Memorias globalizadas

Agradecimientos

Para:

Hannah Carbajal, Greg Schelonka, Demetrio Anzaldo González, Verónica Quezada, Gabriela Valenzuela Navarrete, Guadalupe Pérez Anzaldo y Cynthia Meléndrez

La palabra vive, vivimos en las letras

Amigos, amigas, despiertos acudimos al instante presente. Libres vertimos sentidos y sentimientos, queremos lanzar a los cuatro vientos gozo, alegría, candor en este simbólico abrazo fraternal para todas y cada uno de ustedes y nosotros. Este presente escrito nace en homenaje a nuestra amistad y como un agradecimiento sincero a su bella escritura, esa misma que alentada por los aires humanos envuelve a nuestras memorias globalizadas.

Junto sigamos disfrutando conversaciones, investigaciones, preparaciones, convivios, ediciones y nuevos encuentros en esta nuestra enseñanza, difusión y labor crítica. Porque al recorrer trazos, giros, voces, pensamientos e imágenes impresos en estos siete ensayos, los ecos de sus voces resuenan gratamente en la conciencia lectora y a lo largo de las lecturas. Esas, sus y nuestras palabras le dan forma y sentido a estos escritos que dialogan al interior del texto. Con ellas y ellos se le da vida a un pensamiento inquieto, investigativo y se abren las puertas a una comunicación abierta. Podría argumentarse que al intentar releerlas existan y sean una invitación al diálogo, llanamente digamos ciertos, felicitaciones por esta lograda antología; en ella conviven la amistad y el respeto al estudio de las artes, a la literatura. Al mismo tiempo, compartimos en esta labor investigativa y de creación literaria, nuestro amor por una sociedad universal, libre. Muchas gracias, sigamos juntos…vale

Demetrio Anzaldo González

Otoño del 2020

Introducción

Esta antología que el lector tiene en sus manos consta de ocho ensayos crítico-literarios, dos escritos en inglés y el resto en español, sobre la literatura latinoamericana contemporánea. Las aportaciones que estos estudios inéditos ofrecen a la crítica especializada son relevantes porque se enfocan en textos de distintos géneros literarios – poesía, cuento, novela y ensayo – publicados en las últimas décadas; además de que exploran nuevas perspectivas acerca de la realidad social, cultural y política globalizada. En ese sentido, este compendio crítico tiene como uno de sus objetivos dar a conocer las propuestas disidentes de escritoras y escritores que, en su mayoría, han quedado al margen del canon literario y que tienen en común los temas de migración, globalización, memoria e identidad. Por consiguiente, en estos ensayos, se intentan demostrar las complejidades del mundo globalizado y su impacto transnacional en los colectivos humanos que lo habitan. Las novedosas aproximaciones críticas de los profesores investigadores reunidos en este proyecto interdisciplinario son el resultado de las ideas vertidas e inquietudes compartidas entre ellos en diferentes paneles, sesiones, talleres y conferencias nacionales e internacionales. Cabe enfatizar que las propuestas críticas presentes en los ensayos aquí reunidos comunican, comparten e invitan a dialogar sin cortapisas con el público lector.

La relevancia de estas Memorias globalizadas radica en que, siguiendo la pauta que ha predominado en los estudios académicos de las últimas décadas, aquí se analizan los temas antes referidos poniendo especial atención a la interrelación que hay entre ellos, así como también tomando en cuenta su contexto sociopolítico, económico, social y cultural. Como lo demuestran los ensayos críticos literarios antologados, la complejidad del proceso de migración, por ejemplo, hace necesario que se abarque la variedad de causas que generan este fenómeno – entre las que se encuentran: conflictos armados, crisis económicas, persecución política, cambio climático y persecución étnica, religiosa y racial – así como también las dinámicas de adaptación y asimilación de los sujetos desplazados a las culturas de las naciones receptoras. Los desastres causados en las últimas décadas por el sistema neoliberal, implementado tanto en regímenes totalitarios como en aquellos denominados democráticos, siguen soliviantando a millones de seres humanos pertenecientes a las clases más desprotegidas en el mundo y obligando a la movilización de generaciones enteras que incursionan por las diferentes ciudades y poblados del mundo real.

En particular, la globalización – la cual se ha sustentado y estigmatizado en el sistema capitalista y es controlada por gobernantes y corporaciones multinacionales – ha facilitado que las fronteras espaciales y temporales de las naciones-estado se hagan fluidas. Lo anterior coincide con las teorizaciones hechas por el sociólogo inglés Anthony Giddens, para quien la modernidad conlleva al resquebrajamiento de los vínculos entre el tiempo y el espacio; dado que lo que ocurre a nivel local se estructura, simultáneamente, con base en acontecimientos y directrices que operan en lugares distantes (Giddens 64). Así, se complejizan aún más las relaciones humanas dentro de los estado-nación, puesto que en las ciudades globalizadas del mundo actual no solo conviven y se entremezclan mareas humanas de diversos orígenes étnicos, raciales y sociolingüísticos, sino que paralelamente interactúan gracias a las tecnologías modernas con individuos que habitan ciudades ubicadas en otras latitudes y temporalidades del planeta; por lo que su entorno geográfico, cultural y social es homogeneizado por el discurso dominante. Estos cambios que se suscitan a nivel mundial crean nuevos registros históricos y culturales donde se intenta plasmar un movimiento continuo inmanente al desarrollo humano.

Esta interacción simultánea y continua entre distintos registros culturales de la gente multicultural que habita en las ciudades globalizadas de nuestro mundo actual es también enfatizada por Néstor García Canclini en su libro Consumidores y ciudadanos, donde liga la globalización con las que él denomina identidades posmodernas. De acuerdo a su análisis, estas últimas se diferencian de las identidades modernas en que son:

[T]ransterritoriales y multilingüísticas. Se estructuran menos desde la lógica de los Estados que de los mercados; en vez de basarse en las comunicaciones orales y escritas que cubrían espacios personalizados y se efectuaban a través de interacciones próximas, operan mediante la producción industrial de cultura, su comunicación tecnológica y el consumo diferido y segmentado de los bienes. La clásica definición socioespacial de identidad, referida a un territorio particular, necesita complementarse con una definición sociocomunicacional. (Énfasis del autor, 31)

Por lo tanto, para Canclini es importante demarcar la nueva conceptualización identitaria del individuo quien realiza intercambios económicos y culturales – tanto de forma individual como colectiva – más allá del espacio físico y temporal en que habita. Asimismo, estas identidades posmodernas coexisten en sus lugares de origen con inmigrantes llegados desde diferentes latitudes del planeta, quienes subvierten y complejizan aún más los parámetros culturales y lingüísticos pretendidamente homogéneos promovidos por el discurso nacionalista. Como también lo advierte Canclini, “[p]ierden fuerza, entonces, los referentes jurídico-políticos de la nación, formados en la época en que la identidad se vinculaba exclusivamente con territorios propios”.

Cabe considerar que, si bien en el mundo actual la mayoría de los ciudadanos alrededor del mundo puede gozar de los beneficios y responsabilidades de contar con una o varias nacionalidades conjuntamente, y por ello mismo pueden desplazarse por diversas fronteras geopolíticas sin ningún impedimento legal, también sucede que millones más carecen siquiera de una sola ciudadanía debido, principalmente, a los persistentes conflictos armados en sus antiguas naciones. Es decir que el sentido de pertenencia a determinado territorio nacional, o la adquisición de la ciudadanía referente a la nación de origen, no lo garantiza el haber nacido ahí; así como tampoco lo refrenda el hecho de haberse visto forzado a emigrar por razones más allá de la voluntad individual. Son ya numerosos los colectivos humanos desplazados – obligados principalmente por las guerras e invasiones que han predominado en las últimas décadas – que viven en un limbo legal, sin ningún documento legal que les permita identificarse como ciudadanos de una determinada nación. Mención aparte merece el caso de aquellas naciones donde la religión es la que prescribe si un individuo nacido en su territorio puede ser considerado un ciudadano más o no, como es en el caso de la India.