trabaja la forma-sueño a favor del devenir-persona. Según la autora, la vida humana se desarrolla conforme a la alternancia entre la vigilia y el sueño: si no se durmiera y soñara, la persistencia de la vigilia impediría reconocer a la psique y reconocerse en ella; si no se velara, el sueño sería abrumador y frustraría el despertar al mundo y a la intersubjetividad. Zambrano piensa que existe una forma “correcta” (por saludable) de soñar, que ayuda a la psique y a la conciencia a congraciarse, y que previene dos tendencias dañinas: que el individuo se enajene en el campo de lo noético puro, o que se refugie regresivamente en una psique placentaria y no logre “nacer”, devenir persona.

Me ocupo de la narratividad de los sueños en el tercer capítulo, haciendo dialogar a la andaluza con el Ricoeur de Tiempo y narración. ← 3 | 4 → Interpreto el onirismo zambraniano de acuerdo con la teoría de la “triple mimesis”, en el entendido de que los sueños son relatos sui generis, en parte curativos, que la fantasía elabora rememorando vivencias dolorosas del individuo. En tanto que representaciones, los sueños se traman como historias porque las vivencias que los alimentan prefiguran la diégesis; es decir, en la matriz del sueño zambraniano residen los elementos prenarrativos de una “semántica de la acción” (mimesis I). Además, como soñar es una forma de recordar, la distensión de la memoria en el tiempo implica un despliegue del recuerdo según cierta gramática y cierta semántica diegéticas (mimesis II). Por último, soñar es también una actividad reflexiva y ontogenética, que otorga una “vida de segundo grado” (Zambrano 1992, 33) y concede al soñador el poder de refiguración personal en el que Ricoeur cifra la virtud última de la narratividad (mimesis III).

Details

Pages
VI, 158
ISBN (PDF)
9781787071957
ISBN (ePUB)
9781787072848
ISBN (MOBI)
9781787072855
ISBN (Softcover)
9781787070646
DOI
10.3726/b10435
Language
Spanish; Castilian
Publication date
2017 (February)
Keywords
Soñar tiempo persona
Published
Oxford, Bern, Berlin, Bruxelles, Frankfurt am Main, New York, Wien, 2017. VI, 158 p.

Biographical notes

Gabriel Astey (Author)

Gabriel Astey es licenciado en lengua y literatura hispánicas por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), y maestro y doctor en humanidades por la Universidad Autónoma Metropolitana-Iztapalapa (UAM-I). Se dedica a la enseñanza de la literatura hispánica, de la lengua española y de la escritura académica desde 1996. Actualmente es profesor del Departamento Académico de Lenguas del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y editor de literatura de la revista Estudios, del Departamento de Estudios Generales del mismo instituto. Ha publicado diversos textos académicos sobre María Zambrano, la naturaleza de su escritura filosófica y su filosofía del onirismo.

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