Poder y resistencia en las escrituras exocanónicas

1. Introducción

El desacato es consustancial a la escritura. Así lo señalaba la autora argentina María Negroni en una conferencia pronunciada el 19 de mayo de 2023 en la Universidad de Salamanca, bajo el título “Escritura y desacato”. Sin embargo, si bien es cierto que en el mismo acto de escritura radica un ejercicio de desobediencia —puesto que la literatura es pensamiento y este una forma de libertad que atenta contra los saberes hegemónicos—, también lo es que los discursos más discrepantes circulan por los márgenes del campo literario escapando incluso de los actos de disidencia que el poder tolera o admite. Es a aquellas ficciones y relatos de la resistencia literaria más contestataria frente a los poderes institucionales a las que atiende este volumen. A aquellas que por su heterodoxia quedan relegadas a los confines del campo literario.

Donde hay poder hay resistencia, afirmaba Michel Foucault. El sociólogo francés no entiende el concepto de poder sin su contraparte: la resistencia o la subversión. Los actos de desobediencia ante los modos de vida dictados por el poder son, en efecto, inherentes a cualquier régimen de gobierno. El ejercicio del poder requiere, como es sabido, de la construcción de un relato, de un conjunto de ideas que sostienen y legitiman ese andamiaje de autoridad. La existencia de ese relato hace posible la emergencia de contrarrelatos que encuentran en el discurso literario una vía de enunciación privilegiada para ofrecer resistencia a las doctrinas imperantes. Para Michel de Certeau, la resistencia es la actividad sutil, tenaz, de grupos que, por no tener uno propio, deben arreglárselas en una red de fuerzas y de representaciones establecidas (2000: 22). De acuerdo con el autor, ciertas maneras de utilizar los lenguajes recibidos —las herramientas del amo— pueden hacer emerger cantos de resistencia dentro de ese mismo orden impuesto. Desde este planteamiento, y a pesar de que, a decir de la escritora y activista estadounidense Audre Lorde (2003: 115), las herramientas del amo no puedan desmontar la casa del amo, sí pueden remecer sus cimientos. Así lo demuestra buena parte de la literatura en español de las últimas décadas, en la que puede advertirse no solo un cuestionamiento de las dinámicas de dominación contemporáneas, sino también una firme oposición a esos paradigmas desde la postulación de otros modos de acción y de pensamiento que escapen a la tiranía del poder.

Siguiendo con los postulados de Foucault, el sistema de creencias al que se adhiere una sociedad viene prefigurado por el poder, que define lo que constituye la norma y lo que, por contra, supone un desvío de ese orden impuesto. Los individuos viven de acuerdo con ese sistema, regidos sutilmente por un determinado discurso hegemónico que dificulta pensar bajo marcos que queden fuera de él. De ahí que la literatura favorezca la emergencia de discursos disidentes —por ello mismo también la (auto)censura ha tenido un peso singular en la historia de la literatura— y que la crítica literaria busque ahondar en la construcción de esos contrarrelatos discursivos o narrativas de resistencia. De acuerdo con Marie Agnès Palaisi, la literatura posee la capacidad de transformar las normas hegemónicas a partir de la repetición estilizada subversiva de esa misma norma (2021: 20–21), pero también a partir del establecimiento ficcional de otras normas posibles hasta entonces desconocidas.

En este sentido, el volumen dialoga con otras publicaciones recientes que también se han preguntado por la injerencia del poder en las manifestaciones creativas desde la atención a los gestos de resistencia que estas producciones ensayan. Así sucede con volúmenes como Poder y resistencia en la literatura latinoamericana (Sánchez Carbó, 2019) o Espectros del poder: representaciones y discursos de resistencia en literatura y cine en los siglos (XX-XXI) (Persánch y Silva, 2020). Ahora bien, nuestro interés particular se focaliza en aquellos textos que modulan un ejercicio de resistencia frente a los sistemas de poder que les rodean. Son textos ubicados, en consecuencia, en los márgenes del sistema literario, entendido este, en diálogo con el volumen Escrituras al límite: canon, forma y sujeto en la literatura contemporánea (Cano Vidal, Sánchez-Aparicio y Morán Rodríguez, 2022), como el espacio en el que entran en escena los flujos que el poder prescribe.

Existe, entonces, un espacio exocanónico que contrapuntea el canon literario institucional; un territorio en el que reside “un amplio conjunto de obras descentralizadas de los núcleos hegemónicos del discurso y el poder” (Pastor y Paniagua, 2022: 9). Como bien declara Daniel Escandell en sus más recientes reflexiones en torno a la literatura exocanónica, las dinámicas de poder “condicionan la búsqueda quimérica de un sacrosanto grial indiscutible de aquello que constituye la escala por la que todo lo demás debe ser medido” (2022: 7). Si el ejercicio del poder se desempeña en buena medida a través del control de los saberes legitimados, este volumen se constituye como una contraoda centrada en explorar las avenidas ignoradas de la literatura, a menudo injustamente desacreditadas desde postulados canonistas, androcéntricos, occidentales y blancos. Retomando nuevamente a Foucault, es precisamente el estudio de la periferia lo que ofrece información valiosa acerca de la norma cultural y la centralidad. Desde ese planteamiento, resulta crucial continuar horadando los límites del canon establecido no solo para legitimar textos, géneros o marcos teóricos tradicionalmente sepultados, sino también —y quizá esto tenga más valor si cabe— para cartografiar los engranajes de la maquinaria del poder que subyuga, divide y cataloga. Esto es especialmente pertinente en un contexto social donde, de acuerdo con los planteamientos foucaultianos, el poder es quirúrgico y actúa discrecionalmente, valiéndose en muchos casos de la ideología invisible (Zizek, 2009: 127).

Por ello, la orografía de este espacio exocanónico es merecedora de análisis, pues se trata de un territorio liminar, sujeto constantemente a la necesidad de probar su valor literario y la legitimidad de su estudio académico. Lo integran textos lanzados por sellos independientes alejados de los centros de poder del circuito editorial; creaciones desarrolladas en colectividad, en formato digital, en pódcast o en blog; obras firmadas o protagonizadas por subjetividades subalternas, que a menudo abordan temas abiertamente heterodoxos; o también aquellas que participan de la disidencia genológica oscilando entre la narrativa y el ensayo o haciendo gala de una naturaleza diarística infrecuente. Los textos hacia los que mira el presente volumen no resultan significativos solo porque su exocanonicidad dé cuenta de las relaciones de poder que atraviesan el sistema literario; también —y particularmente— porque su existencia disputa las parcelas de legibilidad y legitimidad de los grandes relatos.

Por todo ello, el volumen reúne contribuciones y perspectivas de análisis tan exocanónicas como las obras que demandan esos enfoques críticos. Se dan cita en él campos de estudio tan emergentes como los estudios de la locura, la comida, la discapacidad o la intermedialidad. Y también objetos de estudio tan excéntricos aún en el presente como son las escrituras y autorías en lenguas indígenas, los géneros populares —gótico, ficción especulativa, maravilloso—, la literatura electrónica o, incluso, formatos de narración colectiva, por mencionar tan solo algunos de los más exocanónicos. Así pues, con la intención de ordenar estas contribuciones, se ha convenido dividir el volumen en tres grandes bloques.

El primero de ellos, bajo el título “Nuevos senderos de la creación y de la crítica”, aborda propuestas formalmente subversivas y rupturistas, que señalan la profunda desestabilización de los límites del texto. Todos los capítulos de este bloque buscan, de modos diversos, superar la textualidad clásica y hegemónica introduciendo imágenes, poemas electrónicos, formatos de narración colectiva o perspectivas decoloniales. A continuación, la sección “Género y precariedad” reúne ensayos cuyo objeto de estudio comprende textos firmados por autoras, o cuya aproximación crítica integra una perspectiva de género. En todos ellos, además, la noción de precariedad se vuelve central para atender a los gestos de resistencia modulados desde las posiciones identitarias más subalternas. Finalmente, el bloque titulado “Géneros populares y resistencia” reúne capítulos que actualizan los postulados de tales géneros o analizan la evolución de figuras del imaginario colectivo particularmente presentes en ellos. Se trata de contribuciones que coinciden en señalar la importante deconstrucción de los arquetipos heteropatriarcales que tradicionalmente han imperado en la ficción y son, por ello, ficciones de resistencia.