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Theodor Fontane y la paradoja de la inocencia en la culpa: el caso de Effi Briest

by Mireia Vives Martínez (Author)
©2024 Monographs 222 Pages

Summary

Este volumen explora el tema de la culpa en Effi Briest (1894). Pese a ser una cuestión central en la novela y la obra literaria de Theodor Fontane, esta no ha sido hasta la fecha objeto de sistematización. La primera parte del trabajo ofrece un acercamiento teórico a este fenómeno. A partir de aspectos sociohistóricos, filosóficos y religiosos se intenta reconstruir un posible sentido de culpa circunscrito al contexto finisecular alemán. Seguidamente, se explora el juego entre inocencia y culpa que envuelve a los personajes de la novela, a fin de esclarecer de qué manera contribuyen al desenlace trágico de la historia. Este análisis permite leer la culpa de Effi como una transgresión consciente que posibilita su paso de la inocencia al conocimiento y de la dependencia a la autonomía.

Table Of Contents

  • Cubierta
  • Título
  • Copyright
  • Sobre el autor
  • Sobre el libro
  • Esta edición en formato eBook puede ser citada
  • FM Epigraph
  • Índice
  • Introducción
  • 1. La culpa en Effi Briest
  • 2. La novela en su contexto
  • Estructuras de poder en la Alemania de finales del siglo XIX
  • La mujer en la sociedad guillermina
  • Características y limitaciones del ideal de feminidad decimonónico
  • La mujer como sujeto social y de derecho en la Alemania imperial
  • 3. Bases filosófico-religiosas de la culpa en el contexto finisecular alemán
  • Una mirada a la culpa desde la filosofía
  • Kant y la culpa
  • La culpa en el pensamiento de Hegel
  • La culpa según Schopenhauer
  • La culpa en la filosofía de Nietzsche
  • La polifonía de la culpa en la Biblia
  • Del debitum a la culpa: manifestaciones de la culpa en el Antiguo y el Nuevo Testamento
  • Culpa, confesión y salvación
  • La religión en el contexto de Fontane
  • Fontane y la culpa
  • Del paraíso de la inocencia al paraíso del conocimiento: la culpa como medio emancipador
  • 4. El paraíso de la inocencia: Effi en Hohen-Cremmen
  • Hohen-Cremmen: la fragilidad de un idilio relativo
  • La problemática inocencia de Effi Briest
  • Effi como Naturkind
  • 5. El paraíso de la ignorancia (I): los señores Briest
  • El largo camino hacia el ideal burgués de familia nuclear del siglo XIX
  • La familia burguesa como bastión de virtudes
  • La familia en las obras de Theodor Fontane
  • La familia Briest en la obra
  • Luise von Briest
  • El señor Briest
  • La culpa de los señores Briest
  • 6. El paraíso de la ignorancia (II): Innstetten
  • “So heißt doch hier kein Mensch”. Innstetten, un extranjero en Hohen-Cremmen
  • Geert von Innstetten: un personaje entre el deber y la ambición
  • El ideal de masculinidad en la Prusia imperial
  • Innstetten y la ambición
  • El honor en la sociedad guillermina: un ídolo de consecuencias catastróficas
  • El estatus legal del honor y del duelo
  • Duelo y honor en Effi Briest
  • La culpa de Innstetten
  • 7. El paraíso del conocimiento: la culpa de Effi como principio emancipador
  • Sobre la ilegibilidad de Effi Briest
  • Cronología de la culpa: el camino a la caída
  • Effi en el matrimonio
  • Effi y Crampas. El inicio de un affaire
  • El adulterio
  • Effi y la culpa
  • Hacia una relectura del adulterio
  • El adulterio y sus consecuencias
  • El adulterio como rebelión
  • La muerte de Effi: ¿castigo o liberación?
  • Conclusiones
  • Bibliografía
  • Agradecimientos

Introducción

Feminidad y culpa son dos conceptos que a lo largo de la historia han ido frecuentemente de la mano. Al fin y al cabo, no se puede olvidar que el pecado nace de la desobediencia de la primera mujer. En clara correspondencia con la narración del Génesis, también el mito de Pandora atribuye el origen de los males del mundo a la curiosidad femenina. A partir de los relatos fundacionales, la tradición occidental ha alumbrado en distintas épocas a un gran número de herederas de estas figuras, desde Salomé, pasando por Medea, a la figura alegórica medieval de Frau Welt, hasta llegar a la Lulu de Wedekind; todas ellas, mujeres vengativas, seductoras, capaces de pervertir a cualquier hombre y, por lo tanto, símbolo del poder corruptor del pecado. En paralelo, y por oposición a este modelo, discurre un ideal de feminidad mariano, que se define ante todo por la pureza, la abnegación y la inocencia, y que contribuirá notablemente a la imagen normativa de mujer. A grandes rasgos, estas tipologías han favorecido la creación de dos arquetipos de feminidad ubicados en polos diametralmente opuestos: por un lado, la buena mujer, casta, inocente y entregada a las labores sagradas del hogar; por otro, la mala mujer, instrumentum diaboli, perversa y pecaminosa.

Sin embargo, a finales del siglo XIX las categorías tradicionales de género se desestabilizan. Los reclamos de mejoras legales, educativas y laborales para la mujer conducen a una redefinición de la identidad femenina que diluye la noción dicotómica y complementaria de los sexos y pone en jaque la visión tradicional de familia sobre la que se sustenta la sociedad burguesa. Si bien este contexto de amagos emancipadores favorece el resurgimiento de figuras femeninas amenazantes –no hay más que pensar en las innumerables representaciones de la femme fatale en el periodo finisecular–, la disolución de esta polaridad contribuye a la vez a la aparición de protagonistas sombreadas, con matices y contradicciones internas. Aparecen entonces personajes como Nora Helmer, de Casa de muñecas (1879), o la menos conocida Agnes Schmidt de la novela de Hedwig Dohm, Werde, die du bist! (1894), que no se contentan ya con los límites que la sociedad patriarcal les impone y buscan nuevos espacios para la mujer. Otras van incluso más lejos y no solo renuncian a la felicidad doméstica, sino que, con sus actos, difuminan los límites entre inocencia y culpabilidad, invitando con ello a una reconsideración de estos términos. Es el caso, por ejemplo, de Tess of the d’Urbervilles, heroína de la novela homónima de Thomas Hardy publicada en 1891, o, por razones distintas, de la figura central de Daisy Miller (1879), de Henry James; ambas, mujeres jóvenes e ignorantes que, a causa de factores múltiples, cometen un pecado del que su sociedad las responsabiliza, pero del que el público lector las exonera. Tanto Tess como Daisy son la prueba de que ser culpable ya no es sinónimo de maldad.

Podría decirse que las heroínas de Theodor Fontane encajan en esta última tipología. Al fin y al cabo, muchas de las mujeres en sus obras ponen en entredicho la imagen tradicional de feminidad asociada a la inocencia sin por ello ser condenadas. Pero la cuestión de la culpa interesa al novelista alemán en más de una faceta, como se puede deducir de su correspondencia personal:

[D]er eigentliche Keim zu einer Novelle kann in vier Zeilen stecken. Sogenannte ‘interessante Geschichten’, wenn es Einzelvorkommnisse sind, sind gar nicht zu brauchen; es kommt immer auf zweierlei an: auf die Charaktere und auf ein nachweisbares oder poetisch zu muthmaßendes Verhältnis von Schuld und Strafe.1 (Fontane 1979: 570, énfasis añadido)

Sin duda, tanto la culpa como el castigo son elementos narrativos generadores de tensión que posibilitan el avance de la trama, por lo que no sorprende en absoluto encontrar reflexiones en torno a esta problemática en muchas de las obras del autor. En sus textos, Fontane explora la relación entre estos dos fenómenos y plantea distintos escenarios y resoluciones. Quizás, el ejemplo más paradigmático lo constituyan las adúlteras en tres de sus Gesellschaftsromane más conocidos: Melanie van der Straaten, Cécile von St. Arnaud y Effi Briest; si bien cada una muestra un acercamiento distinto a la cuestión. Así, mientras que la joven aristócrata protagonista de L’Adultera (1882) es capaz de hacer de su falta una fortaleza y construir una nueva vida2, la heroína en Cécile (1887) arrastra su pecado de juventud como una marca de Caín que termina por sentenciarla a muerte3. Entretanto, la joven Effi lidia con una culpa de la que es consciente a un nivel objetivo y que, sin embargo, no interioriza4. Todas ellas culpables y, simultáneamente, rodeadas de un halo de inocencia.

No obstante, el tema de la culpa en las obras de Fontane no se agota en la cuestión del adulterio. En muchos de sus textos se hace palpable un sentimiento de fatalidad –tal vez, fruto de la herencia calvinista del autor– que constata la imposibilidad de escapar a la culpa una vez se ha caído en ella. Como recoge la inscripción de la tumba de Hilde al final de Ellernklipp (1881): “Ewig und unwandelbar ist das Gesetz” (Fontane 1962a: 212)5. Este carácter inexorable de la culpa transpira asimismo en Grete Minde (1880), donde la pureza que Fontane confiere a su protagonista es casi una provocación en vista de los sucesos finales de la Novelle, cuando, movida por la venganza, observa altiva arder la ciudad de Tangermünde. La misma ambivalencia se percibe en otras figuras femeninas que el novelista apenas llegó a esbozar, como la temible a la par que admirable Sidonie von Borcke, quien, tras reconocer sus deseos vengativos, pero negar en rotundo los crímenes de los que se la acusa, pronuncia un último alegato sobre esa paradójica inocencia teñida de culpa: “Unschuldig sterb ich und doch in Schuld” (Fontane 2016b: 32).

No hay duda, pues, de que, con su obra literaria, Fontane traza una cartografía de la culpa. Sus novelas plantean situaciones en las que el sentido trágico de la existencia interfiere con la responsabilidad que se deriva de las decisiones propias. Pese a todo, el autor emplea un tono concesivo e indulgente con sus protagonistas, magdalenas con faltas y debilidades que despiertan una mayor compasión en él que la más recta y virtuosa Genoveva; palabras empleadas por el propio autor en una carta de 1895 a Colmar Grünhagen en la que, precisamente, justifica su inclinación hacia esta clase de figuras: “Gerade dadurch sind sie mir lieb, ich verliebe mich in sie, nicht um ihre Tugenden, sondern um ihrer Menschlichkeiten, d.h., um ihrer Schwächen und Sünden willen” (Fontane 1982: 487-488). En vista de estos aspectos, resulta evidente que para Fontane el pecado no es síntoma de una perversión o de la peligrosidad de la mujer, sino que se convierte en un rasgo de humanidad. La inocente culpable, o la culpable inocente, parece ser una aporía recurrente en la caracterización de sus protagonistas, sintomática a su vez de una época que arroja dudas sobre las categorías tradicionales para clasificar la realidad.

Estas reflexiones de Fontane en torno a la culpa quedan reflejadas de forma ejemplar en Effi Briest, considerada no en vano su obra maestra. Publicada entre 1894 y 1895 en Deutsche Rundschau y un año después en formato libro, esta novela no solo fue acogida con gran entusiasmo entre la crítica contemporánea6, sino que lo encumbró como uno de los autores más relevantes del realismo alemán y le granjeó una posición privilegiada en el panorama literario del momento7.

Posiblemente, la centralidad del motivo del adulterio en la trama haya favorecido la inclusión de esta obra en el canon literario europeo, situándola en una larga tradición junto a otras novelas clave que abordan la misma temática, como Madame Bovary (1856), Anna Karenina (1877), O Primo Basílio (1878) o La Regenta (1884). Sin embargo, fijar la atención en el elemento común puede llevar a desatender discrepancias sustanciales entre las obras. En este sentido, no se puede ignorar que el affaire retratado por Fontane en su novela guarda poca relación con el erotismo de Emma Bovary, las grandes pasiones de las que habla Tolstoi en su novela o con los sentimientos que Clarín asigna a su protagonista. Aún más: en el caso alemán, cabría incluso preguntarse si el adulterio se encuentra en el centro del proceso creativo. Es cierto que Fontane se inspira en el escándalo berlinés protagonizado por Else von Ardenne y Emil von Hartwich a la hora de concebir su novela, pero aquello que verdaderamente le interesa es la dimensión social, moral y política de esta clase de conflicto, algo que él mismo afirmaría en una carta de julio de 1894 a Friedrich Stephany:

Die Details [von Skandalfällen] sind mir ganz gleichgültig – Liebesgeschichten, in ihrer schauderösen Ähnlichkeit, haben was Langweiliges –, aber der Gesellschaftszustand, das Sittenbildliche, das versteckt und gefährlich Politische, das diese Dinge haben […], das ist es, was mich so sehr daran interessiert. (Fontane 1982: 370)

Así pues, mientras que la centralidad del adulterio es una cuestión debatible, de lo que no hay duda es de que la novela lega un valioso testimonio de la sociedad imperial alemana en el ocaso del siglo XIX. Desde una postura distante y de marcado talante irónico, el novelista presenta a personajes atrapados en su tiempo, atravesados por contrariedades y sumidos en un conflicto irresoluble entre sus anhelos individuales y las exigencias sociales. Además, el carácter tardío de la obra le confiere una modernidad que posibilita conectar a su heroína con las protagonistas de Schnitzler e Ibsen, pero también con las de Hardy y Henry James (véase Müller-Seidel 1969: 52; Greenberg 1988: 770). En este sentido, a medida que se acerca el cambio de siglo se hace cada vez más patente la presencia de personajes femeninos que no conforman el canon, pero que no por ello se presentan necesariamente de manera negativa; mujeres que transgreden las normas como medio para romper con el círculo vicioso de su existencia, para quienes la culpa se convierte en símbolo de autonomía.

El presente volumen propone una relectura de Effi Briest a partir de las premisas que se acaban de formular. No hay duda de que la culpa ocupa un papel central en la trama: ya al comienzo se deja intuir, cuando, de forma aparentemente banal e insignificante para el desenlace posterior, Luise von Briest sanciona el comportamiento infantil y errático de su hija, algo de lo que Effi la responsabiliza con cierta insolencia: “Aber wenn es so wäre, wer wäre schuld? Von wem hab’ ich es? Doch nur von dir” (Fontane 1963: 9, énfasis añadido). Tras esta primera mención, la culpa aparece transfigurada y en referencia a distintos personajes y sucesos a lo largo de la trama, hasta llegar al cierre de la novela, donde la propia Luise es la encargada de introducir nuevamente la cuestión. En este caso, la culpa por la que la señora Briest se interroga tiene que ver con el trágico final de su hija: “Ob wir nicht doch vielleicht schuld sind?” (Fontane 1963: 295). Por esto mismo, resulta sorprendente la poca atención que el tema ha recibido hasta el momento. Aun cuando numerosos trabajos dan por sentado la responsabilidad de determinados personajes, hasta la fecha no se ha llevado a cabo ningún acercamiento estructurado a esta cuestión. En vista de esta carencia, este estudio pretende, por una parte, delinear la responsabilidad de los principales agentes implicados en la trama y explorar de qué manera contribuyen al desenlace trágico de la obra, y, por otra, ofrecer una relectura de la culpa de la protagonista en clave emancipadora.

Acorde a este propósito, los tres primeros capítulos del libro exploran aspectos teóricos e histórico-culturales de la novela, a fin de facilitar una contextualización a la obra y al tema de la culpa en el fin de siglo alemán. En el primer capítulo se ofrece una somera revisión del tratamiento que se le ha dado a la cuestión de la culpa en los estudios sobre Effi Briest. Además de delinear los enfoques desde los que se ha abordado este tema, el repaso por los trabajos más relevantes al caso permite constatar el carácter interseccional de la culpa, que ha aparecido con frecuencia en investigaciones de la obra realizadas en clave de género, neohistoricista o desde el psicoanálisis.

Details

Pages
222
Year
2024
ISBN (PDF)
9783631909553
ISBN (ePUB)
9783631909560
ISBN (Hardcover)
9783631909546
DOI
10.3726/b21256
Language
Spanish; Castilian
Publication date
2024 (March)
Keywords
adulterio pecado conflicto moral autonomía caída paraíso ignorancia auto-conocimiento Naturkind determinismo La culpa en Effi Briest Theodor Fontane y la culpa
Published
Peter Lang – Berlin · Bruxelles · Chennai · Lausanne · New York · Oxford, 2024. 222 p.

Biographical notes

Mireia Vives Martínez (Author)

Mireia Vives Martínez es Doctora en Filología Alemana por la Universitat de València, donde trabaja como Ayudante Doctor en el Departamento de Filología Inglesa y Alemana. Sus intereses investigadores incluyen la literatura alemana del siglo XIX y las relaciones interculturales Alemania – España a través de la literatura de viajes.

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