Periodismos hoy en América: Argentina y México
Summary
Excerpt
Table Of Contents
- Cubierta
- Título
- Copyright
- Sobre el editors
- Sobre el libro
- Esta edición en formato eBook puede ser citada
- Índice
- Prólogo
- I. Escribir lo real: algunos textos
- No viajar
- El largo camino1
- ¿Qué hay en el más allá de un narco?
- Desaparecido es un lugar
- El Chico Partículas1
- II. Pensar el periodismo actual: de la escritura hacia las artes (Argentina, México Siglo XXI)
- Suplementos culturales en México: entre la realidad y el deseo
- Periodismo y literatura, el deber de la libertad
- El tiempo no es oro: es caracteres1
- Crónica de una crónica: la construcción del otro y la experiencia narrativa
- La violencia de género es una tragedia social1
- Legalizar la prostitución: un retroceso de la humanidad y de la democracia1
- Tono y mirada en la violencia de la “guerra del narco”
- Las formas de mirar
- Hacer-lo real: arte y performance en el periodismo contemporáneo
- III. Experiencia extrema y testimonio: un periodismo de re-acción literaria
- La violencia extrema: yo dentro1
- Los/as autores/as
Para Gabriel García Márquez, el periodismo –entendido como registro de la humanidad, memoria documentada y archivo– y la literatura –entendida como uso estético del lenguaje, cuidado de la palabra– se entrecruzan, conviven y se estimulan el uno al otro:
Este supuesto mal que le hace el periodismo a la literatura no es cierto. Primero porque considera que al escritor no lo mata nada, ni el hambre. Segundo, porque el periodismo te ayuda a mantener el contacto con la realidad, lo que es esencial para trabajar en literatura. Y viceversa, la literatura te enseña a escribir, lo que también es esencial para el periodismo. En mi caso, el periodismo fue el trampolín para la literatura, y aprendí a hacer periodismo leyendo buena literatura1.
El periodismo, según García Márquez, no tiene nada que ver con los productos informativos con que compiten los medios de comunicación para incrementar ventas, ranking, audímetros: si bien busca al público más amplio, amplía el horizonte, potencia la curiosidad hacia mundos inmediatos o de acceso lejano. Tal periodismo informa –la etimología del verbo “informar”, “informator, oris”, significa “aquel que enseña o lo que forma, eleva”– y narra. Para contar historias, mínimas o extraordinarias, se adentra en los mecanismos de la escritura literaria, se nutre de las literaturas; para “informar”, sale a buscar la información al lugar mismo donde nació, la observa desde todos los ángulos posibles y la desmenuza como una pintura cubista, toma el tiempo de pensarla y darle una forma legible y audible… Así se puede definir “el periodismo narrativo.”
Este libro presenta periodismos de los extremos latinoamericanos: de América del Norte (México) y América del Sur (Argentina). Los/as autores/as son escritores/as y/o periodistas en plena actividad, reconocidos/as en su país por su exigencia profesional y su talento, por su respeto al pluralismo de las ideas y algunos/as, por el riesgo que toman al investigar y al escribir. Varios/as enseñan su práctica en talleres y seminarios –particulares o de universidades o instituciones–, forman y capacitan a estudiantes para la prensa escrita (de la tradición a la revolución numérica), la radio, la televisión, los soportes digitales.
Este libro consta de algunas crónicas metatextuales que tratan de definir, por un lado a partir de las teorías narratológicas y discursivas, y por otro a partir de las ciencias de la información y de la comunicación, el periodismo de hoy, en sus aspectos estéticos y éticos. Sus autores/as reflexionan sobre la historia del género que ejercen tanto en su país como en el ámbito informativo en el cual se especializaron, sobre su práctica periodística a través de su experiencia personal y sobre el objetivo e impacto de este tipo de escritura.
Algunos artículos apuntan hacia el propio proceso de creación de una narración periodística. Revelan memorias singulares que cuestionan desde lo íntimo la verdad histórica, van en contra de la “cobertura” de hechos sanguinarios relacionados con el crimen organizado, indagan la violencia institucional que tortura y mata, develan el trauma mental y corporal heredado de los regímenes represivos, denuncian un sistema patriarcal, evidencian la relojería de la desigualdad de género, disecan el diálogo conflictivo entre la modernización a ultranza de la sociedad y el radicalismo de ciertas costumbres ancestrales. Otros rescatan relatos de esperanza mediante la potencia cultural de pensadores, creadores y soñadores. Porque en los nuevos periodismos latinoamericanos todo no es sólo violencia. Arraigados en la crónica que descubre mundos, revisten un cariz aventurero por la manera de mirarlos, experimentarlos, reportarlos. Dichos/as periodistas inventan espacios para, libremente, interpretar, divulgar y discutir aconteceres culturales que van desde las Humanidades a la Ciencia pasando por todas las Artes.
Para estos/as argentinos/as y mexicanos/as, el periodismo no descarta nada, menos aún los silencios, los matices, las ambigüedades que cruzan las realidades que exploran. Para ellos/as, investigar y escribir no es neutro: es un periodismo “de opinión”, que se plasma en la reivindicación de un yo narrador involucrado en un trabajo de campo y comprometido en la historia contada. Los/as autores/as son voces narrativas identificables que comparten su percepción y su sensibilidad, sin eludir su trabajo: descubrir, informar, transmitir. Aunque practicar dicho periodismo pueda significar un verdadero acto de valentía.
México es uno de los países con el mayor número de asesinatos de periodistas en el mundo, en un contexto de crisis en materia de Derechos Humanos por la ausencia de un Estado de Derecho. En un país donde los grandes grupos mediáticos suelen estar conchabados con el poder, investigar sobre grupos del crimen organizado y su colusión con el mundo político y económico, sobre la corrupción de funcionarios públicos, significa arriesgar su vida y la de su familia. La concentración mediática, política y económica, la dependencia entre las fuerzas de poder y los medios de difusión masiva, permiten presionar, distorsionar, asfixiar la información, despedir a las voces críticas.
Como México, Argentina es un país donde periodismo y literatura se entrelazaron siempre. Se sucedieron generaciones muy diversas, según el ritmo e intensidad de las ofensas del poder: una generación atrevida, que reconoció en Rodolfo Walsh, en los años fulgorosos de las artes y combates de los 60 y 70, al “hermano mayor”; otra enlutada, pero combatiendo contra la impunidad de la dictadura cívico-militar con la memoria de la obra y el oficio del autor de Operación Masacre, también más esperanzada, a principios de este siglo, hacia un periodismo que abrigara a los cada vez más ofendidos y humillados. Estos últimos años, en una Argentina que “cambia” –donde vuelven los espías, policías y jueces del pensamiento, se busca anular el pasado mutilando el lenguaje y la memoria, se refuerzan los capitales de masivas empresas mediáticas lanzadas a hacer tragar todas las mentiras que sirve el poder, se despiden a mansalva a miles de periodistas–, los más lúcidos apelan a la filiación y fraternidad de Walsh para continuar la exigencia de informar la verdad y escribir un periodismo que experimenta, sin límites, para seguir ardiendo.
Agradecemos a las mujeres y hombres periodistas de Argentina y de México que nos entregaron con generosidad los textos reunidos aquí. Sus textos confirman la imperiosa necesidad de “narrar” la realidad, y “narrar”, comentaba el escritor y periodista mexicano Sergio González Rodríguez, a quien dedicamos este libro, es “memoria y hacer memoria.”
Details
- Pages
- 192
- Publication Year
- 2020
- ISBN (PDF)
- 9782807613898
- ISBN (ePUB)
- 9782807613904
- ISBN (MOBI)
- 9782807613911
- ISBN (Softcover)
- 9782807611375
- DOI
- 10.3726/b16528
- Language
- Spanish; Castilian
- Publication date
- 2020 (February)
- Published
- Berlin, Bern, Bruxelles, New York, Oxford, Warszawa, Wien, 2020. 192 p.