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Nuevas aportaciones a la lingüística misionera española

by Miguel Ángel Esparza Torres (Volume editor) Ana Segovia Gordillo (Volume editor)
Edited Collection 398 Pages

Summary

Un aspecto del legado intercultural que une España, América y Filipinas tiene que ver con el cultivo de las lenguas nativas de estos territorios por los misioneros. Al contrario de lo predicho por Nebrija en su Gramática castellana, que a la conquista seguiría la imposición de la lengua del vencedor, religiosos de distintas órdenes se afanaron en aprender nuevas lenguas, codificarlas gramaticalmente y elaborar repertorios lexicográficos. Confeccionaron también valiosas traducciones y materiales complementarios de tipo doctrinal, histórico y de interés etnológico.
Estas Nuevas aportaciones ofrecen un panorama de la investigación reciente y abren nuevas perspectivas de investigación a quienes deseen ampliar o actualizar sus conocimientos sobre la lingüística misionera de tradición hispánica.

Table Of Contents

  • Cubierta
  • Título
  • Copyright
  • Sobre el editor
  • Sobre el libro
  • Esta edición en formato eBook puede ser citada
  • Prefacio (Miguel Ángel Esparza Torres)
  • Tabla de contenidos
  • Lista de autores
  • La institucionalización de la lingüística misionera española como disciplina de estudio (Ana Segovia Gordillo)
  • Instrumentos de codificación en lengua mexicana para la implantación de un dogma. El primer siglo novohispano (Pilar Máynez)
  • Un capítulo olvidado por la lingüística misionera: la traducción entre lenguas mesoamericanas en Nueva España (Heréndira Téllez-Nieto)
  • Los verbos de la sección castellana del vocabulario bilingüe atribuido a Olmos (1547) como fuente para la lexicografía misionera hispánica (Manuel Galeote)
  • Ideas lingüísticas en la evangelización novohispana. Un acercamiento a los paratextos de artes y vocabularios misioneros del siglo XVI (Luis Daniel Peña Gutiérrez)
  • Artimañas del tentador. Duendes, demonios e infiernos en los textos en lenguas mayas (Mario Humberto Ruz)
  • Fray Francisco Pareja: su trabajo misional en la Florida (Ascensión Hernández Triviño)
  • Elogio a la curiosidad de Thomás de Coto que nos amplia la mirada (María Teresa Cervantes Cuevas)
  • La descripción de las lenguas huarpes y el tratado de Luis de Valdivia (1607) (Nataly Cancino Cabello y Ninoska Vera Duarte)
  • Metalexicografía del diccionario alemán-tarahumara de Matthaüs Steffel del siglo XVIII (Andrés Acosta Félix y Zarina Estrada Fernández)
  • Genera verborum quot sunt? Algunas reflexiones teóricas de Manuel Maldonado de Matos en su Arte de la lengua szinca (1770) sobre la «abominable existencia de los verbos neutros y absolutos» en las obras gramaticales de su época (Otto Zwartjes)
  • Las lenguas de la lingüística misionera española: Filipinas y su Área Extremo Oriental (Víctor Felipe Acevedo López)
  • Además de artes y vocabularios: fuentes y lecturas alternativas de la lingüística misionera de Filipinas (Marlon James Sales)
  • La impresión de gramáticas en Filipinas durante el siglo XIX (M.ª Dolores Riveiro Lema)

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Lista de autores

Víctor Felipe Acevedo López

Universidad Rey Juan Carlos (Madrid)

Andrés Acosta Félix y Zarina Estrada Fernández

Universidad de Sonora

Nataly Cancino Cabello

Universidad de la Frontera (Chile)

María Teresa Cervantes Cuevas

Programa de Estudios Mesoamericanos

Universidad Nacional Autónoma de México

Miguel Ángel Esparza Torres

Universidad Rey Juan Carlos (Madrid)

Manuel Galeote

Universidad de Málaga

Ascensión Hernández Triviño

Instituto de Investigaciones Filológicas

Universidad Nacional Autónoma de México

Mario Humberto Ruz

Centro de Estudios Mayas

Universidad Nacional Autónoma de México

Marlon James Sales

Universidad de Filipinas, Dilimán

Pilar Máynez

Facultad de Estudios Superiores Acatlán

Universidad Nacional Autónoma de México

Luis Daniel Peña Gutiérrez

Universidad Nacional Autónoma de México←11 | 12→

M.ª Dolores Riveiro Lema

Universidad Rey Juan Carlos (Madrid)

Ana Segovia Gordillo

Universidad Rey Juan Carlos (Madrid)

Heréndira Téllez Nieto

Universidad de Sonora (México)

Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (México)

Ninoska Vera Duarte

Universidad de Playa Ancha (Chile)

Otto Zwartjes

Université Paris Cité/ Université Sorbonne Nouvelle, CNRS, Laboratoire d’histoire des théories linguistques

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Ana Segovia Gordillo

La institucionalización de la lingüística misionera española como disciplina de estudio

A finales del siglo XIX, aparecen los primeros trabajos que prestan atención a las obras de lingüística misionera, como la recopilación bibliográfica sobre las lenguas indígenas de América de Cipriano Muñoz y Manzano (Viñaza 1892) o el estudio de Dahlmann (1893). En la segunda mitad del siglo XX se pueden localizar los balbuceos iniciales de esta línea de investigación con trabajos como los de Grass (1965) y Hanzeli (1969), pero tendremos que esperar a los años 90 para considerar el punto de arranque de esta disciplina de la historia de la lingüística, pues es en esta época en la que salen a la luz trabajos ya clásicos como la monografía de Suárez Roca (1992), las actas del Congreso Internacional de Historiografía Lingüística celebrado en Murcia en conmemoración del V Centenario de Nebrija (Escavy Zamora, Hernández Terrés y Roldán Pérez 1994) o el volumen La descripción de las lenguas amerindias en la época colonial, editado por Zimmermann (1997), que recoge estudios sobre este “capítulo fascinante de la historia intelectual, especialmente de la lingüística” (Zimmerman 1997, 9). A partir de entonces, se van publicando investigaciones de forma continuada hasta llegar a las primeras décadas del siglo XXI, momento en el que tuvo lugar una auténtica eclosión de los estudios sobre esta parcela de la historiografía de la lingüística (cf. Zwartjes 2012).

Es, por tanto, la lingüística misionera una disciplina relativamente joven, que ha atraído la atención a los investigadores, pues estos textos, que contienen interesantes reflexiones en torno a las lenguas y sus culturas, ofrecen la posibilidad de abordar su estudio desde muy variadas perspectivas.

La lingüística misionera discurre en unas amplias coordenadas espaciotemporales y tiene en cuenta una gran diversidad de idiomas y de tradiciones lingüísticas (Acevedo López y Esparza Torres 2020). Por este motivo, este volumen no pretende abarcar la totalidad del objeto de estudio, sino reunir algunos trabajos representativos de esta parcela de conocimiento. Las contribuciones se han distribuido siguiendo un criterio geográfico: los primeros capítulos estudian documentos en o sobre diversas lenguas americanas (náhuatl, otomí, purépecha, zapoteco, mixteco, tzeltal, quiché, maya, cakchiquel, timucua, tarahumara, millcayac o allentiac), mientras que en los últimos estudios se ahonda en la producción misionera de Filipinas. Cronológicamente, la mayoría de los ←13 | 14→capítulos se sitúan en los siglos XVI y XVII y se incluyen investigaciones sobre los siglos XVIII y XIX.

El primer capítulo de este monográfico se titula “Instrumentos de codificación en lengua mexicana para la implantación de un dogma. El primer siglo novohispano”. En él Pilar Máynez examina algunos documentos (cartillas, gramáticas y vocabularios) que surgieron en la Nueva España para codificar el náhuatl; entre otros, la primera cartilla de alfabetización en lengua mexicana de fray Pedro de Gante (OFM; 1479–1572), el Arte de la lengua mexicana de fray Andrés de Olmos (OFM; 1490–1570/71), la obra lexicográfica de fray Alonso de Molina (OFM; 1514?-1585) o de fray Bernardino de Sahagún (OFM; 1499–1590). La autora no solo subraya las implicaciones transculturales que esconden estos trabajos, sino que también pone el foco en los documentos de la tradición cristiana elaborados para fines evangélicos, que, en palabras de Máynez, se trata de “una veta poco explorada”.

El trabajo de Heréndira Téllez Nieto, “Un capítulo olvidado por la lingüística misionera: la traducción entre lenguas mesoamericanas en Nueva España”, indaga sobre el bilingüismo y plurilingüismo presente en la Nueva España durante el siglo XVI. Con este objetivo, analiza cuatro testimonios híbridos latinos-nahuas-otomíes y otomíes-purépechas: las Epístolas y Evangelios en latín, náhuatl y otomí, la traducción al otomí de los Colloquios de la paz y tranquilidad christiana de fray Juan de Gaona (OFM; 1507–1560), el Vocabulario trilingüe en español, náhuatl y otomí de Alonso Urbano (OFM; 1522–1608) y un sermonario otomí-purépecha. Estos documentos dan cuenta de una compleja realidad lingüística: las obras plurilingües, en las que se entrecruzan idiomas de grupos lingüísticos diversos, son una muestra más de la interculturalidad de la zona.

En el capítulo “Los verbos de la sección castellana del vocabulario bilingüe atribuido a Olmos (1547) como fuente para la lexicografía misionera hispánica”, Manuel Galeote estudia el vocabulario manuscrito castellano-náhuatl que cierra el Arte en lengua mexicana (1547) de fray Andrés de Olmos, conservado en la Universidad de Tulane. Concluye el autor que fray Alonso de Molina tuvo en cuenta este repertorio de verbos castellanos a la hora de componer su vocabulario de 1555. De manera sistemática, Molina utilizó y amplió este vocabulario, pues lo enriqueció con complementos o indicaciones gramaticales y semánticas. También se desprende del análisis que la sección castellana de esta obra se sirvió del Vocabulario de 1516 de Nebrija y, en relación con la autoría, aunque no se apoya ni refuta la atribución a fray Andrés de Olmos, se deja abierta la posibilidad de que se trate de un vocabulario perdido de fray Bernardino de Sahagún.

←14 | 15→La investigación de Luis Daniel Peña Gutiérrez, “Ideas lingüísticas en la evangelización novohispana. Un acercamiento a los paratextos de artes y vocabularios misioneros del siglo XVI”, examina la importancia de los paratextos (epístolas dedicatorias, prólogos y avisos gramaticales) de vocabularios y gramáticas realizados durante el siglo XVI por franciscanos (Olmos, Gilberti, Molina y Lagunas), dominicos (Cordova, Reyes y Alvarado) y jesuitas (Rincón). El objetivo que se persigue es ahondar sobre las ideas lingüísticas de los misioneros. En este caso, el autor revisa los comentarios sobre aspectos de las lenguas indígenas y sobre el papel que juega el idioma del pueblo en la evangelización. Concluye que en los paratextos analizados los religiosos se preocupan por comprender y explicar la diversidad lingüística de la que son testigos y justifican su labor lingüística fundamentándose en textos bíblicos. De esta forma, se reconoce que los paratextos son fuentes útiles e interesantes para avanzar en el campo de la historiografía de la lingüística misionera.

En el quinto capítulo, Mario Humberto Ruz indaga en “Artimañas del tentador. Duendes, demonios e infiernos en los textos en lenguas mayas”, para ejemplificar las diversas formas en las que el imaginario infernal se presenta en la documentación colonial del área maya, región poco estudiada si se compara con las nahuas, la mixteca o la zapoteca. El autor explora textos lingüísticos sobre el tzeltal, el quiché, el maya o el cakchiquel, crónicas, vidas de santos, confesionarios y otros escritos. Demuestra que la principal característica de la figura diabólica es la polisemia, derivada de la forma de proceder de frailes y clérigos, que buscaron trasvasar esta figura en los moldes de la cosmovisión prehispánica.

La contribución de Ascensión Hernández Triviño, “Fray Francisco de Pareja: su trabajo misional en la Florida”, permite ampliar nuestro conocimiento de la diversidad lingüística del Nuevo Mundo. La autora se centra en la figura de fray Francisco de Pareja (OFM;?-1628) y en sus trabajos sobre la lengua timucuana, idioma hablado en el siglo XVI en el norte de la península de la Florida. En concreto, la autora analiza el trabajo misional de Pareja y examina de forma pormenorizada su Arte publicado en 1614, que propició el uso y la conservación de esta lengua, hoy extinta.

María Teresa Cervantes Cuevas es la encargada del siguiente capítulo, que se titula “Elogio a la curiosidad de Thomás de Coto que nos amplia la mirada”. Se propone mostrar la originalidad del trabajo lexicográfico de fray Thomás de Coto (OFM; 1604/1607?-1656?). Contextualiza al autor y su obra (poco estudiada hasta el momento) y se centra en un campo léxico y conceptual de gran importancia en la lengua cakchiquel: el maíz. Analiza las abundantes descripciones de Coto sobre el léxico referido a este campo y muestra que el misionero, ←15 | 16→al traducir y buscar las correspondencias de las voces, realizó un notable esfuerzo por dar cuenta de la riqueza de esta lengua indígena.

Nataly Cancino Cabello y Ninoska Vera Duarte investigan sobre “La descripción del ‘nombre’ millcayac y allentiac en el tratado de Luis de Valdivia (1607)”. En su trabajo estudian los dos tratados (uno millcayac y otro allentiac) contenidos en la Doctrina christiana, cathecismo y confessonario en las dos lenguas más generales que corren en la Provincia de Cuyo, juridicion del Reyno de Chile (1607) de Luis de Valdivia (SJ; 1561–1642). Valoran la presencia del modelo latino en las explicaciones relativas al nombre de estas gramáticas y ubican estos textos sobre las lenguas huarpes en relación con otras obras lingüísticas del área andina.

En el capítulo titulado “Metalexicografía del diccionario alemán-tarahumara de Matthüs Steffel del siglo XVIII”, Andrés Acosta Félix y Zarina Estrada Fernández analizan desde el punto de vista metalexicográfico el diccionario alemán-tarahumara, elaborado en el siglo XVIII por el jesuita alemán Matthäus Steffel (SJ; 1734–1806). Para ello, emplean la traducción al español de Merrill (2020). Antes de adentrarse en las características del diccionario, los autores aportan unas notas sobre la vida y la obra de Steffel, así como sobre la lengua tarahumara. A continuación, presentan las fichas metalexicográficas de las secciones alemán-tarahumara y tarahumara-alemán. Concluyen reivindicando la importancia de la obra de Steffel, que, según los autores, puede entenderse como una “enciclopedia de la cultura tarahumara”.

El capítulo de Otto Zwartjes, titulado “Genera verborum quot sunt? Algunas reflexiones teóricas de Manuel Maldonado de Matos (Pbro.; ?-1790) en su Arte de la lengua szinca (1770) sobre la «abominable existencia de los verbos neutros y absolutos» en las obras gramaticales de su época”, presenta un acercamiento a la citada gramática del idioma xinca, una lengua aislada y extinta de Guatemala. Particularmente, en este trabajo se estudian las clases y subcategorías de los verbos y se analiza el impacto de la gramática latina teniendo en cuenta no solo la obra de Nebrija y la reforma de Juan Luis de la Cerda, sino también de las gramáticas de Escalígero, el Brocense, Saturnio y el “Barbadinho”, autores mencionados por el propio Maldonado. Se desprende del análisis que el ‘Barbadinho’ pudo ser la fuente directa más importante. Además, en este capítulo se examina la crítica de Maldonado a la gramática de José Ildefonso Flores (OFM; ?-1772), el Arte de la lengua metropolitana del reino cakchiquel, o guatemalico (1753), en la que Maldonado juzga duramente la descripción de la lengua metropolitana de Guatemala.

La parte del libro dedicada a la lingüística misionera en las islas de Poniente consta de tres estudios. En primer lugar, la contribución de Víctor Felipe ←16 | 17→Acevedo López, “Las lenguas de la lingüística misionera española: Filipinas y su Área Extremo Oriental”, supone un acercamiento a los idiomas que describen y codifican los misioneros en esta área geográfica. El autor, a partir de los datos de los distintos tomos de la Bibliografía cronológica de la lingüística, la gramática y la lexicografía del español1, confecciona un corpus de fuentes primarias sobre las lenguas de esta zona. Revisa un total de 301 títulos (artes, vocabularios, doctrinas, confesionarios, etc.) compuestos por los religiosos entre el siglo XVI y el XIX y, así, da cuenta de intenso trabajo filológico y misional. Finalmente, muestra las lenguas que mayor interés despertaron (tagalog, iloko o cebuano).

Marlon James Sales en la investigación “Más allá de artes y vocabularios: fuentes alternativas para un estudio translingual de la lingüística misionera de Filipinas” advierte la necesidad de acudir a “fuentes alternativas” para conocer en toda su amplitud la lingüística misionera de Filipinas, escrita hasta hora tomando en consideración principalmente artes y vocabularios. En su trabajo identifica algunos textos periféricos que, ayudados por otras disciplinas como la historia o la literatura, pueden dar cuenta del plurilingüismo filipino. Además, aboga por una “lectura no lingüística de la lingüística misionera”, de forma que, de acuerdo con Sales, las obras de lingüística misionera sean consideradas como “una pieza clave en el entramado político y social del colonialismo”.

Cierra el volumen, el capítulo titulado “La impresión de gramáticas en Filipinas durante el siglo XIX” de M.ª Dolores Riveiro Lema. En él la autora se propone profundizar sobre la historia de la imprenta filipina en el XIX, un aspecto poco trabajado hasta el momento. En particular, estudia los pies de imprenta de las gramáticas publicadas entre 1800 y 1899 y los vincula con su contexto de producción. Analiza el paso del taller de imprenta a la editorial y concluye que tanto las instituciones religiosas como intereses particulares ayudaron al cambio del taller a la editorial.

En conclusión, estas páginas satisfacen la curiosidad científica de aquellos que quieran ampliar sus conocimientos sobre la labor de los misioneros lingüistas. Pretenden ofrecer un amplio panorama de los estudios en lingüística misionera española. Además, muestran cómo esta rama de la historiografía se va renovando. Se puede afirmar que los capítulos que conforman este volumen abordan uno de los objetivos centrales de la investigación sobre lingüística ←17 | 18→misionera: considerar las posibles fuentes e influencias de los primeros gramáticos y lexicógrafos, pero también estudian la técnica lexicográfica empleada, analizan las ideas lingüísticas de estos autores a partir de los paratextos, dan cuenta de la diversidad lingüística que se encontraron los religiosos a su llegada a América y Filipinas o abordan los problemas derivados de la propia delimitación del campo de estudio.

Finalmente, estas investigaciones dan respuesta a numerosas preguntas que se ha planteado la investigación lingüística, pues analizan diversos testimonios lingüísticos que hasta la fecha habían recibido poca atención, aportan luz sobre la historia de la imprenta o hacen hincapié en la riqueza que esconden las crónicas o los documentos de la tradición cristiana elaborados para fines de evangelización, testigos, todos estos textos, de las implicaciones transculturales que supuso el encuentro entre españoles e indígenas. Quedan, no obstante, muchos interrogantes por resolver en este amplio campo de estudio, cuyos textos nos hablan de cómo superar las fronteras idiomáticas y religiosas.

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Pilar Máynez

Instrumentos de codificación en lengua mexicana para la implantación de un dogma. El primer siglo novohispano

Resumen: La lingüística misionera, cultivada en diversas latitudes del mundo, instrumentó una serie de estrategias para difundir, de manera eficaz, el culto que se pretendía inculcar. Específicamente en la Nueva España del periodo inmediato al primer contacto entre españoles e indígenas, algunos frailes —procedentes de distintas universidades europeas de gran prestigio— iniciaron un intenso programa que consistió en la elaboración de cartillas, gramáticas o artes y vocabularios de distinta naturaleza. Estos se convirtieron en invaluables herramientas para conocer las lenguas de cada región e iniciar la traducción lingüística y conceptual de los contenidos de la fe católica a través de la elaboración de evangeliarios, sermonarios, confesionarios, entre otras obras propias de la literatura catequética. En este capítulo revisaremos algunos de estos trabajos de codificación en lengua mexicana que posibilitaron, hasta cierto punto, la tarea evangelizadora.

Details

Pages
398
ISBN (PDF)
9783631890691
ISBN (ePUB)
9783631890707
ISBN (Hardcover)
9783631872444
DOI
10.3726/b20225
Language
Spanish; Castilian
Publication date
2023 (January)
Published
Berlin, Bern, Bruxelles, New York, Oxford, Warszawa, Wien, 2023. 398 p., 11 il. blanco/negro, 31 tablas.

Biographical notes

Miguel Ángel Esparza Torres (Volume editor) Ana Segovia Gordillo (Volume editor)

Miguel Ángel Esparza Torres es Doctor en Filología (Universidad Autónoma de Madrid, 1992). Catedrático de Lingüística General en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid. Ha desarrollado fundamentalmente tres líneas de investigación, con frecuencia interrelacionadas: historiografía lingüística, descripción gramatical del español y lingüística textual, en las que se inscriben la mayoría de sus publicaciones. Ana Segovia Gordillo es licenciada en Filología Hispánica y doctora por la Universidad de Valladolid. Sus principales líneas de investigación son la historiografía lingüística y la lingüística misionera. También ha realizado investigaciones sobre Humanidades Digitales. Forma parte del el Grupo de investigación de alto rendimiento en Lingüística y nuevos medios de la Universidad Rey Juan Carlos.

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