Loading...

El debate historiográfico sobre el fin de la Historia de Francis Fukuyama

by Israel Sanmartín (Author)
©2020 Monographs VI, 626 Pages

Summary

La discusión sobre la tesis de «el fin de la Historia» de Francis Fukuyama es uno de los debates intelectuales más importantes que han acontecido en el mundo académico en los últimos treinta años. Este libro reconstruye y estudia historiográficamente, desde una perspectiva hispánica, ese debate centrado en el triunfo del capitalismo como sistema definitivo en la evolución ideológica de la humanidad. Para hacerlo, la investigación parte de un análisis de los contextos de producción y recepción de la teoría de Fukuyama. El objetivo es entender qué dice la tesis, cómo se generó y la forma en la que se difundió. El resto del trabajo es un diálogo entre los críticos de Fukuyama, el propio autor estadounidense y los acontecimientos y contextos en los que discurre la polémica. Las tres formulaciones que genera el autor de la teoría de «el fin de la Historia» están conectadas con los diferentes planos del debate. Así, lo político, lo histórico y lo historiográfico son herramientas fundamentales para profundizar en los autores a los que Fukuyama decía que recurría, como eran Hegel, Marx y Nietzche. Pero también para reconocer su verdadera ascendencia intelectual, que lo localizaban junto a Avineri, Kojève o Strauss. El resultado es la identificación de cuatro Fukuyamas. El kojéviano y el straussiano son los más importantes. Aunque no debemos de desdeñar al postmoderno y al neoconservador. Por último, todo el libro tiene una reflexión de fondo. Esta tiene que ver con la posibilidad de escribir una historia sin una matriz teleológica. De ahí que se plantee la posibilidad de construir relatos historiográficos en base a «objetivos» de la historia móviles y plurales, que sustituirían a los más especulativos y grandilocuentes «fines» de la Historia.

Table Of Contents

  • Cubierta
  • Título
  • Copyright
  • Sobre el autor
  • Sobre el libro
  • Esta edición en formato eBook puede ser citada
  • Índice
  • Introducción
  • Capítulo 1 La tesis sobre el fin de la Historia de Francis Fukuyama
  • Capítulo 2 Las tres versiones de la tesis sobre el fin de la Historia de Francis Fukuyama
  • Capítulo 3 La apropiación historiográfica de la modernidad clásica para legitimar la teoría de “el fin de la historia”
  • Capítulo 4 La discusión historiográfica sobre los intérpretes del “fin de la historia” a los que recurre Fukuyama
  • Conclusiones
  • Entrevista realizada a Francis Fukuyama en agosto del año 1997 en la Universidad Johns Hopkins1
  • Bibliografía
  • Series index

←vi | 1→

Introducción

Este libro versará alrededor del debate historiográfico sobre la teoría de “el fin de la Historia” de Francis Fukuyama. Identificaremos, analizaremos y explicaremos con precisión tanto el pensamiento de Fukuyama como su debate. Con esta tarea en mente, en una primera aproximación a lo que denominaremos como “debate Fukuyama”, nos encontramos con una serie de datos relacionados con la historia, otro conjunto de referencias vinculados a conceptos e interpretaciones políticas, y por último, todo un cúmulo de términos referidos a cuestiones teóricas e historiográficas. Para manejar estos tres bloques de información nos hemos apoyado en una metodología que fuera capaz de engranar esos tres niveles en su conjunto, además de describirlos, explicarlos y analizarlos en su contexto. Para realizar esto, lo primero es abstraer los tres niveles expuestos en uno solo, que es el debate historiográfico sobre el Fin de la Historia de Francis Fukuyama, que a la postre representa el objeto principal de investigación, y que proporciona un ejercicio intelectual de inter e intradisciplina.1

Por tanto, tomando el “debate Fukuyama” como nudo de la investigación, hemos creído conveniente introducir algunos elementos para complementarlo y ser capaces de explicar tanto la discusión como el pensamiento de Fukuyama. Operar científicamente con el debate es una cuestión compleja por su carácter poliédrico y multidisciplinar. En el “debate Fukuyama” la discusión será entre Fukuyama y todo un conjunto de críticos y comentaristas de su tesis, pero no sólo eso, sino que también existirá un diálogo entre Fukuyama y los propios acontecimientos, además de otro entre Fukuyama con los conceptos políticos y las interpretaciones ←1 | 2→teóricas. Todo con una característica esencial, y es que, tomando el símil de la teoría de juegos, Fukuyama siempre jugaba como ganador y no contemplaba en ningún momento perder, pese a sus distintas dudas. Y es que Fukuyama, a pesar de entrar en el debate y consumir “turnos” de réplica, en muy pocas ocasiones consideró la influencia de los críticos, de los acontecimientos y de las ideas. En general, Fukuyama tuvo que lidiar solo contra todos los críticos, aunque en momentos puntuales tuvo diferentes apoyos, tanto en la derecha como en la izquierda. Pese a esto, el debate resultará un campo muy fértil en relación a la puesta en circulación de ideas, conceptos y confrontaciones. Muy en la línea de lo que se denominan “guerras científicas”2 donde los académicos buscan influir y mostrar su excelencia para tener una condición de poder y un posicionamiento político, teórico e histórico.

En cuanto a las fuentes documentales del debate, son muy dispersas. Hay críticas y comentarios a la tesis de “el fin de la Historia” en muchas revistas académicas y no académicas, en diarios de todo el mundo y en decenas de libros. Este libro es por tanto un lugar de reunión y orden de toda esa documentación. Al componer el debate es necesario introducir a alguien que ordene el material y que lo modere, aunque sea a posteriori. Y ese sujeto es el autor del libro, que lo hará desde su condición de historiador y con el objetivo de hacer una ciencia con sujeto.3 De ahí la configuración cronológica y descriptiva tanto del argumento de Fukuyama, como de él mismo, y del propio debate. El resultado será una investigación donde el que realiza el trabajo reconoce su presencia y lo muestra en el diseño del esquema, en la ordenación de la documentación, en el reparto de turnos en el desarrollo del debate y en la toma de decisiones en relación a mostrar alternativas y conclusiones.4 Otro ángulo desde el que será estudiado este ←2 | 3→debate tiene que ver con la localización de los participantes en la discusión. En origen el debate fue fundamentalmente referenciada a Estados Unidos, aunque rápidamente se extendió a Europa (Francia, Reno Unido, Alemania, España) o América Latina. En este sentido, esta investigación “sitúa” en el debate las diferentes voces más allá de su contexto de producción. Así, españoles y latinoamericanos serán considerados y se les darán “turnos” en el debate. Este libro tiene, por tanto, la tarea de integrar y estudiar la perspectiva “hispana” de la controversia en la discusión general, desde la que parte el autor del libro.5

El “debate Fukuyama” necesita un posicionamiento en el tiempo y en el espacio. La temporalidad del debate la hemos situado entre los años 1989 y 2009. Son un total de veinte años en los que hemos localizado documentación generada tanto en Europa como Estados Unidos, como otros lugares a los que ha llegado el debate (especialmente América Latina). En cuanto a la tipología de los materiales, también es variada. Son libros, capítulos de libro, artículos de revistas científicas, así como artículos de diarios o de revistas de actualidad política e internet. Para manejar esta variedad de años y documentación nos ha llevado a optar por la llamada “nueva historia intelectual”.6 Desde ella estudiaremos y ordenaremos los contextos en los que se desarrolla la teoría de Fukuyama y su debate. El objetivo de este particular es ofrecer el estudio de ideas y conceptos insertados en la sociedad y en el momento en el que suceden, para alcanzar su descripción, explicación y análisis. Estos contextos se desarrollarán en el Primer Capítulo.

Ya tenemos dos elementos metodológicos e historiográficos de este libro, el “debate” y los “contextos”. Ahora debemos de añadir un nuevo ingrediente, que es la “historia inmediata”,7 a la que se puede denominar ←3 | 4→también “historia actual” o “historia del presente”. Ésta es la referencia temporal en la que se desarrollará tanto el debate como la evolución de la misma teoría de Fukuyama. La “historia inmediata”8 hace referencia a la historia que estamos viviendo pero en una perspectiva de pasado/presente/futuro. La confluencia de la historia inmediata con los diferentes planos del debate nos lleva a la historia, a la historia de los conceptos políticos, a la filosofía, a la teoría política, a la historia de las ideas y a la historia mundial. Esa intersección es lo que se puede denominar “historia mixta”,9 en la que convergen diferentes enfoques, especialidades y tendencias historiográficas, con el objetivo de hacer una historia más compleja y poliédrica.10 Operaremos con esta premisa metodológica teniendo en cuenta diferentes especialidades y disciplinas a la vez. Es lo que podemos acotar también como “Historiografía Inmediata”,11 que es una suerte de historiografía del momento vivido en relación con la historia inmediata y con las diferentes novedades teóricas que van surgiendo a su paso.12 El objetivo es comprobar que todos estos elementos puedan operar a la vez, es decir, que la “historia mixta” sea capaz de explicar que los contextos, la ←4 | 5→historia inmediata, la historia mundial, la historia de las ideas, la historia intelectual, la filosofía, la filosofía política y la teoría política, funcionen entre ellas y en conjunto.

Una vez explicada la cuestión metodológica e historiográfica, pasemos a Fukuyama y su teoría de “el fin de la Historia”. La gran tarea que nos proponemos es estudiar la evolución de la tesis de Fukuyama, reconstruir el debate internacional que se generó, y reflejar la opinión de sus críticos desde que apareció su primer artículo en 1989 hasta 2009. Hemos teniendo en cuenta que Fukuyama en la discusión intervenía tanto como sujeto político como intelectual. Desde un primer momento mostró un alto grado de compromiso con su tiempo y con determinadas políticas neoconservadoras. Fukuyama intentaba jugar con ventaja en el debate. Sólo reconocía la discusión que tuvo lugar en los medios próximos a él, sobre todo la que discurrió en la revista The National Interest. Obviamente, no haremos caso a este particular y tomaremos como objeto de la investigación el debate en general. Como hemos adelantado, tendremos en cuenta todas las reflexiones, opiniones y acontecimientos en relación a su interés, calidad e importancia argumentativa o acontecimental, y nunca primando su país de procedencia ni el nombre del autor.

Además de reflejar tanto la evolución de las hipótesis de Fukuyama como su debate, el otro gran objetivo de este libro es demostrar que la teoría de “el fin de la Historia” estaba equivocada. O, dicho de otra forma, evidenciar que Fukuyama no tenía razón, pero de una forma argumentativa, explicativa y analítica. Por un lado, demostraremos que la propia tesis de Fukuyama es errónea en sí misma, es decir, que ofrece contradicciones y concepciones que la llevan a su propio fracaso. Es lo que podríamos llamar una refutación interna a la teoría de Fukuyama. Y por otro lado mostraremos la existencia de otras alternativas al fin de la Historia. Se podría considerar una refutación externa. Evidentemente, habrá pequeños objetivos y conclusiones parciales en cada capítulo, que se incluirá al final de cada uno de ellos.

De esta forma, en el Primer Capítulo reconstruiremos los contextos generales en los que surge la teoría de “el fin de la Historia” de Francis Fukuyama. Con este motivo, nos centraremos en el contexto historiográfico y en los contextos de producción y recepción de la teoría del fin de la Historia. ←5 | 6→Situaremos a Fukuyama filosófica, biográfica y políticamente. Indicaremos su relación con las Administraciones de los Bush y el contexto próximo de su teoría de “el fin de la Historia”, especialmente todo lo relacionado con la ciudad (Washington) y la revista (The National Interest) desde las que se lanzó su artículo. Igualmente, también se expondrá la evolución de su pensamiento, del debate y de la relación con sus críticos. Por último, se explicarán las causas del éxito de la teoría.

A continuación, pasaremos a investigar los tres grandes temas de los que consta este libro sobre el “debate Fukuyama”. Con tal motivo, nos detendremos en las diferentes formulaciones que ofrecía Fukuyama de su teoría de “el fin de la Historia” y en los dos planos historiográficos en los que se desarrolló el debate. Por un lado, la búsqueda de una coartada historiográfica y de prestigio intelectual en el origen de la tesis del fin de la Historia en Hegel y en Marx. Y, por otro lado, el desarrollo de los diferentes “Fukuyamas” que hemos detectado al estudiar los autores a los que recurrió directamente el autor estadounidense para construir su argumentario. Esta tarea supondrá un importante cambio metodológico. Hasta este momento la investigación estaba ordenada en base a un criterio cronológico y en relación a los acontecimientos. A partir del Capítulo II, las preferencias cambiarán y serán los problemas, las interpretaciones, los críticos y las ideas y conceptos las que marcarán el paso. Paralelamente, también cambiará la temática. Si hasta este momento sólo veremos los contextos y únicamente nos pararemos a explicar la teoría, qué dice y su evolución, a partir de ese instante la exposición se tornará más compleja, al recurrir a un análisis de la historiografía inmediata que ha generado el “debate Fukuyama”.

En base a esto, el Capítulo II se centrará en las tres formulaciones en las que presenta Fukuyama la teoría de “el fin de la Historia”. La primera será “el supuesto triunfo de la democracia liberal”, la segunda corresponderá “al colapso del socialismo real”, y la tercera a “la versión esotérica de la teoría de Fukuyama”. En el apartado del “supuesto triunfo de la democracia liberal” desgranaremos el argumentario político de Fukuyama en relación a su terminología política, en un ejercicio próximo a la nueva historia política de los conceptos. De esta forma, se deshuesarán los términos “democracia”, “liberalismo” y “democracia liberal”, así como sus contradicciones internas y externas. En cuanto a la exposición de la teoría de Fukuyama referida al ←6 | 7→“colapso del socialismo real”, se diferenciará el fracaso del “socialismo real” del socialismo. Por último, desvelaremos la tercera versión de la teoría de Fukuyama, en la que duda de todas sus afirmaciones y donde muestra cierta nostalgia de la historia y un rechazo manifiesto hacia el “último hombre”, consideraciones que, como veremos, tienen una fuerte matriz straussiana.

Los capítulos III y IV se centrarán en cuestiones historiográficas. El capítulo III para indagar las influencias historiográficas a las que afirmaba Fukuyama que acudía, como eran Hegel, Marx o Nietzsche. Y el capítulo IV para estudiar la incidencia de los autores a los que verdaderamente recurría el autor estadounidense, es decir, Kojève, Strauss, y diferentes pensadores postmodernos y neoconservadores. En el capítulo III concluiremos que debemos de separarnos del campo intelectual que nos ofrece Fukuyama cimentado en “el fin de la Historia” y sustituirlo por el de “los fines de la Historia”. Esta idea se complementará en el capítulo IV explicando la necesidad de reemplazar la idea de los “fines” de la Historia por los “objetivos” de la Historia. ¿Qué pretendemos con todo esto? Diseccionar el pensamiento historiográfico de Fukuyama y su genealogía intelectual mediante el análisis del desarrollo de su teoría a través de las objeciones de los críticos, y de la propia historiografía, con la idea de ayudar al planteamiento de la posibilidad de matizar las grandes argumentaciones sobre la evolución de la Historia a partir de la teleología y con motores y sujetos singulares. La idea es introducir en el ámbito de reflexión sobre las grandes reflexiones de la historia, las ideas de multicéntrico, poliédrico, plural, no teleológico y dialógico.13

En ese capítulo IV, Kojève será un pivote importante, ya que es una de las principales fuentes intelectuales de Fukuyama. En base a él, Fukuyama nos brinda su interpretación de Hegel y Marx, y su concepción de la posthistoria, “el último hombre”, y las explicaciones en torno a los motores que hacen funcionar la Historia (el deseo y la dialéctica). Haremos una parada para revelar quién era en realidad Kojève, explicar sus ideas y desvelar las diferentes interpretaciones que se han hecho de su obra. Por otro lado, también aclararemos la relación de Fukuyama con el propio Kojève.

←7 | 8→

La otra gran influencia de Fukuyama es Leo Strauss, un filósofo político conservador de la Universidad de Chicago, en el que también nos detendremos para darlo a conocer y descubrir sus ideas. Aquí tendrá especial protagonismo Allan Bloom, que es por quien Fukuyama llega a Strauss (y también a Kojève). El estudio de Strauss nos llevará a la relación con los neoconservadores, puesto que es la principal referencia teórica para ellos. Como consecuencia, situaremos a Fukuyama en relación a toda la maraña neoconservadora. En cualquier caso, y a pesar de que Kojève y Strauss influyen en Fukuyama por separado, también lo hacen juntos, en base a un famoso debate que mantuvieron ambos durante años. Fukuyama, en definitiva, es víctima, como se descubrirá, de las tensiones que surgen entre ambos. Pero no nos quedaremos ahí, y también prestaremos atención tanto al Fukuyama neoconservador como al postmoderno, puesto que estableceremos puentes entre ambas concepciones de la Historia. Por último, esbozaremos las razones por las que optamos por una Historia construida en base a “objetivos” y no a “fines”, cuestión que desarrollaremos más en las conclusiones.

En definitiva, se tratará de realizar, como resultado de la propuesta metodológica y del propio desarrollo de la investigación una tarea de historiografía inmediata14 teniendo en cuenta a la vez los presupuestos historiográficos y los contextos, los acontecimientos, los argumentos de Fukuyama, los de sus críticos y el pensamiento alternativo. Aparte de todos estos objetivos, nos planteamos también en inicio otras metas menores:

a) Demostrar que la historia no tiene una meta prefijada ni un sentido predeterminado, y la necesidad de la recuperación de la relación pasado/presente/futuro.

b) Mostrar que “el fin de la Historia” no significa el fin de las ideologías ni siquiera el triunfo del capitalismo.

c) Argumentar que se puede realizar una teoría de la Historia desde el punto de vista del historiador, teniendo en cuenta ideas acontecimientos y la investigación de la historia.

←8 | 9→

d) Afirmar que “el fin de la Historia” ha influido en los historiadores y que éstos han estado presentes en el debate.

e) Evidenciar que el “debate” es un campo de investigación historiográfico, donde se reflejan las distintas posturas de los críticos y las diferentes discusiones que se han generado.

f) Demostrar que la teoría de Fukuyama sobre el fin de la Historia está edificada tanto en lo histórico como en lo político y lo historiográfico.

g) Desvelar que Fukuyama más que basarse en Hegel, Marx o Nietzsche se sostiene en la interpretación que hicieron Kojève, Strauss y otros autores de aquellos. En ese sentido, es una buena ocasión para profundizar en la tradición intelectual de Kojéve y Strauss.

h) Descubrir que “el fin de la Historia” ha sido un pilar intelectual fundamental en la constitución del nuevo orden político mundial (consenso liberal), intelectual (pensamiento único) y económico (globalización).

i) Mostrar el papel de “el fin de la Historia” en el paso de una sociedad postindustrial a una sociedad de la información.

j) Reflejar la importancia de la historia en la teoría y viceversa.

k) Analizar una teoría de la historia desde la historia y la historiografía y mostrar que teoría de la historia no solo se desarrolla gracias a la teoría sino también a la historia.

l) Comprobar la posibilidad de realizar una historia mundial, que sustituiría a la Historia Universal.

m) Averiguar la incidencia que tiene que un autor hable de una de las probabilidades del futuro histórico-político del mundo, o dicho de otras palabras, de la posibilidad de contemplar el futuro en la Historia.

n) Tratar de reflejar la importancia universal de una teoría que refleja la supuesta ideología dominante de los Estados Unidos.

o) Profundizar en el porqué del rechazo a Fukuyama y las causas de su éxito.

p) Escudriñar desde una perspectiva académica y científica una parte del debate que fue mediático.

←9 |
 10→

q) Probar que hay profundidad teórica e histórica, oportunidad y objetividad en Fukuyama. El debate pertenece al ámbito de la historia no sólo por el título, ya que la historia se puede ocupar de la actualidad y la teoría puede estar conectada con la historia y viceversa. Se trata de demostrar que las grandes explicaciones de la historia tienen sentido.

r) Explicar cómo se forma y desarrolla un debate desde una perspectiva historiográfica, tanto en el país y entorno de origen como en el resto de la comunidad científica.

s) Indagar el pensamiento de Fukuyama, sus orígenes intelectuales, sus influencias, sus enemigos y la evolución de su teoría desde 1989 hasta hoy, profundizando en su “polemismo”.

t) Denunciar intencionalidad política, ideológica y teórica de Fukuyama.

Antes de comenzar a desarrollar el argumentario del libro, debemos de precisar que haremos referencia a dos conceptos de historia. A uno nos referiremos como “h”historia con “h” minúscula, que se hará referencia a la historia de los acontecimientos, y, otra a la “H”istoria con hache mayúscula, que se vincula a la evolución ideológica de la humanidad y a la Historia universal. Por tanto, cuando aparezca la palabra “Historia” o “historia” harán referencia a uno o a otro significado. Por otro lado, también debemos de hacernos eco de que este libro se elaboró en el marco del proyecto de investigación “Milenarismo plenomedieval (siglos XI–XIII): historia, historiografía e imagen” (EM 2012/046) financiado por la Xunta de Galicia. El objetivo era ofrecer un marco historiográfico para desarrollar todas las ideas finalistas en sus diferentes planos para luego tener unas referencias teóricas y epistémicas para trasladarlas al mundo medieval.


1 Ver GÓMEZ-JORDANA, Sonia, y SANMARTÍN, Israel, “La interdisciplinariedad a partir de los conceptos de temporalidad y contextos” en Israel SANMARTÍN y Sonia GÓMEZ-JORDANA, Temporalidad y contextos: la interdisciplinariedad a partir de la historia, el arte y la lingüística, Universidad de Santiago de Compostela, Santiago de Compostela, 2015, pp. 11–23.

2 Ver CANAPARO, Claudio, Ciencia y escritura, Zibaldone, Buenos Aires, 2003 y CANAPARO, Claudio, “Autopsia, escritura y theory of knowing”, Actas II Congreso Historia a Debate, Tomo III, Santiago de Compostela, 2000, pp. 23–29.

3 Ver PASAMAR, Gonzalo, “Formas tradicionales y formas modernas de la ‘Historia del Presente’”, Historia social, no. 62, 2008, pp. 147–169; y ver punto I “Ciencia con sujeto” del Manifiesto historiográfico Historia a Debate, Santiago de Compostela, 2001, p. 3.

4 Ver PÉREZ SERRANO, Julio, “La Historia Actual como tendencia historiográfica” en AA.VV, Iglesia y Estado en la sociedad actual: política, cine y religión, Instituto de Estudios Riojanos, Logroño, 2014, pp. 19–48.

5 Integramos la idea de CANAPARO, Claudio, Geo-Epistemology. Latin America and the Location of Knowledge, Peter Lang, Oxford, 2008.

6 LaCAPRA, Dominick, Rethinking Intellectual History: Texts, Contexts, Language, Cornell University Press, New York, 1983 y CHARTIER, Roger, L’Ordre des livres. Lecteurs, auteurs, bibliothèques en Europe entre S.XIV et S.XVIII, Alinea, Aix-en-Provence, 1992.

7 SANMARTÍN, Israel, “Las historias inmediatas y del presente en la historiografía actual”, Historiografías: revista de historia y teoría, no. 15, 2018, págs. 36–51 y ver también PÉREZ SERRANO, Julio, “La historia continúa”, Historia Actual, 1. 2003, pp. 1–3.

8 Para un ejemplo práctico del desarrollo de la idea, ver el libro SANMARTÍN, Israel, Entre dos siglos: globalización y pensamiento único, Akal, Madrid, 2007.

9 Ver BARROS, Carlos “La ‘historia mixta’ como historia global”, Enfoques, XVIII, nos. 1–2, 2006, pp. 91–118.

10 SANTANA, Juan Manuel, La Historia Contrataca, Buría, Venezuela, 2013.

11 Ver PASAMAR, Gonzalo, “Los historiadores y el ‘uso público de la historia’: viejo problema y desafío reciente”, Ayer, no. 49, 2003, pp. 221–248 y PASAMAR, Gonzalo, La historia contemporánea. Aspectos teóricos e historiográficos, Editorial Síntesis, Madrid, 2000 y en: PASAMAR, Gonzalo, ·Corrientes, influencias y problemática en la historiografía contemporánea española”, Studivm, Zaragoza, no. 3, 1991, pp. 95–134; y PASAMAR, Gonzalo, “Los historiadores españoles y la reflexión historiográfica, 1880–1980”, Hispania, no. 198, 1998, pp. 13–48. Ver también BARROS, Carlos, “El retorno de la historia”, Historia a debate. I. Cambio de siglo, Santiago, 2000, pp. 153–173; BARROS, Carlos, “Hacia un nuevo paradigma historiográfico”, Memoria y Civilización, Pamplona, no. 2, 1999, pp. 223–242.

12 SANTANA, Juan Manuel, Paradigmas historiográficos contemporáneos, Buría, Venezuela, 2005.

13 Muy en la línea de lo señalado para una nueva Historia Universal en BERMEJO, Jose Carlos, Entre historia y filosofía, Akal, Madrid, 1994.

14 Para un primer desarrollo de esta idea, ver el libro SANMARTÍN, Israel, Entre dos siglos: globalización y pensamiento único, Akal, Madrid, 2007.

←10 | 11→

CAPÍTULO 1

La tesis sobre el fin de la Historia de Francis Fukuyama

Nos centraremos a lo largo de este Capítulo en definir los contextos de producción y de recepción de la tesis sobre el fin de la Historia de Francis Fukuyama. Empezaremos por hacer un breve repaso a algunos de los autores que han reflexionado sobre el fin de la Historia antes de Fukuyama y que entroncan directa o indirectamente con su versión. Será un ejercicio próximo a la historia intelectual, donde se ha rastreado el concepto de “el fin de la Historia” en la historia, pero teniendo en cuenta las corrientes de pensamiento y los autores que se han ocupado del tema. A continuación, nos centraremos en el contexto inmediato de la tesis. Primero para explicar aspectos relativos a la revista The National Interest, desde la cual se difundió la tesis y se instigó el debate; a la ciudad (Washington, D.C.) en la que tuvieron lugar las primeras reacciones y desde la que se expandió la teoría al resto del “archipiélago capitalista”; al propio desarrollo de la Administración Bush; y a la vinculación de Fukuyama con la misma. Y citando a Fukuyama, también será objeto de una reseña personal donde se mostrarán tanto sus datos biográficos como su evolución intelectual y la de la propia tesis de “el fin de la Historia”.

Los primeros apartados del capítulo serán una mezcla entre descripción y explicación. Sin embargo, última parte del capítulo relativa al contexto de recepción, variará considerablemente y en ella se introducirán tanto nuevos sujetos (los críticos de Fukuyama) como nuevos análisis e ideas, siempre en consonancia con los diferentes contextos que actúan como raíles para el discurrir del capítulo. Como resultado de esto, tanto Fukuyama como sus críticos y los propios acontecimientos coincidirán en el fin de “el fin de la Historia”.

←11 | 12→

El “fin de la historia” en la historiografía

La tesis de Fukuyama sobre “el fin de la Historia” está integrada por componentes filosóficos, históricos y políticos.1 Por tanto, tiene sus raíces tanto en las grandes tradiciones filosóficas occidentales como en el pensamiento político surgido tras la Segunda Guerra Mundial. Trataremos de ofrecer esos planos para mostrar la originalidad del cruce resultante de unir ambos ámbitos.

a) Los precedentes en la llamada filosofía de la historia

Como señalaba Fukuyama en su primer artículo “la noción de fin de la Historia no es algo original”2 puesto que muchos pensadores a lo largo de la historia se han ocupado de esa cuestión. Desde un punto de vista filosófico, existen al menos cuatro perspectivas fundamentales sobre las que se ha abordado el “fin de la Historia”. Son, la apocalíptica, la teleológica, la deconstruccionista y la escatológica.3 Éstas se corresponden con dos formas de filosofía de la historia. La filosofía de la historia especulativa y la crítica o analítica.

La filosofía de la historia especulativa trata de analizar la historia como un todo en su sentido general (incluyendo pasado, presente y futuro) y valiéndose de presuntas leyes que la rigen y la dotan de un sentido, de una orientación, de una meta y de un final. Este tipo de filosofía de la historia ←12 | 13→se refiere al curso de los acontecimientos, a lo que está sucediendo (en inglés se suele citar como “history as event”).4 A la filosofía especulativa le corresponde los fines de la Historia apocalíptico y teleológico. Hegel, Marx, Kojève y por ende Fukuyama han sido algunos de sus cultivadores.

La filosofía de la historia crítica o analítica es lo que se cree y escribe sobre los acontecimientos que están sucediendo (se suele citar como “history as account”). Su motivo de estudio son las distintas opiniones que subyacen del trabajo historiográfico y las condiciones de posibilidad del conocimiento de las ciencias humanas en general. Algunos de sus practicantes han sido Collingwood, Bury, Danto, White, o Ricoeur. Aclarando ideas y poniendo un ejemplo práctico, imaginemos que hablamos del progreso histórico. En relación a ello, la pregunta “qué es el progreso histórico” sería la cuestión a estudiar por parte de la filosofía de la historia especulativa; mientas que para un filósofo analítico sería “qué quieren decir los historiadores cuando hablan de progreso histórico”.5

Durante parte del siglo XX las filosofías de la historia especulativas han sido rechazadas por historiadores y filósofos. Hoy en día se entiende por filosofía de la historia la filosofía crítica y analítica, aunque no todos los problemas filosóficos se ciñen a ellas. En ese sentido, “el fin de la Historia” de Fukuyama es un ejemplo de estudio y recuperación de las filosofías especulativas. De todas formas, ambos tipos de filosofía de la historia se han ocupado del tema del “fin de la Historia”. Empezaremos por ahí, con los dos tipos de “fin de la Historia” que se han desarrollado en las filosofías de la historia especulativas: el apocalíptico y el teleológico.

1) Apocalíptico. Es una tradición clásica que comenzó siendo religiosa y ha devenido en secular.6 Aquí “el fin de la Historia” significa el ←13 | 14→término del tiempo, de los acontecimientos, de la creación y de la extinción física del hombre.7

2) Teleológico. En este caso el fin se refiere al telos de la Historia. Es un fin en el sentido de meta, propuesta, realización de algo para lo que es designado, o dicho de otra forma, es el final de la o las grandes ideas rectoras que guían la humanidad y no es la conclusión de los acontecimientos. Un ejemplo claro de estos fines es el de Fukuyama, con la direccionalidad hacia la democracia liberal, y antes los de Hegel, Marx y Kojève, entre otros.

En cuanto a las filosofías críticas y analítica, sus principios rectores son pensar, hablar y escribir sobre la historia, y no se centran en los hechos. Tienen sus propios “fines de la Historia”, el deconstruccionista y el escatológico:

1) Deconstruccionista, que afirma no el fin del tiempo histórico, sino el fin de la idea de historia. Son los fines de la historia postmodernos. Algunos de los principales pensadores de esta corriente son Lyotard, Baudrillard, Vatimo o Allan Megill.8

2) Escatológico. Describe un fin de la historia que niega toda libertad humana, autonomía y esperanza. Creen que sin el contexto de la historia podría no haber libertad humana, autonomía ni esperanza. Algunos de sus representantes son Jacques Elluul y Martin Heidegger.

Details

Pages
VI, 626
Publication Year
2020
ISBN (PDF)
9781789976779
ISBN (ePUB)
9781789976786
ISBN (MOBI)
9781789976793
ISBN (Softcover)
9783034317979
DOI
10.3726/b16310
Language
Spanish; Castilian
Publication date
2020 (April)
Published
Oxford, Bern, Berlin, Bruxelles, New York, Wien, 2019. VI, 626 pp.

Biographical notes

Israel Sanmartín (Author)

Israel Sanmartín es profesor de historia en el Área de historia medieval de la Facultad de Geografía e Historia de la Universidad de Santiago de Compostela (España). Sus líneas de investigación están vinculadas con la historiografía, con la narrativa y la escatología medievales y con las humanidades digitales. Su formación estuvo vinculada con la École des Hautes Études en Sciences Sociales (Francia) y con la Universidad de Exeter (Reino Unido). Y es autor o del libro Globalización y pensamiento único (Akal, 2007) y coeditor de la monografía Temporalidad y contextos (Universidad de Santiago, 2015).

Previous

Title: El debate historiográfico sobre el fin de la Historia de Francis Fukuyama